Y después de El Niño… ¿La Niña?

2015 y parte de 2016 pasarán a la historia de la meteorología y de la oceanografía por acoger a El Niño más intenso desde que se registran datos de la temperatura del agua superficial de nuestros océanos. Este Niño aún dará guerra durante buena parte de la primera mitad del año pero ¿que llegará después? te contamos los detalles aquí.

Mario Picazo

Mario Picazo

Entre 2015 y estos primeros compases de 2016 medio mundo ha estado y seguirá muy pendiente de lo que haga El Niño más intenso que se ha registrado desde que se miden las temperaturas del agua superficial de nuestros océanos. Ya lo anunciaban los modelos de predicción el pasado verano, el agua en el Pacífico se ha ido calentando progresivamente hasta alcanzar valores máximos justo durante la recta final de 2015 y el arranque del nuevo año.

Precisamente el nombre El Niño, se lo pusieron los pescadores Peruanos a este fenómeno oceánico que suele llegar a su máximo apogeo coincidiendo con fechas próximas al nacimiento de El Niño Jesús.  Pero diciembre ha pasado y ahora, si las predicciones no fallan, deberíamos empezar a ver un progresivo enfriamiento del Pacífico, como ya ha ocurrido en otras ocasiones después de la formación de un intenso El Niño.

No todos los Niños son iguales, y no siempre hay un enfriamiento del Pacífico después de El Niño, pero cuando ocurre, a ese fenómeno opuesto a El Niño caracterizado por agua más fría de lo habitual en el Pacífico ecuatorial se le denomina La Niña. La hermana de El Niño también altera la meteorología de medio planeta, aunque en muchos casos los efectos son opuestos a los de El Niño y además suele afectar a regiones diferentes.

La diferencia entre El Niño donde se aprecia una lengua de agua más cálida de lo normal extendiéndose desde la costa de Perú y Ecuador hasta le Pacífico Central, y La Niña, con una situación opuesta, caracterizada por temperaturas de la superficie del océano más frías de lo habitual.

 

¿Cuando llegará La Niña? 

Para saber el tiempo que tardará en diluirse El Niño actual y que se empiece a gestar La Niña, tenemos que fiarnos de lo que digan los diferentes modelos de predicción que se dedican a este tipo de cálculos. Hay varios en el mundo y de los 8 analizados, 7 coinciden en que La Niña aparecerá durante el verano de 2016.

Será más o menos intensa, pero todo apunta a que dejará tarjeta de visita en muchos rincones del planeta. De entre las varias predicciones de la evolución de las temperaturas del océano, una de las más sólidas es la generada por el modelo de NMME (North American Multi-Model Ensemble). Este modelo numérico consiste de una combinación de modelos de varios centros de investigación Estado Unidenses, entre ellos el NOAA/NCEP, NOAA/GFDL, IRI, NCAR, NASA y el modelo CMC Canadiense.

Predicción de las anomalías de la temperatura del agua en la superficie de océanos y mares realizada por el modelo NMME para agosto de 2016. Se observa una lengua de agua fría en el Pacífico central y agua más cálida de lo habitual tanto en el sudeste asiático como en el Atlántico.

¿Como impactará La Niña en la meteorología global?

No hay Niños o Niñas idénticos, pero habitualmente suelen afectar a zonas similares del planeta modificando la meteorología a la que están acostumbrados sus habitantes. En la región del Pacífico, el agua más fría desplazada hacia el este se encarga de suprimir la lluvia en zonas costeras de Perú y Ecuador, mientras que hacia el oeste potencia de forma considerable la lluvia del sudeste asiático y zonas del norte de Australia.

Durante La Niña la superficie del océano se enfría más de lo habitual en el Pacífico oriental, mientras que las anomalías positivas de temperatura se desplazan hacia el sudeste asiático.

A nivel global los impactos de La Niña son extensos y en algunos casos devastadores, aunque no siempre se tienen que cumplir las mismas reglas. Durante los meses de diciembre a febrero, destacan las anomalías positivas de precipitación en el sudeste de Africa y Asía así como en el noreste e interior de Brasil y el noroeste y centro este de Estados Unidos. Al mismo tiempo, la sequía puede ser devastadora en el sur de Estados Unidos y México, en Taiwan y el sudeste de China, en Tanzania, Kenia y Uganda y en gran parte del Pacífico ecuatorial incluyendo Perú, Ecuador y el sur de Colombia.

Entre julio y agosto el mapa meteorológico que dibuja La Niña puede ser muy distinto al de invierno en el hemisferio norte. La sequía durante esos meses se puede instalar entre el sur de Brasil, Uruguay y el norte y este de Argentina. Llega el calor intenso a la mitad oriental de Australia, y el fresco al oeste de Africa, se intensifica el monzón de la India y Bangladesh, y llueve más en algunos países del sur de Asía y en la región del Caribe. Por lo que a huracanes se refiere, la temporada en el Atlántico suele ser más activa de lo normal, mientras que en el Pacífico se diluye y el número de tormentas que se forman es menor.

¿Como impactará La Niña en la meteorología de España?

La teleconexión entre El Niño y las anomalías meteorológicas en España no tiene un patrón bien definido, y siempre ha sido complicado encontrar una relación clara que refleje la situación durante años de El Niño.

Lo mismo ocurre con La Niña, aunque se han llevado a cabo varios estudios sobre el tema, y algunos han conseguido relacionar de manera estadística el aumento de las precipitaciones en algunas comunidades con el fenómeno, las conclusiones no tienen el peso deseado.

En general, el clima de Europa no tiene una conexión clara con Niños y Niñas, o por lo menos aún no hemos conseguido descifrarla. Habrá que seguir estudiando con detalle a estos caprichosos de la naturaleza que cada vez parecen llegar más nutridos.

Años de El Niño (rojo) y La Niña (azul) desde 2002 hasta 2012.

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