¿Por qué la escasez de lluvia y viento dispara la factura de la luz?

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La producción de electricidad por parte de las energías renovables es un factor que influye en la subida del precio de la luz pero no el único.

El mes de agosto ha cerrado con la cuarta factura de la luz más cara de la historia, según ha señalado la organización de consumidores FACUA. Un incremento en el precio de la electricidad que se debe a varios factores, entre ellos, las características meteorológicas de este verano.

En este periodo, el aumento de la demanda de la electricidad por las olas de calor de las últimas semanas ha propiciado que se recurra al uso de combustibles fósiles, como el gas o el carbón, para producir la energía suficiente que abastezca las necesidades de luz.

Esto ocurre, en parte, debido a que la escasez de precipitaciones de los últimos meses y la falta de viento ha impedido que estas energías renovables sean capaces de generar electricidad al mismo ritmo que la población la demandaba.

La escasez de lluvia y la falta de viento ha impedido que estas energías renovables sean capaces de generar electricidad al ritmo que la demanda

Un descenso en la producción de energía renovable

Según los datos de Red Eléctrica Española, durante el mes de julio de 2018, el 37% de la electricidad producida en España tenía como origen una fuente de energía renovable – un 14% a través de infraestructuras hidráulicas y un 12% turbinas eólicas, entre otras-.

Sin embargo, en el mes de agosto de este mismo año, la electricidad abastecida por energías renovables se redujo al 33%, siendo un 10% por generación hidráulica y un 14% por energía eólica.

Fuente: Red Eléctrica Española

Fuente: Red Eléctrica Española

Este descenso en la producción por parte de las fuentes renovables ha propiciado que, para generar electricidad, haya que recurrir a instalaciones de ciclo combinado, que funcionan con gas natural, o centrales térmicas, que utilizan carbón, dos de los combustibles fósiles que han incrementado su precio en los últimos tiempos debido a la situación económica internacional.

Una factura de la luz más cara

Esta situación, unida a la mayor demanda de electricidad a finales de agosto por las olas de calor -entre otras razones, por el uso del aire acondicionado – ha provocado que este mes de agosto acabe con el recibo de la luz más caro desde enero de 2017.  

“Entre el 1 y el 31 de agosto de 2018, el recibo del usuario medio con las tarifas semirreguladas se ha situado en 80,73 euros, casi 9 euros por encima de los 71,82 euros de agosto de 2017”, señala FACUA, lo que significa que la factura de la electricidad se haya incrementado en un 12,4%.