¿Qué pasaría si dejásemos de emitir CO2 ahora mismo?

Aunque parásemos ahora mismo de emitir, no volveríamos a valores térmicos preindustriales en los próximos miles de años.

Eltiempo.es IA

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No es nada nuevo, mes a mes, año a año recibimos información acerca del aumento de las concentraciones de CO2 en la atmósfera, así como del aumento de las temperaturas en la superficie de la Tierra.

La temperatura media global de 2015 estuvo 0.87ºC por encima de los valores preindustriales y las concentraciones de CO2 fueron superiores a 400 ppm (partes por millón).

De hecho, el haber sobrepasado este límite nos sitúa en una nueva era climática, tal como informó la Organización Meteorológica Mundial.

Y, ante esta situación, ¿qué hacemos? La respuesta ya la conocemos: reduzcamos emisiones. De momento, esta reducción debe implicar que, para final de siglo, no superemos 2ºC los niveles preindustriales, tal como se acordó en la Conferencia sobre el Clima en París en el año 2015: primer acuerdo vinculante firmado, prácticamente, a nivel mundial.

Pero vamos a ir un poco más allá. ¿Por qué es importante no seguir calentando el planeta? Para intentar mostrar cómo respondería nuestro sistema climático en una situación idealizada tal como aparece en el Capítulo 6 del 5º informe del IPCC , del año 2013.

Para ello, vamos a suponer que llegamos al año 2100 y hemos alcanzado justo el límite acordado en París: la temperatura es 2ºC superior a los valores preindustriales y las concentraciones de CO2 son de unas 500 ppm. Al llegar el día 1 de enero de 2101 dejamos de emitir CO2 de forma brusca.

¿Qué pasaría con el CO2?

Posiblemente, lo primero que se nos ha venido a la cabeza es que el clima volvería poco a poco a su estado inicial. Efectivamente, al igual que ocurre con un camión que va a mucha velocidad, si frenamos directamente el camión recorrerá cierta distancia hasta detenerse siendo esta distancia mayor o menor en función de la masa del vehículo, velocidad, rozamiento etc.

Con el clima pasa algo parecido pero, en este caso, el tiempo que tarda en pararse este vehículo es algo sorprendente.

Si dejásemos de emitir CO2 de golpe, las concentraciones atmosféricas de este gas no desaparecerían inmediatamente. De hecho en el 2500, 400 años más tarde de haber dejado de emitir, las concentraciones atmosféricas de este gas continuarían siendo superiores a 400 ppm, más altas de como lo están actualmente.

 Y, ¿qué hay de la temperatura?

La temperatura durante los siguientes años continuaría subiendo un poco y, posteriormente, empezaría a bajar muy, muy, muy lentamente. En el año 2500 no habrían bajado ni 0.5ºC, es decir, continuaríamos con temperaturas 1.5ºC por encima de los niveles preindustriales.

A la vista de estos resultados, se observa la capacidad de adaptación del clima a estos cambios y lo difícil que es volver a una situación previa. Si, además, no retiramos parte de CO2 que hay presente actualmente, seguramente no volveremos a valores térmicos preindustriales en los próximos miles de años.

Y esto, ¿qué más implicaciones tiene?

El sistema climático es el resultado de la interacción compleja de muchos componentes en el que la termodinámica juega un papel muy importante. El aumento de temperatura también cambiará la forma en la que estas componentes interactúan: la dinámica atmosférica y oceánica cambiarán de una forma que aún es objeto de estudio.

A pesar de que estos son los resultados de experimentos en una situación idealizada, nos sirve para entender la gran inercia que muestra el sistema climático y lo preocupante que es la dificultad que existe para volver hacia atrás.

De hecho, parece estar claro que ninguno de nosotros volverá a vivir en unas condiciones parecidas a las de la era preindustrial. Por tanto, es importante tomar consciencia de la gravedad de la situación actual y el escenario en el que nos vamos a encontrar en un futuro próximo del que va a costar mucho regresar.

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