Confirmado: el cambio climático traerá DANAs más intensas a España

Entre los efectos que puede sufrir nuestro país debido al calentamiento global están las lluvias torrenciales e inundaciones.

Mar Gómez

Mar Gómez

El cambio climático ha pasado de ser un mero término a convertirse en una emergencia a nivel global. Los fenómenos meteorológicos extremos se agudizarán en las próximas décadas y las sequías, olas de calor, noches tropicales y lluvias torrenciales se intensificarán en el futuro.

Además, se espera un aumento en los huracanes de mayor categoría en la cuenca del Atlántico. Sin embargo, España no es un país afectado por huracanes, pero sí por las conocidas coloquialmente como gotas frías, técnicamente designadas como DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos).

La pregunta que surge es que, si muchos de los fenómenos mas extremos se tornaran mas intensos en los próximos años, ¿podrían las DANAs traer consecuencias mas graves cuando se produzcan?

¿Qué es una DANA o gota fría y cómo se forma?

En la troposfera —la capa de la atmósfera en la cuál se producen los fenómenos meteorológicos— existe una circulación atmosférica que puede dar lugar a la formación borrascas y anticiclones. Las borrascas implican tiempo inestable, precipitaciones y nubosidad. Estas borrascas pueden formarse en superficie o bien en altura, es decir en capas superiores de la atmósfera.

Cuando una borrasca (o depresión) se forma en niveles altos y se encuentra aislada del resto de la circulación atmosférica se dice que se ha formado una DANA, de ahí su nombre.

Estas borrascas en altura suelen aislar aire más frío en capas altas. Cuando este aire frío se desplaza sobre una región en superficie mas cálida, se produce una interacción entre las masas de aire de diferente temperatura y humedad que suele desembocar en la formación de fuertes tormentas que traen lluvias, en muchos casos, de carácter torrencial.

Un Mediterráneo más caliente… ¿una olla a presión?

El mar Mediterráneo ofrece este ingrediente necesario para la formación de fuertes tormentas y lluvias intensas. Sus aguas más calientes al final del verano actúan como mecanismo disparador de las tormentas y lluvias torrenciales cuando se produce la llegada de una DANA.

Pero claro, hay que tener en cuenta que la temperatura del mar está aumentando con un aumento de 0,8ºC en los últimos cien años en el litoral mediterráneo español y con un ascenso muy acelerado desde 1980.

Aumento de la temperatura de la superficie del mar Mediterráneo entr el período 1982-2016. (Artículo científico: Sea Surface Temperature in the Mediterranean: Trends and Spatial Patterns Francisco Pastor
Jose Antonio Valiente
José Luis Palau )

Todo ello en un proceso de acumulación de calor en los meses de primavera (mayo-junio) y que se alarga en verano hasta bien entrado el otoño (octubre y comienzos de noviembre).  

Las gotas frías han dejado de ser un fenómeno de otoño para estar presentes nueve meses al año en el Mediterráneo.

Según las proyecciones de cambio climático para las próximas décadas, la temperatura del Mediterráneo seguirá subiendo. Esto hace que sea más fácil que se formen nubes de tipo tormentoso y que las lluvias se concentren en un menor espacio de tiempo pudiendo descargar entre 100 y 200 litros por metro cuadrado en tan solo una hora.

Además, según un informe del laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, las gotas frías han dejado ya de ser un fenómeno del otoño para pasar a estar presente nueve meses al año: desde el inicio de la primavera hasta el final del otoño.

Así que sí, todo parece indicar que cuando se produzcan estas DANAs o gotas frías los efectos y consecuencias podrían ser más intensos y severos.