Ropa sostenible para reducir el desgaste del planeta

Cada vez más marcas, especialmente en la industria de la moda, se suman a la ‘moda’ de la ropa sostenible en su compromiso medioambiental.

Noelia Hernández

Noelia Hernández

Cada vez más marcas, especialmente en la industria de la moda, se suman a la ‘moda’ de la ropa sostenible en su compromiso medioambiental

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La mitad de los consumidores digitales reconoce que en sus decisiones de compra tienen un alto peso las cuestiones medioambientales. Y son los calificados como millennials los más comprometidos con el uso de materiales sostenibles en los productos que consumen. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio realizado por GlobalWebIndex, dedicados a realizar análisis de mercado sobre las últimas tendencias de consumo.

Según los datos recopilados, el 60% de los que ahora tiene entre 22 y 35 años incluso está dispuesto a pagar más por ellos. La generación Z (16-21 años) parece seguir esta tendencia en el 58%, un porcentaje que sin duda se espera que aumente según vaya creciendo su poder adquisitivo. Unas preferencias que no son exclusivas de las nuevas generaciones. También las comparten los que están entre los 36-54 años (55%) y los nacidos durante el conocido como “baby boom” (46%).

Esta responsabilidad por el cuidado del medioambiente está ligada a las voces que alertan del desgaste que está sufriendo el Planeta. Hay recursos que son finitos, lo que hace necesario buscar nuevos materiales. Mientras que hay otros altamente contaminantes, y cuyo reciclaje y reutilización empieza a ser urgente. La prohibición en la Unión Europea del uso del plástico en la fabricación de determinados productos de cara al año 2021 es una clara muestra de ello.

Consumo más responsable

Los usuarios son conscientes de que han de empezar a consumir de manera más responsable. Pero también señalan el compromiso que han de adquirir los fabricantes y productores. El 52% de los consumidores cree que la responsabilidad recae en las marcas, de ahí que en los últimos años muchas de ellas tomen iniciativas en este sentido. Y en todos los sectores, uno de ellos el textil.

El 60% de los ciudadanos de entre 22 y 35 años está dispuesto a pagar más por compras comprometidas con el medio ambiente

La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, después de la petrolífera, según Koopera. Esta organización ha puesto en marcha la campaña “Save Water” para dar conocer los litros de agua que se necesitan para fabricar prendas de ropa nueva: 5.000 para una cazadora, 4.400 para unas zapatillas o 1.000 para una camiseta.

Junto al gasto de agua, el uso de plásticos y la emisión de gases contaminantes son los tres problemas a los que ha enfrentarse el sector textil para reducir su impacto en el medioambiente. La reutilización y el reciclaje de las prendas forman parte de la solución, pero también el uso de materiales más sostenibles en su producción.

Marcas más concienciadas

Entre las marcas que ya han iniciado estrategias en este sentido está Berg Outdoor. Esta empresa portuguesa nació en 2002. Se dedican a la fabricación de prendas para la práctica de actividades el aire libre. Su nombre, Berg, significa “montaña” en alemán y desde sus comienzos incorporaron la palabra “sostenibilidad” a su lista de valores como organización, comprometida con el cuidado y disfrute de la naturaleza.

Un compromiso con el sector textil que vieron reconocido en 2017 cuando recibieron el Winner Award en los premios ISPO, en la categoría de calzado al aire libre. Unos galardones que se otorgan cada año a los artículos deportivos más innovadores.

El producto premiado fue su zapatilla Jind por su “funcionalidad, estilo y características ecológicas”. Para su fabricación se utiliza Burel, un tejido natural 100% lana, y corcho. Sus materiales son totalmente reciclables, desde la suela, hasta el forro de cuero y los cordones de algodón. Además de ser termorregulable, repelente al agua, flexible y transpirable.

ropa sostenible Berg Outdoor

El corcho forma parte de las materias primas seleccionadas por Berg Outdoor para la fabricación de sus productos. Jind no es la única zapatilla de estas características en su catálogo, el modelo Sintra también se fabrica con corcho. Sus propiedades le convierten en un material muy elástico, además de poseer una conductividad térmica muy baja y repeler a los líquidos. Es hipoalergénico y ofrece una gran durabilidad.

Plástico y café como materiales alternativos

Junto al uso de materiales más sostenibles y reciclables, el otro reto de la industria textil es la reutilización de productos que, aparentemente, tienen una corta vida útil. El uso del plástico quizá sea el caso más popular, pero no es el único. El café molido usado empieza a ser un recurso habitual.

Una de las tecnologías desarrolladas para este fin es eco2sy. Un tejido producido a partir del plástico de botellas recicladas y de granos de café que empezó a comercializarse en el año 2009. Proporciona aislamiento térmico, es ligero y controla los olores. Berg Outdoor ya lo utiliza como relleno de sus chaquetas Fragas y Leomil. Además, todo lo que usa para su producción se puede reciclar.

Siguiendo con su política de cuidado medioambiental, esta empresa portuguesa también utiliza materiales reciclados post-consumo en su abrigo Montemor. En este caso con PrimaLoft Black Insulation Eco. Un aislamiento sintético que además sustituye al plumón natural, obtenido del plumaje de algunas aves con técnicas en ocasiones cuestionables.

La predicción por este tipo de prendas va acorde con las inquietudes de los más recientes y futuros consumidores. Se trata de nuevas generaciones que buscan alternativas más sostenibles a los productos tradicionales. Sectores como el de la cosmética o la alimentación ya están en su punto de mira. Y el de la moda ya empieza a experimentar su presión.