¿Qué tipo de coche contamina más?

Eltiempo.es IA

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La contaminación es, sin duda, uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las grandes ciudades en el futuro. Un problema medioambiental, pero también de salud pública, fuertemente relacionado con el tráfico rodado.

El estilo de vida al que estamos acostumbrados tampoco ayuda: el 45% de los ciudadanos admite moverse a diario con coche personal y sólo un 36% utiliza el transporte público.

Alrededor de 200 ciudades de Europa han cercado zonas llamadas como ‘de bajas emisiones’ en las que el acceso a los coches de no residentes está prohibido a no ser que tengas un vehículo de bajas emisiones. Esto ya sucede en Atenas, Oslo, Londres, parís, Dublin o Lisboa. Madrid y Barcelona cuentan también con sendos protocolos anti-contaminación que limitan el acceso a los coches contaminantes al centro en días de alta polución. Madrid aumentará las restricciones en este sentido a partir de junio por medio de su Plan A.

Pero, ¿cuáles son los coches que más contaminan? ¿cómo saber si tu coche estará exento de las restricciones? ¿qué impacto provoca tu vehículo a la atmósfera? Antes de hacer un repaso de las tecnologías de propulsión que contaminan más, vamos a ver cuáles son los principales contaminantes atmosféricos procedentes del tráfico.

Principales contaminantes del tráfico

Dióxido de carbono (Co2): es uno de los componentes naturales del aire, por lo que en sí no es nocivo. Sin embargo, se trata de un gas que genera el conocido efecto invernadero al absorber y retener el calor procedente del sol en mayor medida que otro tipo de gases. Es un producto inevitable en cualquier combustión, por lo que sólo se puede disminuir su producción si se reduce el uso de estos motores.

Monóxido de carbono (CO): el fruto de la combustión incompleta de combustibles que contienen carbono. Un gas venenoso en muy altas concentraciones.

Óxidos de nitrógeno (NOx) y los hidrocarburos: los más peligrosos, potencialmente cancerígenos y precursores del ozono, otro gas nocivo en alta concentración.

Hollín: también conocido como partículas sólidas de los humos, son irritantes y potencialmente también cancerígenos.

Tecnologías de propulsión que contaminan más

Diésel anterior a 2005 (anteriores a norma Euro iv)

La creencia de que el diésel disminuía la contaminación llenó el mercado automovilístico hace unos años de coche con este tipo de combustible. Sin embargo, aunque sí amortigua la emisión de CO2, genera un número aún mayor de óxidos de nitrógeno, de óxidos de azufre, hidrocarburos y hollín.

Ya son varias las grandes ciudades europeas que no permiten o restringen la circulación de turismos diésel en su casco urbano dado el importante impacto en la salud de las personas.

Diésel posterior a 2009

Han reducido drásticamente la emisión de partículas sólidas, es decir, humos, así como de hidrocarburos y de NOx, especialmente a partir de septiembre de 2014, momento en que fueron igualados los límites de emisiones con los motores de gasolina.

Sin embargo, el cumplimiento de este buen nivel de emisiones en conducción real ha estado en entredicho por culpa del fraude detectado especialmente en el incumplimiento de emisiones de los óxidos de nitrógeno NOx.

Gasolina

A efectos de calentamiento global su impacto es algo mayor que los diésel por sus mayores emisiones de CO2 y algo más de CO. Sin embargo el impacto local es bajo, dadas sus muy bajas emisiones de humos, óxidos de nitrógeno y ruidos.

Híbridos

Su impacto ambiental a nivel local es el equivalente a un gasolina de bajo consumo, aunque sólo en desplazamientos cortos, ya que en conducción extraurbana el consumo de los híbridos es igual a un gasolina o a un diésel, según sea su motor principal.

Eléctrico

Sus emisiones a nivel local son nulas. Aunque cada vez hay penetración de las energías renovables, la energía eléctrica consumida de la red implica necesariamente emisiones de contaminantes por combustión en las centrales eléctricas y la generación de residuos en las centrales nucleares. Aunque las emisiones equivalentes de CO2 son notablemente menores que las de un motor térmico.

Híbridos enchufables de gran autonomía eléctrica

Su impacto ambiental local es muy bajo o cero si su uso es moderado tanto en kilometraje como en potencia, pero en conducción extraurbana se igualan a las emisiones de un térmico.

Gas natural

Pueden funcionar indistintamente con gasolina o con gas, teniendo la instalación de alimentación dual, es decir, dos depósitos de combustible y dos sistemas de alimentación conmutables para los dos combustibles.

Durante su funcionamiento en modo gas, sus emisiones de CO2 son equivalentes a un gasolina de última generación, aunque depende mucho de cada modelo. Sin embargo, al ser un combustible mucho más puro que la gasolina, emite menos subproductos por el escape especialmente NOx, por lo que en cuanto al impacto local de los coches de gas se acercan a un cero emisiones.