Resolvemos el misterio: ¿Qué son estos meandros de hielo?

Jorge Robles

Jorge Robles

¿Qué son esta especie de meandros de hielo? ¿Qué nos indican? ¿En qué remoto lugar del planeta fue tomada esta espectacular foto?

Muchas preguntas. Empezaré contestando a la más sencilla y luego picotearemos en el apasionante mundo-hielo para intentar sacar alguna conclusión sobre el poco optimista rumbo que toma el clima de nuestro planeta.

Hace apenas unas semanas (el 29 de marzo de 2017) los chicos de la Nasa sobrevolaban uno de los lugares más recónditos de nuestro planeta. Al norte del Ártico canadiense se sitúa la isla de Ellesmere y al norte de esta isla encontramos el Glaciar DeVries. Así, el bueno de Jeremy Harbeck, un científico de hielo marino del Centro de Vuelo Espacial Goddard, tomó la tremenda foto que encabeza este post.

En ella descubrimos unos serpenteantes trazos que surcan el Glaciar DeVries. Se trata de lo que debió de ser un canal de agua de deshielo, pero aparentemente está seco. No se aprecia agua fluir, no existe fusión del glaciar.

Este tipo de canales se sitúan dentro o muy cerca del Glaciar y nacen para drenar el agua del deshielo. Habitualmente se mantienen abiertos gracias a la fricción que genera el agua fluyendo por el propio canal y que incluso funde poco a poco sus paredes.

Meandros de hielo: canales sinuosos

Harbeck no recordaba haber visto un canal tan sinuoso y le llamó la atención que no estuviese cubierto de nieve, ya que probablemente se tratase de un canal de deshielo sobrante de la fusión del año anterior.

Hasta aquí lo anecdótico o curioso de una foto que ya solo visualmente resulta muy impactante. Pero, ¿por qué la Nasa realiza vuelos para fotografiar remota extensiones de hielo? Fundamentalmente por temor.

¿Por qué la Nasa realiza vuelos para fotografiar remota extensiones de hielo? Fundamentalmente por temor

Hace pocos años el hielo ártico ocupaba 8 millones de kilómetros cuadrados al llegar septiembre (periodo de mayor retroceso), mientras que actualmente su extensión en la misma época no supera los 4 millones de km².

Hay que tener en cuenta que la tasa de calentamiento del Ártico y de la Antártida está avanzando al doble o al triple de velocidad que en el resto del mundo, ya que los polos son mucho más sensibles al calentamiento global que el resto del planeta.

De hecho el pasado 7 de marzo de 2017 el hielo marino del Ártico alcanzó su máxima extensión anual, registrando un nuevo récord negativo, nunca antes se había registrado un valor máximo tan pequeño.

Un dato más centrado en el Ártico Canadiense: se estima que la superficie de hielo derretida de los glaciares de las Islas de la Reina Isabel se ha multiplicado por 10 en la última década.

Para rellenar esa culturilla-trivial os diré que las Islas de la Reina Isabel están compuestas por 34 islas grandes (la mayor de todas es Ellesmore) y dos mil y pico islas menores, sumando casi 420.000 km² de superficie. Además, después de Groenlandia, Canadá aporta el 25% del hielo ártico.

Esa toma de conciencia de la Nasa, entre otras mil cosas, se concreta en la Operación IceBridge (Puente de Hielo). Básicamente se trata de monitorizar los cambios sufridos por las capas de hielo del Ártico y de la Antártida. Inicialmente la NASA estudiaba estos cambios a través de las imágenes del satélite ICESat, puesto en órbita en 2003, pero un fallo técnico obligó a retirarlo en 2009.

Así, a la espera de poder poner en órbita el ICESat-2 en el 2018, la Nasa dio luz verde a la Operación IceBridge que suple las mediciones vía satélite utilizando un flota de aviones de investigación altamente especializados. La intención es mejorar la comprensión del comportamiento de los glaciares, el hielo marino y las capas de hielo de los polos.

La actual campaña Ártica finaliza a mediados de mayo. Estaremos atentos a sus conclusiones. Mientras tanto, quizás con una sombra de preocupación en la cabeza, podemos disfrutar de alguna imagen más de los apasionantes vuelos IceBridge.

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