¿Qué tienen en común la niebla y la cerveza?

La combinación de ciertos componentes da lugar a reacciones que se comportan como un fluido pero que no se disuelve, como es el caso de la niebla o la espuma de la cerveza. 

La niebla y la cerveza pueden parecer muy distintas, pero tiene varios puntos en común. Los componentes que los forman producen una combinación muy particular, similar en ambos casos, denominada coloide. 

¿Qué son los coloides?

Un coloide es un proceso, sistema o combinación fisicoquímica en el que un elemento se comporta en dos fases: una continua, normalmente fluida, y otra dispersa en forma de partículas. De este modo, el mismo líquido de la cerveza forma una espuma, y la niebla, a pesar de ser agua, está en estado gaseoso.

“La respuesta está relacionada con el hecho de que un coloide no es un elemento o compuesto puro, sino una combinación de dos o más componentes uniformemente distribuidos y cuyas propiedades están más vinculadas con su aspecto físico que con su composición química”, explica Rodrigo Moreno, investigador del CSIC y autor del libro ‘Los coloides, el último libro de la colección ¿Qué sabemos de?’

Ejemplos de coloides en los alimentos

De hecho, aunque los coloides no te suenen, son muy frecuentes en nuestro día a día y en una gran cantidad de productos tan habituales como la espuma de afeitar o al montar una clara de huevo. Es más, la lista de coloides es enorme ya que pueden encontrarse en fenómenos atmosféricos, como la niebla, hasta alimentos y bebidas. 

“En casa también podemos ver algunos ejemplos de coloides, como los ambientadores, desodorantes o insecticidas. Los coloides se usan en conservantes y estabilizantes para conseguir la máxima duración del producto y retrasar al máximo la fecha de caducidad”, explica este experto. 

Además, la ciencia que está detrás de los coloides también es la base de la tecnología más innovadora que ayudará a reciclar materias primas o a eliminar los microplásticos de ríos y océanos.