¿Qué pasará en La Palma cuando termine la erupción del volcán? Algunos aspectos «positivos»

A pesar de lo devastador que puede ser una erupción volcánica, también hay aspectos positivos que nos pueden ayudar. Estos son los principales.

Mario Picazo

Mario Picazo

A pesar de la destrucción y el dolor que ha causado esta erupción en la isla, hay algunos aspectos que podrán resultar «positivos» en el futuro

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Erupción del volcán de Cumbre Vieja de la Isla de la Palma

Lo estamos viviendo en La Palma esta semana, el poder destructivo de un volcán que afecta a miles de habitantes. En cuestión de días, la fuerza de la naturaleza ha dejado su huella en una amplia zona de la isla y los expertos apuntan que este episodio de erupción podría durar aún varias semanas. 

Es muy doloroso ver cómo cosechas, carreteras, casas y otras edificaciones y estructuras se han ido quedando bajo metros de lava sólida. A pesar de la tragedia, la erupción del volcán también aporta aspectos positivos que vale la pena resaltar.   

El poder fertilizante de los volcanes es fundamental en algunas zonas del planeta

Durante una erupción volcánica como el de Cumbre Vieja en La Palma, se liberan grandes cantidades de ceniza que se dispersan por una zona de tamaño considerable. En función de la naturaleza del magma que contiene el volcán, puede tener una determinada cantidad de nutrientes del suelo. 

Las cenizas expulsadas durante una erupción volcánica pueden servir para fertilizar amplias zonas de la región donde se produce.

Entre los elementos más abundantes presentes en el magma, destacan el silicio y el oxígeno, pero también se libera agua, dióxido de carbono, dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno y cloruro de hidrógeno entre otros gases

Junto con los gases el volcán también expulsa fragmentos de roca ricos en hierro, magnesio y potasio. Por ese motivo, las regiones que tienen grandes depósitos de suelo volcánico (es decir, laderas de montañas y valles cerca del foco de erupción) son bastante fértiles. 

La erupción deposita minerales en el suelo y la lluvia se encarga de deshacerlos para convertirlos en valiosos nutrientes

En La Palma y en otras de las Islas Canarias, el suelo es fértil porque la erupción volcánica ha depositado durante miles de años los minerales necesarios, que luego se degradan por la acción de la lluvia. Una vez absorbidos por el suelo, se convierten en un suministro constante de nutrientes para la vida vegetal.

Los volcanes aportan nuevas extensiones de tierra y potencian la biodiversidad

Las mismas Islas Canarias han nacido como consecuencia de erupciones volcánicas submarinas. Durante miles de años el aporte de material volcánico las ha ido construyendo de la misma manera que han aparecido muchas otras superficies terrestres por el planeta. 

La Palma ya creció en extensión con la erupción del volcán Teneguia en 1971. Si la lava del volcán de Cumbre Vieja llega al mar, es probable que sume más extensión de tierra al suroeste de la isla.  A la vez, esa lava que llega al mar ayudará en unos años a regenerar los fondos marinos. Cuando se forman islas de lava, llegan nuevas especies de plantas y animales creando grandes ecosistemas en equilibrio que a su vez potencian la biodiversidad.

La lava que llega al mar con el tiempo ayudará a regenerarlos fondos marinos provocando una explosión de biodiversidad.


Donde hay un volcán hay riqueza en forma de minerales para múltiples usos

En un buen número de casos los volcanes depositan preciosas gemas, minerales y otras materiales de construcción. Hay piedras como la ceniza volcánica pómez y la perlita o vidrio volcánico, que se extraen para diversos usos comerciales. La ceniza volcánica y la piedra pómez se utilizan por ejemplo como un agregado ligero para la fabricación de cemento.

Son múltiples los usos de los diferentes materiales que expulsa un volcán. Los antiguos romanos combinaron toba y cal para hacer un cemento fuerte y ligero para paredes y edificios en general. Sin ir más lejos, el techo del Panteón de Roma está hecho de este mismo tipo de hormigón porque es muy ligero.

Los volcanes también pueden aportar metales preciosos como la plata, oro, uranio, azufre o zinc. Estos metales se usan en la metalurgia fina, la maquinaria o electrónica y hasta en la energía nuclear, la investigación y la medicina. También generan un buen número de piedras preciosas como el ópalo, obsidiana, ágata de fuego, fluorita, yeso, ónix y hematita entre otros.

Son una fuente de energía inagotable que ya se utiliza en muchos países

Estos días, hemos visto como el volcán de La Palma expulsa grandes cantidades de magma a través de varias de sus bocas. Ese magma tan destructivo aporta a su vez otro gran beneficio. Viene en forma de campos geotérmicos, un área de la Tierra caracterizada por un flujo de calor relativamente alto. 

Los campos geotérmicos crean con frecuencia fuentes termales, géiseres y piscinas de barro hirviendo, que a menudo son un destino popular para los turistas. También se pueden aprovechar para la energía geotérmica, una forma de energía neutra en carbono donde las tuberías se colocan en la Tierra y canalizan el vapor hacia arriba para hacer girar las turbinas y generar electricidad.

La energía geotérmica es cada vez más popular y abastece de electricidad a millones de personas por todo el mundo.

En la vecina Isla Canaria de El Hierro, la energía geotérmica junto con otras energías limpias, se encarga de abastecer de electricidad a miles de personas. En países como Costa Rica o Kenia, también destaca el uso de la energía geotérmica que genera el 14 y 51 por ciento respectivamente de su suministro eléctrico total.

Los volcanes ayudan a ralentizar el calentamiento global de la Tierra

Los volcanes también ayudan a enfriar de cuando en cuando nuestro planeta. Dependiendo del tipo de erupción, en ocasiones son capaces de inyectar una gran cantidad de cenizas volcánicas y compuestos como el dióxido de azufre en niveles altos de la atmósfera. 

Durante grandes erupciones volcánicas en las que el material sólido se inyecta en niveles más altos de la atmósfera, se reduce la radiación solar entrante produciendo un enfriamiento a nivel regional y global

Con ello´, consiguen reflejar la radiación solar, reduciendo una buena parte de la energía térmica que absorbe la atmósfera y la superficie terrestre. Numerosos estudios han relacionado ciertas erupciones volcánicas con un descenso de las temperaturas globales sobre todo después de grandes erupciones. 

Entre esos casos destacan las erupciones del volcán El Chichón en México en 1982, y la del Pinatubo en Filipinas en 1991. Durante ambas erupciones se inyecto una gran cantidad de material sólido en la estratosfera provocando meses después un enfriamiento en algunas zonas del planeta.