Verano de temperaturas récord en la Tierra, ¿qué está pasando?

Este 2018 seguimos batiendo récords de temperatura en muchos rincones de nuestro planeta. ¿Porque está haciendo tanto calor? Acabará siendo este, el año más caluroso desde que hay registros?

Mario Picazo

Mario Picazo

El arranque de julio ha traído a un buen número de rincones de nuestro planeta temperaturas récord: Oriente Medio, California, pero también Canadá, Escocia, Irlanda y otras muchas localidades del hemisferio norte, han visto como se alcanzaban las temperaturas más altas desde que hay registros oficiales.

Grandes extensiones de intenso calor han dominado el panorama meteorológico por todo el hemisferio norte, provocando temperaturas muy por encima de lo habitual, tanto durante los momentos más calurosos del día como durante las horas en teoría menos calurosas. En Canadá, las olas de calor este verano ya se han cobrado la vida de 54 personas y muchas otras se han visto afectadas.

El intenso calor se ha notado en la ciudad de Karachi donde en abril los termómetros superaban los 50 grados a la sombra.

En una de las regiones más frías del planeta, el norte de Siberia, cerca de la costa del océano Ártico, los modelos numéricos pronosticaban (ante la ausencia de registros) temperaturas de 32oC el 5 de julio, unos 15 grados por encima de la media habitual. Sin duda una de las anomalías térmicas que más llaman la atención, sobre todo por la zona del planeta donde se han registrado.

A principios de julio, el continente africano registraba la temperatura récord medida en una garita meteorológica desde que hay registros. Ocurría en la localidad argelina de Ouargla, donde la máxima alcanzaba los 51.3oC a la sombra. Anteriormente, el récord oficial de temperatura más elevada se había registrado el 13 de julio de 1961 en Marruecos.

Simulación de temperaturas máximas con el modelo GFS para el 3 de julio de 2018.

Ninguno de estos récords de temperatura por si solos se pueden atribuir al calentamiento de la tierra, pero en conjunto, si reflejan la tendencia que se viene observando, sobre todo esta última década, con el constante aumento térmico a nivel global.

En Norte América los récords han sido varios. El pasado 6 de julio, Van Nuys, una de las muchas ciudades que forman el gran Los Ángeles, alcanzó un récord histórico con una máxima de 47.2oC. El 28 de junio Denver, Colorado, empató su récord con 40.5oC y aunque no parezca mucho, en Burlington, Vermont, se alcanzaron los 26.6oC. Tampoco se han quedado cortos de calor en el sudeste de Canadá, donde el impacto sobre la población ha sido tremendo. Montreal batía el record registrado hace 147 años con una máxima de 36.6oC el 2 de julio.

Anomalías de Geopotencial a 500hPa el 1 de julio de 2018 con una clara anomalía positiva sobre el sudeste de Canadá.

En Europa destacan las temperaturas máximas alcanzadas en las Islas Británicas. Glasgow, Escocia, llegaba a una temperatura récord de 31.9oC. Shannon, en Irlanda, hacia lo mismo con sus 32oC, mientras en Irlanda del Norte, Belfast llegaba a los 29.5oC.

Los que habéis seguido de cerca el mundial de fútbol en Rusia, habréis visto a muchos jugadores sudar y bien la camiseta, o muchos seguidores en las gradas sin ellas. El calor ha sido especialmente intenso en el sur del país pero también la elevada humedad. En cuanto a récords de temperatura en la región, destacan los 40.5oC de Tbilisi, Georgia y los 42oC de Yerevan, Armenia. Aunque en España superamos esos valores con frecuencia en el sur peninsular, en esas regiones no es tan habitual ver valores tan elevados.

Anomalías térmicas el11 de julio de 2018.

A estas anomalías térmicas podríamos sumar otras muchas registradas en 2018 entre las que destaca el récord de temperatura mínima más alta de 42.6oC en Quriyat, Omán, y la máxima global para un mes de abril registrada en Pakistán, con 50.2oC.

Una serie de anomalías térmicas repartidas por el planeta a lo largo del año puede parecer normal; pero tantas anomalías térmicas en tan poco tiempo y cuando solo llevamos consumido poco más de medio año, llama poderosamente la atención.

Aunque los registros térmicos suelen oscilar a lo largo del año, lo que llevamos de 2018 refleja claramente el impacto humano cada año más evidente, y que en pequeñas proporciones aquí y allá, va sumando a la temperatura global del planeta. ¿Será 2018 el año más cálido desde el comienzo de nuestros registros térmicos? Si seguimos sumando récords de temperatura durante los más de cinco meses de año que quedan, seguramente sí.