Los sorprendentes datos que nos dejan más de 50 años de incendios forestales en España

¿Cuáles fueron los años más devastadores, las regiones más castigadas o los meses en los que se concentran estos incendios?

Antonio Sánchez Sánchez

Antonio Sánchez Sánchez

¿Cuáles fueron los años más devastadores, las Comunidades Autónomas más castigadas o los meses en los que se concentran estos incendios forestales?

Los incendios forestales son, en España y en nuestro planeta, una de las principales amenazas para el medio ambiente y, en definitiva, para el ser humano. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) es el encargado de manera anual y decenal de hacer balance de los estragos ocasionados por estos incendios. Gracias a sus informes, se pueden obtener datos tan interesantes como los que se van a plasmar a continuación.

Casi 8 millones de hectáreas quemadas desde 1968 en incendios forestales en España

La superficie total afectada en hectáreas desde 1968 es de 7.827.507,92 hectáreas. Para hacernos una idea, esta superficie es muy similar al tamaño de Castilla-La Mancha entera (7.946.100 hectáreas). El 37,5% de la superficie afectada por los incendios era superficie arbolada (2.931.982,45 hectáreas). 

Un total de 625.976 siniestros estuvieron detrás de la cifra de superficie afectada. Más de 2.000 de estos siniestros se consideran grandes incendios forestales ya que quemaron una superficie superior a las 500 hectáreas.

1985 y 1994, los años con más superficie quemada en nuestro país

En cuanto a la variación anual de los incendios, existen grandes diferencias, como se puede observar en las gráficas que aparecen. En el periodo comprendido entre 1968 y 2020, se observa que en las décadas de los 80 y 90 se produjo la mayor parte de la quema del territorio. 

El año con mayor superficie quemada en el cómputo anual fue 1985 (con 484.752 hectáreas), de los cuales 159 fueron grandes incendios. En cuanto a superficie arbolada, el año en el que más árboles acabaron calcinados fue 1994, con 250.421 hectáreas menos de bosque. 

En los últimos años, en las gráficas se observa un gran descenso tanto del número de siniestros como de la superficie quemada y del número de grandes incendios. Esto se debe a una mayor concienciación de carácter medioambiental por parte de la población, así como a un mayor control gubernamental mediante normativa antiincendios. No todo iban a ser malas noticias.

Los diez incendios forestales más grandes de España. 

El incendio que más superficie calcinó a su paso de la historia de nuestro país fue el de Cortes de Pallás entre junio y julio de 2012, en la provincia de Valencia, con 30.691,39 hectáreas en total. Esta superficie es mayor que la de la canaria isla de el Hierro (26.870 hectáreas). Es en la provincia de Valencia donde encontramos cuatro de los 10 incendios más grandes: el de Andilla, también entre junio y julio de 2012 (23.273 hectáreas), y los de Millares (25.930 hectáreas) y Requena (24.770 hectáreas), ambos en julio de 1994. 

El segundo incendio más grande devastó 29.946 hectáreas de las provincias de Huelva y Sevilla. Se originó en el municipio de Minas de Riotinto y se produjo entre los meses de julio y agosto del año 2004. 

Todos estos grandes incendios se originaron en la región Mediterránea y Canarias, y en época de verano. La gran envergadura de estos incendios puede estar relacionada con la sequedad estival, que contribuye a que el fuego se propague con rapidez y afecte a una superficie mayor. 

La mayor parte de la superficie afectada por los incendios se encuentra en zonas del noroeste del país.

Aunque los incendios de mayor envergadura se concentran en el Mediterráneo y en Canarias, las Comunidades Autónomas que más superficie han visto quedar arrasadas por los incendios se sitúan en el noroeste peninsular. Galicia es la comunidad que más terreno quemado suma desde 1990, con más de un millón de hectáreas (1.037.745 hectáreas). Esta superficie equivaldría a algo menos que la de la Comunidad Foral de Navarra entera (1.039.000 hectáreas). A esta le sigue Castilla y León, con 773.268 hectáreas quemadas, siendo las provincias de Zamora y León las más afectadas. 

Por otro lado, las Comunidades Autónomas que acumulan menos superficie calcinada son La Rioja (5347 hectáreas) y País Vasco (18.835 hectáreas), ambas con menos de 20.000 hectáreas afectadas por incendios. 

El verano es la estación en la que se producen la mayor parte de los incendios forestales

En concreto, el mes de agosto es el mes que más superficie quemada acumula de la serie comprendida entre 1996 y 2015. De esos 20 años, en el 50% de ellos es agosto el mes con más hectáreas calcinadas . El siguiente mes sería julio, con cuatro de los 20 años como mes en el que más superficie fue arrasada por los incendios. 

El verano parece ser, por lo tanto, la época en la que más superficie se ve afectada por los incendios. Además, los 10 incendios más grandes se originaron todos en esta estación. No obstante, existe una cierta tendencia de estos incendios a originarse antes, como se puede observar en la línea de tendencia de la gráfica. 

El reto de los incendios forestales en España, en el contexto actual

Aunque la cantidad de superficie quemada en conjunto se ha reducido mucho desde el año 2000, el número de incendios producidos en los últimos veinte años sigue siendo bastante elevado. Por lo tanto, este hecho no debe ser utilizado como excusa para reducir los esfuerzos en la lucha contra los incendios. 

Se deben seguir tomando medidas desde las instituciones, pero, sobre todo, debemos de seguir concienciados todos los ciudadanos de la importancia de cuidar nuestros bosques. Suponen una importante fuente de oxígeno así como de materia prima y patrimonial valiosísima, y más en la actualidad en plena lucha contra el cambio climático. Los incendios suponen importantes aportes a la atmósfera de gases de efecto invernadero, sobre todo de CO2. El aumento de estos, por lo tanto, significa también un aumento del efecto invernadero. 

En definitiva, hay que amar y respetar nuestro entorno para poder seguir disfrutando de él por muchos más años, así como para nuestra propia supervivencia como especie.