Vivimos en la Tierra más cálida de los últimos 120.000 años
El 2020 fue uno de los tres años más cálidos desde que hay registros con un aumento de la temperatura media mundial de 1,2 °C y una emisión de gases de efecto invernadero que sigue creciendo.
Mario Picazo
El 2020 fue uno de los tres años más cálidos desde que hay registros con un aumento de la temperatura media mundial de 1,2 °C y una emisión de gases de efecto invernadero que sigue creciendo
Que la Tierra es cada vez más cálida es un hecho demostrado al que los humanos nos vamos acostumbrando, pero que hayamos alcanzado la temperatura más elevada de los últimos 120.000 años llama poderosamente la atención. Muchos os preguntaréis ¿cómo son capaces los científicos de reconstruir el clima de hace tantos años?
Hay varios métodos, entre ellos, el estudio de sedimentos, fósiles, árboles y otros elementos, pero fundamentalmente, el que más se utiliza, es el análisis del hielo a muchos metros de profundidad que contiene burbujas de aire y otras sustancias. Un exhaustivo análisis de ese hielo, nos puede dar información detallada sobre cómo pudo ser el clima terrestre hace miles de años.
Hace solo unas semanas, los expertos de AEMET indicaban, por ejemplo, que en España este mes de marzo 2021 había sido el más seco del siglo. El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) registró a nivel global en este mismo mes una anomalía positiva de temperatura a nivel global de 0.2oC (respecto a los valores medios de 1991-2020). Por delante de este marzo de 2021 hay otros siete meses de marzo que han sido más cálidos y todos se han registrado desde 2010.
Este periodo interglaciar que tuvo lugar hace unos 115.000 a 130.000 años era más cálido que el que vivimos hoy, con valores medios de temperatura entre 1 y 2 oC por encima de los actuales. Los años más cálidos, así como las eras glaciares anteriores o posteriores, eran periodos completamente naturales, moldeados por el ciclo climático de la tierra y factores externos como nuestra posición respecto al sol durante ese periodo.
A diferencia de ahora, los periodos de enfriamiento y calentamiento del planeta ocurrían gradualmente durante miles de años. Pero, el rápido calentamiento que ha vivido la tierra en estos últimos 150 años no tiene nada que ver con el pasado, es claramente un cambio ligado a nuestra actividad, cuyo resultado final es un constante aumento de la concentración gases tipo efecto invernadero (entre ellos el dióxido de carbono), resultantes del uso descontrolado de combustibles fósiles.
El paleoclimatólogo de la Universidad de Oregón, Patrick Bartlein, ha estudiado el cambio de las temperaturas terrestres con detalle desde la última era glaciar. Para el, y otros muchos expertos en esta materia, no hay duda alguna que la tierra está pasando por su clima más cálido de los últimos 120.000 años, incluso por encima de la etapa más cálida de la era post-glaciar, la del Holoceno, hace 7.000 años.
En la facultad de estudios forestales y medioambientales de la Universidad de Yale, Jennifer Marlon también sigue de cerca los intensos calores registrados en la tierra esta última década. Entre sus descubrimientos destaca que, durante el periodo más cálido del Holoceno, solo el hemisferio norte experimentaba veranos calurosos. Hoy en día, sin embargo, las anomalías térmicas positivas duran todo el año.
Hoy en día las concentraciones de dióxido de carbono (C02) en la atmósfera son las más altas de los últimos 800.000 años
Mientras la Tierra mantiene este ritmo acelerado de calentamiento debido a causas no naturales, algunos científicos apuntan que el ciclo climático natural del planeta podría llevarnos poco a poco hacia un clima más parecido al que ya se vivió durante el periodo Eemian. De ser así viviríamos en un clima mucho más cálido, con niveles de mar bastante más elevados debido sobre todo a un deshielo masivo de muchos glaciares y a la expansión de los océanos.
Pero, hay una gran diferencia entre el periodo Eemian de entonces y el que podríamos vivir ahora, las concentraciones de dióxido de carbono (C02) en la atmósfera. Hoy en día son muy altas, las más altas de los últimos 800.000 años. Los valores actuales de dióxido de carbono rondan las 409 partes por millón, mientras que en el periodo Eemian de miles de años estaban en torno a las 280 partes por millón.
La pandemia no ha desacelerado el calentamiento global
Justo esta semana la Organización Meteorológica Mundial presentaba un informe en el que mostraba que los indicadores habían empeorado en 2020 y los impactos del cambio climático se agravaron en este año. La combinación de los fenómenos meteorológicos extremos y la enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID?19) asestó un golpe por partida doble a millones de personas en 2020. La desaceleración de la economía relacionada con la pandemia, sin embargo, no logró frenar los motores del cambio climático ni la aceleración de sus impactos.
El 2020 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del fenómeno de enfriamiento de La Niña. La temperatura media mundial fue de aproximadamente 1,2 °C superior a los niveles preindustriales (1850?1900). Los seis años transcurridos desde 2015 son los más cálidos de los que se tienen datos. La década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada.
La década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada.
Las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero siguieron aumentando en 2019 y 2020. El promedio mundial de las fracciones molares de dióxido de carbono (CO2) ya ha superado las 410 partes por millón (ppm), y si se mantiene la tendencia de la concentración de CO2 de los años anteriores, podría alcanzar o superar las 414 ppm en 2021, según se desprende del informe de la OMM.
Sabemos desde hace años que el C02 atrapa calor, y que el aumento de las concentraciones de este gas, en relación con el que ocurría en el pasado de manera natural, es totalmente antinatural. Con tanto dióxido de carbono en la atmósfera está claro que la temperatura seguirá subiendo, pero ¿cuánto tardará en subir y a qué ritmo?