Se cumplen 61 de la mayor ola de frío en España

Febrero de 1956 registró la mayor ola de frío en España desde que hay registros. Repasamos en el día del aniversario los récords gélidos alcanzados.

Eltiempo.es IA

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Hoy se cumplen 61 años de la mayor ola de frío en España desde que hay registros. Febrero de 1956 sufrió una excepcional ola de frío que duró alrededor de 21 días y en la cual las temperaturas marcaron su valor más bajo desde que hay registros.

El invierno de contrastes de 1956

Desde que había comenzado el invierno ese año se habían vivido días excepcionalmente cálidos o muy cálidos en casi toda España. Cuenta la prensa de la época que en diciembre se podía salir a la calle en mangas de camisa.

Enero comenzó igual y nada hacía pensar que en febrero la situación meteorológica iba a cambiar de forma tan radical. Fueron alrededor de 21 días que abarcaron tres episodios de frío intenso en la Península y Baleares.

El primero de ellos, entre el día 1 y 2 de febrero, fue debido a una entrada de aire frío siberiano y fue el que bajó de forma más radical las temperaturas. Se llegaron hasta los -40 o -50 ºC en puntos altos de los Pirineos y, de forma oficial, se llegaron a registrar -32 ºC en el lago Estany Gento (Lleida) a unos 2.200 metros de altitud, la temperatura más baja registrada en España.

También en el resto de España se llegaron a medir temperaturas excepcionales. En Madrid se registraron -9.1 ºC, su temperatura mínima más baja. En Pamplona se llegaron a los -15.2 ºC, Barcelona registró -6.7 ºC, -7.6 ºC en Castellón y -4.6 ºC en Alicante.

Tras un leve respiro, el 10 de febrero comenzó el segundo episodio gélido con la entrada de una nueva bolsa de aire frío siberiano. El día 12 la mínima alcanzó los -10 ºC en el aeropuerto de Palma de Mallorca.

La tercera entrada de aire frío procedía de latitudes árticas, y por ello con más humedad, por lo que dejó nevadas generalizadas.

La costa cantábrica y Baleares se tiñeron de blanco en varias ocasiones a lo largo de la gran ola de frío. Nevó a orillas del mar, en San Sebastián y en Santander. En Palma de Mallorca se midieron 20 cm de nieve y 15 cm en Ibiza. Y en el interior de Cantabria y en Burgos capital se midió más de un metro de nieve acumulada desde que comenzó la ola de frío.

Terminó febrero pero a pesar de que la ola de frío ya se había terminado se siguieron registrando heladas fuertes que provocaron que en algunos puntos la nieve se conservara hasta comienzos del mes de mayo.

Las consecuencias de la mayor ola de frío en España

La prensa del año 1956, poco habituada a hablar de meteorología de forma extensa, se hizo eco de esta gran ola de frío con multitud de titulares sobre el alcance y la persistencia del frío gélido y las graves consecuencias que habían causado en la agricultura.

Murieron muchos olivos, se helaron los algarrobos y miles de hectáreas de naranjos quedaron congelados por el frío.

En el resto de Europa también vivieron un frío excepcional en febrero de 1956, cuando se contabilizaron 1.000 víctimas mortales como consecuencia del frío.

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