Vida sana: 10 consejos para protegerte de la contaminación

Enfermedades cardiovasculares, respiratorias y oncológicas, detrás del incremento de la contaminación de los últimos años.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Enfermedades cardiovasculares, respiratorias y oncológicas, detrás del incremento de la contaminación de los últimos años

La contaminación supone un riesgo medioambiental para la salud. Un problema vinculado ya directamente con muchas de las enfermedades más extendidas entre los países desarrollados: no sólo patologías respiratorias, sino también enfermedades cardiovasculares y oncológicas.

La polución ambiental, además, no sólo se restringe al aire que respiramos en la calle o en espacios abiertos. La contaminación interior es ya una preocupación para las autoridades sanitarias: se trata de las sustancias tóxicas que permanecen suspendidas en nuestros hogares y oficinas.

Estas pequeñas partículas y otros contaminantes -procedentes del exterior y también de materiales que generan polvo, hongos y otras toxinas dentro de nuestras casas– inflaman las vías respiratorias y los pulmones, dificultando la respuesta inmunitaria y reduciendo la capacidad de oxigenación de la sangre.

La escasez de lluvias que estamos viviendo en los últimos meses no hace más que empeorar esta situación, impidiendo limpiar el ambiente de contaminantes. Ante la necesidad de aumentar la concienciación para promover un estilo de vida saludable -más allá de la polución-, aquí os dejamos una batería de consejos para protegernos de la contaminación.

Cómo protegerte de la contaminación interior

La exposición a la contaminación del aire en espacios interior duplica el riesgo de neumonía en niños. Además, una cuarta parte de todas las defunciones prematuras debidas a accidente cerebrovascular se pueden atribuir a la contaminación del aire de interiores.

La contaminación interior supone ya un problema igual de importante que la polución exterior. De hecho, el aire que respiramos en espacios cerrados puede llegar a estar de media de 2 hasta 8 veces más contaminado que el aire que respiramos fuera. Protegernos de la polución en espacios cerrados cobra importancia si se tiene en cuenta, además, que el 90% de nuestro tiempo lo pasamos en zonas cerradas (vivienda, oficina, tiendas…).

¿Qué podemos hacer para evitar que perjudique nuestra salud?

1 – EVITA FUMAR: Las partículas del humo del tabaco pueden llegar a ser tan nocivas como las desprendidas por un tubo de escape, especialmente las que permanecen en suspensión con un tamaño menor 2,5 micras. Por este motivo, la última Ley Antitabaco prohibió fumar en espacios públicos cerrados. Si fumas y lo haces en casa, intenta hacerlo sólo en una habitación que cuente con una correcta ventilación.

2 – PURIFICA EL AIRE: Se trata de dispositivos que eliminan rápidamente todo tipo de partículas contaminantes que se encuentran en el aire. Especialmente útil para personas con enfermedades respiratorias (asma, alergias…), problemas en la piel (dermatitis atópica) o problemas cardiovasculares. Lo recomendable es utilizar un purificador que filtre la totalidad de partículas, como el purificador Pure Aire de Rowenta, que filtra hasta un 99,5% de la contaminación y destruye por completo el formaldehido, y además reconoce el grado de polución que existe en cada espacio.

3 – TEXTILES NATURALES: Los textiles son excelentes acumuladores de partículas tóxicas y hongos. Pero, además, algunos materiales son generadores también de sustancias contaminantes. Por eso, si quieres protegerte de la contaminación ambiental interior lo ideal es que utilices en la medida de lo posible fibras naturales (algodón, lino…) y materiales orgánicos (bambú, vidrio, corcho…)

4 – VENTILACIÓN CORRECTA: Si quieres ‘blindarte’ de las sustancias nocivas en tu hogar, lo primero que debes hacer es tener una correcta ventilación. Parece sencillo, pero debes saber que abrir las ventanas a determinadas horas puede llegar a ser especialmente nocivo. Evita las horas centrales y las noches para ventilar -ya que es el momento en que la calidad del aire es más perjudicial-. Aprovecha la primera hora de la mañana -cuando la polución exterior aún no es elevada- para abrir las ventanas durante al menos 10 minutos.

5 – FILTROS RENOVADOS: Si tienes aire acondicionado o bombas de calor-frío en casa debes cuidar su mantenimiento. Es recomendable sustituir el filtro cada al menos dos meses y hacer una limpieza completa del sistema de ventilación de la casa una vez al año, ya que estos filtros son grandes acumuladores de polvo, hongos y otras toxinas contaminantes.

Cómo protegerte de la contaminación exterior

No sólo la polución ambiental está detrás de muchas enfermedades respiratorias. De hecho, la contaminación no está detrás de la mayoría de las muertes por este tipo de patologías. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son las cardiopatías isquémicas (40%) y los accidentes cerebrovasculares  (40%) los principales problemas relacionados con la contaminación atmosférica.

A éstas le siguen la neumopatía (11%), el cáncer de pulmón (6%), y finalmente, las infecciones en las vías respiratorias en niños (3%).

En este sentido, diferentes sociedades científicas han firmado protocolos para la prevención de los factores ambientales que afectan directamente a la salud. Entre las medidas a tener en cuenta se encuentran:

6 – GRUPOS DE RIESGO: Los niños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con dolencias respiratorias o cardiovasculares deben extremar las precauciones.

7 – EJERCICIO: Evita, en las horas centrales del día, cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre.

8 – TRABAJO: Los niveles muy altos de ozono se producen fundamentalmente a partir de las 14-15 horas. Lo conveniente es adaptar los horarios laborales de los sectores que conllevan trabajos con esfuerzo físico al aire libre para evitar las horas de la tarde.

9 – INFORMACIÓN: Infórmate de la evolución de la contaminación y de los índices de calidad del aire, las áreas más afectadas y la duración de los episodio.

10- TRANSPORTE: Evita el transporte rodado que contribuya aún más la contaminación. Opta por rutas con poco tráfico y calles tranquilas para pasear. En el coche, utiliza el aire reciclado y descarta los difusores de aire para evitar que entren partículas contaminadas al interior.