¿Qué más fenómenos insólitos podrían suceder en España este año?

¿Qué más puede pasar este 2021? Son muchos los fenómenos extraños que se han podido observar en España y quién saben si podrían suceder tras este extraño arranque de año.

Maddalen Iza

Maddalen Iza

Desde nieve en verano hasta temperaturas estivales en invierno, pasando por las auroras boreales. Son muchos los fenómenos extraños que se han podido observar en España y quién saben si podrían volver a suceder en este extraño 2021

VÍDEO: RECORDAMOS A FILOMENA

El paso de Filomena y el temporal de nieve y frío fue un episodio sin duda «excepcional». Puede que tardemos más de medio siglo en volver a ver algo similar. Antes de terminar enero, hemos seguido viendo pasar borrascas ‘con nombre’ sin descanso: Gaetan, Hortensia, Ignacio…

Aunque muchos hayamos escuchado durante estos días esa ya clásica frase de que «el tiempo está loco», lo cierto es que los fenómenos extraordinarios e insólitos en meteorología suceden y, atentos, porque pueden producirse en el momento menos esperado.

Repasamos algunos de los eventos históricos más extraños e impactantes que han sucedido en España. Y, quién sabe, quizás, podrían volverse a repetirse en este extraño 2021.

España bajo Filomena el 8 de enero de 2021. Fuente: NASAWORLDVIEW.

1 – Nevadas en verano y calor en invierno

Si una nevada en el más frío invierno ha sido motivo de asombro, por su intensidad y espesores acumulados, más sorprendente fue ver nevar en plena canícula. El 19 de julio de 1932 los Montes Universales, en el sistema Ibérico, el Maestrazgo y la serranía de Cuenca se cubrieron de nieve. Más recientemente, en junio de 1984 también nevó en varias zonas del Sistema Central, los Pirineos y la cordillera Cantábrica.

Pero no solo el verano nos puede desconcertar con nevadas, sino que también nos puede sorprender durante el invierno. Como en enero del 2003, cuando se vivió una ola de calor con temperaturas muy elevadas para la época. El 27 de enero de ese año las temperaturas máximas superaron los 20ºC en gran parte de la península. Sin embargo, estas altas temperaturas invernales pueden que dejen de ser infrecuentes y pasen a ser más habituales.

El invierno pasado, en febrero de 2020, las temperaturas fueron también más propias del mes de mayo, con una temperatura media 3ºC por encima de lo normal para este mes. Se llegaron a alcanzar los 31.9ºC en el Aeropuerto de Tenerife Sur el día 24 y los 30.4ºC en el aeropuerto de La Palma el día 3. En la península el día 4 en el aeropuerto de Valencia y en Alicante se registraron 29.6ºC y los 28.6ºC, respectivamente.

2 – Auroras boreales y nubes noctilucentes en España

Las auroras boreales son uno de los fenómenos más fascinantes que nos puede ofrecer la naturaleza, pero su observación suele quedar limitada a las altas latitudes del globo. Aun así, las auroras boreales han llegado a ser visibles desde la península. En 1989 desde Galicia y en este mismo siglo, en 2003, desde Gijón.

Más llamativas fueron estas luces cuando en enero de 1938, durante la guerra civil, se pudieron ver en casi toda España. Sin embargo, la población, más acostumbrada a los destellos debido a los bombardeos, pensó que se trataba de otro más. En Madrid, al ver las luces al oeste, pensaron que los montes del Pardo estaban ardiendo, tal era la intensidad de la luz. El 26 de enero se produjo otro máximo que llegó a ocasionar problemas en las ondas de radio.

Aunque menos llamativas, en la península también han sido visibles las nubes noctilucentes. Estas nubes de tonos plateados o azules pálidos se forman en las capas más altas de la atmósfera, a unos 80 km de altura, ya en la mesosfera. Normalmente es más fácil observarlas en latitudes superiores a los 50º, pero en junio del 2019 estas infrecuentes nubes se pudieron ver en los cielos de La Rioja, Soria, Zaragoza o Santander.

3 – Rayos de verano

Los rayos no son un fenómeno que nos extrañe, pero en algunos días, sobre todo del final del verano pueden ser especialmente abundantes. El 17 de agosto del 2003, se batió un récord absoluto de descargas con 60.201 rayos en apenas 24 horas. Entre las provincias más afectadas, Castellón, con 16.548 descargas, y Tarragona, con 13.867.

En agosto del 2018 se superó otro récord, siendo el mes con más rayos del siglo. Solo el 9 de agosto cayeron un tercio de los rayos del mes, hasta 268.396, del total de 776.126 rayos que se registraron.

4 – Tornados y olas gigantes

Los tornados, más sobrecogedores, también pueden cruzar nuestras tierras. El más conocido de España es el que se recuerda como el “Huracán de Cádiz” de 1671. Destruyó buena parte de Cádiz, dejando más de 60 fallecidos y numerosos barcos destrozados.

Entre los tornados más recientes se cuentan los tres tornados que provocaron numerosos destrozos en Ciutadella y la caída de más de 2000 árboles en el oeste de Menorca el 1 abril de 2017. El 4 de julio de 2018 se registró el segundo tornado sucedido en Euskadi. Con una racha máxima estimada de 180 km/h a su paso por la Sierra de Entzia, en Álava, dejó 72 hectáreas destruidas.

Adentrándonos en el mar encontramos las olas de muy elevada altura. La ola más grande registrada en España tuvo lugar el 6 de enero de 2014, cuando en la boya de Villano-Sisargas, en Galicia, se registró una ola individual de 27,81 metros de altura.

Hasta entonces el récord los ostentaba la boya Augusto González Linares, cerca de Santander, en Cantabria. En este caso la altura de la ola se quedó en 26,13 metros y fue provocada por la ciclogénesis explosiva Klaus, en enero del 2009.

5 – Tormentas subtropicales acercándose a España y borrascas de gran impacto

Como Klaus, el flujo del oeste trae a España otro muchos sistemas. Debido al progresivo calentamiento de las aguas del Atlántico, nos están llegando cada vez un mayor número de sistemas tropicales.

Paulette el 22 septiembre del 2020. Fuente: NASAWORLDVIEW.

El Huracán Paulette en septiembre de 2020 es el sistema tropical más reciente que se ha movido cerca de nuestra geografía, aunque no llegó tocar tierra en ella. Sí lo hizo la tormenta subtropical Alpha, también en el 2020, cruzando la costa de Portugal y llegando hasta el norte de la península.

Pero, como hemos comprobado con Filomena, basta una borrasca para teñir el mapa de avisos. Como sucedió hace un año con Gloria, otra borrasca de gran impacto que también fue excepcional. En varias zonas del Mediterráneo se acumularon más de 400 mm a los largo de la semana y fallecieron al menos 13 personas.

Por tanto, puede que no tengamos que esperar mucho para el siguiente fenómeno que deje huella, solo la semana pasada tres borrascas con nombre cruzaron el territorio.