Una isla multiplica por 5 su tamaño

La isla japonesa de Nishinoshima ha multiplicado cinco veces su tamaño debido a la erupción de un volcán que lleva seis meses expulsando magma.

Mar Gómez

Mar Gómez

La isla japonesa de Nishinoshima ha multiplicado cinco veces su tamaño debido a la solidificación de la lava, resultado de la erupción de un volcán que lleva seis meses expulsando magma.

Esta isla, situada a unos 1000 kilómetros al sur de Tokio y con un tamaño antes de la erupción de tan solo 290 metros cuadrados, ha seguido aumentando su tamaño hasta alcanzar 1.4  kilómetros cuadrados. Al principio lo que se formó fue una nueva isla, pero la continua emisión de lava por parte del volcán hizo que esa nueva isla se uniera a Nishinoshima aumentando su tamaño.

La erupción, que tuvo lugar el pasado 20 de noviembre ha sido la primera en Japón tras cuatro décadas de inactividad volcánica.

El profesor en geología del instituto Tecnológico de Tokio, Kenji Nogami, destacó que la lava está fluyendo también desde otros puntos diferentes al cráter. También afirmó que es muy inusual que un volcán del archipiélago japonés siga expulsando magma seis meses después de la primera erupción. Según Nogami, la lava aún seguirá fluyendo durante un tiempo con la consecuente expansión de la isla.

Además ¿sabéis que las cenizas y gases emitidas por los volcanes modifican la temperatura superficial de nuestro planeta?

Cuando un volcán entra en erupción libera a la atmósfera grandes cantidades de gases y ceniza. En la nube volcánica uno de los gases más importantes es el dióxido de azufre, que en su ascenso puede combinarse con el vapor de agua y formar pequeñas gotitas de agua, cristales de acido sulfúrico y otros sulfatos. Estas partículas van a actuar como espejos, reflejando la radiación del sol y disminuyendo la energía total que llega a la superficie terrestre y produciendo un efecto total sobre el clima, disminuyendo su temperatura superficial.

Sin embargo es importante saber que no todas las erupciones llegan a producir un impacto apreciable en el clima ya que para que se perciba este enfriamiento de forma global y de manera prolongada, es necesario que la erupción sea intensa para que las cenizas lleguen hasta la estratosfera (la capa por encima de la que nos encontramos, la troposfera). Allí las partículas se distribuyen gracias a la circulación atmosférica y además pueden permanecer durante varios años, aumentando su impacto sobre la temperatura. Es por ello que a la estratosfera también se la conoce con el nombre de “almacén de contaminantes”.