Repelentes naturales contra los insectos en primavera

Llega el buen tiempo y con él, nuestros amigos los insectos. La mayoría son vitales para muchos de los procesos que garantizan la vida en el planeta, pero hay veces que hay que poner límite cuando algunos se convierten en una molestia. Existen en el mercado productos artificiales para ahuyentar insectos, pero nosotros queremos proponerte soluciones más naturales en este artículo.

Repelente para moscas: si queremos deshacernos de las moscas lo mejor es poner vasijas en las ventanas con hierbas aromáticas y de olor picante. En verano: menta, poleo, romero, ruda, abrótano hembra, tomillo, o tanaceto. El tanaceto tiene fama de buen repelente para las moscas con su olor picante. Antiguamente se frotaba la carne con hojas de tanaceto para evitar que se acercasen las moscas.

Repelente de hormigas: Para expulsar a las hormigas de casa lo mejor es el nogal y distribuirlo por el suelo y las mesas. Debes cocer unos 6 puñados de hojas de nogal durante 30 minutos en 1 litro de agua y después con una pipeta distribuirlo en las áreas que necesitemos, el aroma del nogal las ahuyenta.

Repelente de ácaros: Para los ácaros debemos preparar una mezcla que pulverizaremos sobre la ropa de cama, toallas, etc. que se compone de 5 o 6 dientes de ajo para 1/2 litro de agua, agua y alcohol blanco en la mis proporción (1/2 litro) y jabón rallado o un chorrito de detergente biodegradable. Lo dejamos reposar 24 horas y después pulverizamos sobre la superficie que queramos.

Repelente de polillas: Lo mejor es colocar brotes enteros de plantas secas entre las prendas. Debes colocar en papel de seda entre la ropa, abrótano hembra, hierba piojera, romero y espliego. Para ahuyentar a las pulpas y aromatizar la ropa de cama se ha utilizado mucho una especie más rara el arrayán brabántico.

Repelente de mosquitos: para evitar en verano el asalto de mosquitos y similares proponemos el saúco, pero en su versión fresca. Frotarse en piernas, brazos, cuello y cualquier superficie expuesta a ellos con hojas frescas de saúco. Su efecto dura 20 minutos, así que no olvides volver a repetir la aplicación. Otra opción son las infusiones fuertes de manzanilla, saúco y ajenjo aplicadas en el cuerpo que evitan las picaduras de los insectos. Puedes llevar contigo en un recipiente de spray la infusión e ir aplicándola cada poco tiempo.

Esperamos que pongas estos métodos en práctica tanto dentro como fuera de casa y nos cuentes qué tal te han funcionado, te esperamos como siempre en Twitter en la cuenta @TiempoConsejos, ¡hasta pronto!