Se espera un verano «plagado» de medusas

Las previsiones identifican un verano con un alto índice de medusas en la costa catalana y extensible a la mediterránea. 

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las previsiones, debido a las condiciones climáticas de este año, los registros históricos y la falta de depredadores, identifican un verano con un alto índice de medusas en la costa catalana y extensible a la mediterránea. 

En las últimas semanas se ha notado un incremento de medusas en zonas concretas de la costas catalanas. Un aumento en el número de ejemplares que también se espera que ocurra durante este verano debido a las condiciones climáticas de este año.

“El resultado de 25 años años de análisis nos permite dimensionar el problema y probablemente en este 2018 haya más medusas que los anteriores en las costas catalanas aunque estas conclusiones podrían ser extensible al resto de costas mediterráneas”, destaca a Eltiempo.es Josep María Gili Sarda, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC.

Concretamente, en los meses de verano de este 2018, los expertos esperan que a las medusas habituales de cada año, se sumen las que provengan de mar abierto, especies como la velella o la pelagia. “Este año que tendremos las que siempre tenemos de costa y más las llegada de aquellas medusas de mar abierto de una manera mucho más frecuente que en anteriores”, vaticina Gili Sarda.

“Si existe el mismo plancton, y cada vez menos depredadores que se las coman, pueden crecer mucho más”.

No obstante, el experto recuerda que aunque se puedan registrar más ejemplares que otros años, de los noventa días que dura el verano, como mucho las playas tendrán medusas un máximo de tres semanas. “Como mucho, las playas van a tener de 15 a 20 días de medusas y nunca van a estar más de 3 días seguidos o sea que si que tenemos medusas y habrá muchos días que no habrá”, detalla el investigador del CSIC.

Condiciones climáticas especiales para las medusas

Los registros analizados de las últimas décadas permiten asegurar que cada seis o siete años se dan las características climatológicas y geográficas que apropiadas para la llegada masiva de las medusas a las costas. “Estas condiciones favorecen que lleguen más medusas a nuestras playas desde mar abierto de lo habitual porque el agua del mar abierto superficial es bastante similar al agua costera y, al soplar los vientos, las medusas de la costa se mezclan y pueden llegar con mayor facilidad”, alega Gili Sarda.

“Como mucho, las playas van a tener de 15 a 20 días de medusas y nunca van a estar más de 3 días seguidos»

Esta situación se produce en inviernos que, aunque ha habido lluvias, el agua no ha llegado a la costa porque se ha almacenado en los embalses o porque, por ejemplo, el sol aún no ha calentado lo suficiente la costa como para que esa diferencia de temperatura entre el agua de costa y el agua del mar abierto sea notable.

“Lo extraordinario de este año es que la especie que ha llegado es la velella, también a Baleares. Lo que más nos ha sorprendido es que hay volúmenes de medusas que superan 10 veces los habituales”, subraya Gili Sarda.

Las medusas tienen menos depredadores

Además de por las condiciones climáticas, los altos volúmenes de medusas son consecuencia de la falta depredadores, según la comunidad científica. “Hay muchas porque cada vez tienen menos depredadores, existen menos peces y tortugas que se las coman y esta es una de las causas importantes”, explica el experto del CSIC. “Si existe el mismo plancton, y cada vez menos depredadores que se coman las medusas, pueden crecer mucho más”, advierte.