Riesgo fuerte de aludes: entérate de las zonas con más peligro

Avisos amarillos por encima de los 1.800 metros por riesgo fuerte de aludes en el Pirineo.

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Avisos de nivel amarillo activados para este jueves por encima de los 1.800 metros por riesgo de aludes fuerte en el Pirineo

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Las últimas nevadas de esta semana, no sólo en España, sino en gran parte de Europa, han incrementado el riesgo por aludes. Una amenaza que en lo que va de año ya se ha llevado la vida de 20 personas.

A lo largo de la jornada de este jueves están activados los avisos de nivel amarillo por riesgo de aludes por encima de los 1.800 metros en toda la zona del Pirineo. Este aviso supone un «riesgo fuerte» para la zona del Pirineo de Navarra, Huesca y Lleida. En esta zona es donde se acumulan las mayores cantidades de nieve.

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Especialmente los esquiadores que se decanten en los próximos días por practicar su deporte en las pistas del Pirineo, deberán tener especial cuidado y permanecer atentos a los avisos por avalancha en esta zona.

¿Cómo se forman los aludes?

¿Qué es un alud? Un alud es una masa de nieve que cae a gran velocidad ladera abajo, llevándose todo lo que tiene por delante. La velocidad del desplazamiento suele oscilar entre 50km/h y 300 Km/h y también se le conoce como avalancha.

¿Por qué se producen los aludes?

Los aludes de nieve puede producir por muchas causas, que pueden ser internas o externas. La causa interna más común es cuando el manto de nieve no es homogéneo y el propio peso de la nieve facilita que se deslice. Por otro lado, los aludes pueden desencadenarse debido a un accidente, como por ejemplo, la caída de un árbol o rocas.

¿Cómo medir el riesgo de aludes?

La temperatura es un factor muy importante para medir el riesgo de aludes. Un aumento importante de la temperatura reduce la consistencia de la nieve, aumentando la probabilidad de aludes durante las tardes, sobre todo, en zonas donde le ha pegado el sol todo el día. La lluvia también es causa de aludes. Cuando hay mucha nieve en el terreno y se moja la capa de la superficie, el peso aumenta, por lo que esa capa es más propensa a deslizarse y arrastrar una gran cantidad de nieve.

¿Cómo conocer la exposición del riesgo?

Existe una escala del 1 al 5, de menor a mayor riesgo. A partir de 3 existe un riesgo notable, y los esquiadores deben evitar salir fuera de las pistas balizadas. En las estaciones de esquí es muy común provocar aludes mediante explosivos cuando no hay gente y así evitar acumulaciones de nieve.

¿Qué hacer si te coge una avalancha?

1 – Lo primero es intentar huir de la trayectoria descendente del alud. Si descendemos de forma vertical, lo normal es que nos veamos alcanzados por él, ya que es más rápido que nosotros. Por eso, debemos siempre desplazarnos hacia un lateral.

2 – Debemos desprendernos de material que llevemos encima, como bastones o esquís que puedan hacer de ancla y dejarnos atrapados. Si vemos que la avalancha de nieve nos está alcanzando, es momento de luchar para permanecer en la superficie. Una buena forma es hacer movimientos similares a cuando nadamos.

3 – Siempre que se pueda hay que buscar algo donde agarrarnos, como puede ser una roca o árbol. Además, nos cubriremos la cabeza para evitar fuertes impactos y cerraremos la boca.

4 – Una vez que notamos que el alud ha cesado pero estamos cubiertos de nieve, debemos mantener la calma y respirar lentamente para no agotarnos. Necesitamos crear a nuestro alrededor una cámara de aire para respirar. Si no podemos movernos esperaremos a que nos vengan a rescatar.

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