¿Qué son los ábregos y por qué nos hacen tanta falta?

Los vientos ábregos están a las puertas de la península. Vienen cargados de lo que muchos estaban esperando: la ansiada lluvia en el sur.

Irene Santa

Irene Santa

Este viento otoñal tan esperado nos visitará por fin esta semana

Hasta ahora todas las borrascas que nos han visitado estos días llegaban por el noroeste, dejando las precipitaciones más importantes en Galicia y el Cantábrico. Esta semana el flujo de suroeste podría dejar lluvia donde más se necesita, en zonas del sur de España donde no ha llovido lo suficiente.

Situación típica con vientos ábregos provocando lluvias en el suroeste de España.

Con el anticiclón más debilitado y desplazado hacia el sur que la anterior semana, esta vez las borrascas circularán más al sur.

Viento ábrego: mucho paraguas y poco abrigo

El viento ábrego es uno de los vientos más famosos de España, de procedencia suroeste es conocido por ser templado y húmedo debido a su procedencia atlántica. Cuando sopla, se hace notar en Extremadura, el oeste de Andalucía y también en ambas Mesetas, con temporal de lluvias persistentes.

Por el contrario, en las regiones del Cantábrico este viento es un viento seco tras haber recorrido cientos de kilómetros sobre la península. En Cantabria se le llama viento castellano, mientras que en Asturias se le conoce como aire de las castañas, ya que cuando sopla con fuerza provoca la caída de este fruto.

El ábrego es un viento típico del otoño, muy esperado por los agricultores de secano de la zona. La situación atmosférica que da lugar a los ábregos es de las pocas que establecen el foco de lluvias en el suroeste del país.

Llegan cuando más hacen falta

La situación de sequía es notable en el suroeste, donde en lo que llevamos de año ha llovido entre un 25 y un 50% menos de lo normal respecto al valor de la climatología. Extremadura y amplias zonas de Andalucía y del oeste de Castilla-La Mancha esperan ansiosas estas precipitaciones, no demasiado intensas y muy aprovechables para paliar la sequía.

El otoño es allí la segunda estación del año que más llueve de media, por detrás del invierno. De momento, parece que la puerta está abierta para la llegada de borrascas acompañadas de lluvia.