¿Qué es la huella hídrica, cómo se calcula y para qué sirve?

La huella hídrica mide el agua que consumen los productos y servicios que usamos. Existe huella hídrica verde, azul y gris.

María José Montesinos

María José Montesinos

Todo lo que comemos, vestimos, usamos o compramos ha necesitado agua para su fabricación. Para entender qué es la huella hídrica tenemos que ser conscientes de esta realidad y de que cada producto que utilizamos o cada servicio del que hacemos uso significa un consumo de agua, de una u otra manera.

huella hidrica
Todos los productos y servicios que usamos tienen su huella hídrica. Fuente: Pexels

La huella hídrica, en realidad, es la forma en que los humanos usamos el agua. Teniendo en cuenta además, que se refiere exclusivamente agua dulce, que sabemos que representa únicamente el 2,5% del agua de la Tierra.

Nuestro impacto sobre los recursos naturales

Mediante la huella hídrica medimos el volumen de agua empleado para fabricar cada uno de los bienes o generar esos servicios que consumimos. Por un lado, es el método con el que conseguimos contabilizar cada uno de esos consumos y, en segundo lugar, es el modo de visibilizar ese impacto que generamos sobre los recursos naturales.

huella hidrica gotas de agua
Para producir un bien siempre se necesita agua. Fuente: Pexels

La huella hídrica se puede medir respecto a un solo proceso, como el cultivo de fresas, para toda la fabricación de un producto, como una camiseta de algodón, respecto a un centro de actividad concreto, como una fábrica, o para una industria o sector general. También nos puede informar de cuánta agua se está consumiendo en una cuenca hidrográfica, en un acuífero, o en un país entero.

La fabricación de un bien y su distribución consume importantes cantidades de agua durante todo el proceso

Esta manera de entender qué es huella hídrica y cómo se mide supera antiguas concepciones en las que solo se realizaban mediciones del agua que se captaba en las reservas acuíferas, sin tener en cuenta que a lo largo del proceso de fabricación de un bien y de su distribución también se consumen importantes cantidades de este líquido vital.

Huella hídrica verde, azul y gris

La huella hídrica verde es el agua de la lluvia y de la nieve, que se almacena en el suelo, y que se evapora, transpira o es absorbida por las plantas. Es la más relevante para los cultivos agrícolas y producción hortofrutícola y forestal.

La huella hídrica verde proviene de la lluvia y la nieve.
La huella hídrica verde proviene de la lluvia y la nieve. Fuente: Pexels

La huella hídrica azul es el agua que se obtiene de los recursos hídricos superficiales o subterráneos, es decir, ríos, lagos y los acuíferos del subsuelo. Se capta por el hombre mediante diversas infraestructuras y se incorpora a los procesos de fabricación, tanto en el propio producto como en la energía utilizada para su elaboración. La huella azul aparece en la agricultura de regadío, la industria o los usos domésticos del agua.

Los lagos, ríos y acuíferos forman la huella hídrica azul
Los lagos, ríos y acuíferos forman la huella hídrica azul. Fuente: Pexels

La huella hídrica gris hace referencia al agua que es preciso usar para depurar las aguas residuales, tanto por consumos industriales como domésticos. Incluye no solo la que llega a través de los desagües y cloacas sino también las aguas contaminadas  por escorrentías y otros modos por los que llegan al suelo. Porque para calcular la huella hídrica hay que tener en cuenta el ciclo de vida completo del producto.

Una hamburguesa supone un consumo de 3.500 litros de agua para su elaboracion.

Puede que muchos se sorprendan al saber que una hamburguesa supone un consumo de 3.500 litros de agua. La huella hídrica de una manzana es de 70 litros de agua, pero una simple taza de café expreso ha necesitado 140 litros de agua hasta hacerse real.

La huella hídrica de una manzana es de 70 litros de agua
La huella hídrica de una manzana es de 70 litros de agua. Fuente: Pexels

En general, la carne tiene una mayor huella hídrica que los vegetales. Así, para cultivar un kilo de lentejas se necesitan 1.250 litros de agua mientras que para obtener la misma cantidad de vacuno habremos necesitado 14.000 litros de agua.

En general, los productos cárnicos tienen una mayor huella hídrica que los vegetales

Entre los vegetales, calabazas y pepinos están entre los cultivos más sostenibles. Un kilo de pepinos, por ejemplo, necesita 350 litros de agua. Pero no todos son así, para obtener un kilo de arroz habremos necesitado consumir 3.400 litros de agua.

Un kilo de arroz necesita 3.400 litros de agua
Un kilo de arroz necesita 3.400 litros de agua. Fuente: Pixabay

Si la huella hídrica del arroz os ha parecido grande, pensad que el té precisa 8.860 litros por cada kilo cultivado. Si bien es el chocolate el que se lleva la palma en consumo de agua, 17.000 litros, según la FAO, por kilo. 

Cálculo complejo

¿Cómo es posible que un filete de 100 gramos de ternera ‘cueste’ casi 1.500 litros de agua? En esta suma se cuentan el agua que el animal ha bebido durante sus tres años de crecimiento, que son más de 3 millones de litros, más el agua necesaria para cultivar el forraje de su alimentación, y la que se ha invertido en su transporte y transformación hasta llegar a nuestra mesa.

Al agua que bebe el ganado se suma la necesaria para cultivar el forraje con que se alimenta. Fuente Pexels

La Fundación We Are Water lanzó una aplicación para móviles  que es muy útil al incorporar también muchas recetas culinarias de todo el mundo. Podemos usarla y comprobar si nos encontramos en la media: la huella hídrica de los alimentos que consume una persona en Europa es de 3.500 litros de agua al día.

Diariamente cada persona ‘tira’ a la basura 145 litros de agua como media

También nuestra basura consume agua: un tercio de los  alimentos que compramos acaba siendo desechado. De media, suponen unos 145 litros diarios.

Una ducha de 10 minutos supone un consumo de 200 litros. Fuente: Pexels

Con todo, es una huella hídrica inferior a la que producimos cuando nos duchamos: si calculamos un caudal de de agua de 20 metros/minuto (que suele ser el suministro convencional), en una ducha de 10 minutos consumimos unos 200 litros de agua. Con una ducha diaria, en un año tendremos de más de 70.000 litros de huella hídrica azul, es decir, la del agua que sale por el grifo. A ello se suma, el agua gris que se va por el desagüe.  

La lavadora también cuenta

Hay muchas más cosas que contribuyen a nuestra huella hídrica: cada ciclo de una lavadora supone 100 litros de agua. Y la camiseta de algodón que metemos a lavar ha dejado en su fabricación una huella de unos 2.500 litros de agua. En el caso de unos vaqueros, la huella se dispara a los 10.000 litros.

La huella de una camiseta de algodón es de 2.500 litros de agua.
La huella de una camiseta de algodón es de 2.500 litros de agua. Fuente: Pexels

Como sucede con la huella de carbono, a través de la huella hídrica podemos ser conscientes del impacto que nuestras acciones tienen sobre los recursos naturales y el medio ambiente. A una organización le sirve para conocer cómo mejorar sus procesos y para todos, para darnos cuenta de que no debemos despilfarrar un bien tan importante y tan necesario como es el agua.

Mide tu huella

Las herramientas Water Footprint Calculator, de la GRACE Communications Foundation, y Personal water footprint calculator , de la Water Footprint Network, nos servirán para conocer nuestra huella hídrica.