¿Suenan las auroras boreales?

Las auroras boreales son un gran espectáculo visual, pero ¿emiten algún sonido?

Marian

Marian

Son muchas las leyendas laponas las que hablan de las auroras boreales. Según la cultura finlandesa, el zorro ártico va rozando con su cola las montañas en su camino hacia el ‘lejano norte’, provocando unas chispas y produciendo las auroras boreales. En otras regiones como Groenlandia, son las almas de los muertos subiendo al cielo las que generan estas luces en el cielo. Existen muchos mitos alrededor de este fenómeno (a cada cual más imaginativo, fruto seguramente de alguna locura producida por congelamiento cerebral), pero el más controvertido siempre ha sido el de los extraños crujidos y murmullos que mucha gente asegura haber escuchado durante una aurora boreal. ¿Suenan realmente?

Fuente: http://www.nationalgeographic.com/ (Tommy Eliassen)

Las auroras boreales han destacado desde la antigüedad por su inigualable belleza visual, pero no fue hasta hace apenas dos años cuando unos científicos finlandeses de la Universidad de Aalto lograron grabar los sonidos asociados a estos fenómenos luminosos. Los investigadores instalaron micrófonos en tres localizaciones distintas sobre el suelo y trataron de descifrar la procedencia de los sonidos que habían grabado. Lo que encontraron fue que estos sonidos registrados se producían a tan solo 70 km del suelo, y que además seguían el patrón típico de una aurora boreal.

El por qué se generan estos murmullos boreales es todavía un misterio para la comunidad científica. No aparecen con regularidad cuando se produce una aurora, y la gente que dice haberlos escuchado no suele coincidir con la descripción (latigazos, palmas, chisporroteo, silbidos, crujidos, explosiones… cada finlandés se explica como puede). Aunque aún no está científicamente demostrado que los sonidos provengan de las auroras boreales, sí que parecen estar relacionados con una alta actividad geomagnética. Las partículas energéticas traídas con el viento solar chocan con la magnetosfera terrestre y producen las luces que se ven. Al parecer, estas partículas, o las perturbaciones geomagnéticas asociadas a ellas, generan ya muy cerca de la tierra estos sonidos. No obstante, para poder escucharlos hay que tener un oído muy fino. Y un abrigo muy gordo.

Fuente: www.flickr.com (@vincephoto)

Existe también la teoría de que las ondas de radio de frecuencias muy bajas que se dan con las auroras pueden transformarse en ondas sonoras. Una simple hoja de pino o un pelo de nuestra cabeza pueden hacer de antena, vibrar y transformar la energía de radio directamente en sonido. Esto explicaría por qué no todo el mundo puede oír las auroras, o por qué diferentes personas perciben sonidos distintos. Este último video muestra el resultado de convertir las intensas ondas de radio en sonido. Pobres de aquellos que tengan la melena aficionada generar semejantes ruidos con las ondas de radio. Menudo dolor de cabeza.