¿Puede llegar a haber incendios como los de Australia en España?

España es uno de los países del mundo con mayor riesgo de incendios, pero ¿podrían llegar a ser tan intensos y devastadores como los de Australia?. Estas son las claves.

Mario Picazo

Mario Picazo

Nuestro país es uno de los más vulnerables al cambio climático y cada vez son más frecuentes las olas de calor

Desde septiembre Australia ya ha visto arder más de 7 millones de hectáreas, la muerte de 28 personas y de miles de millones animales, además de daños materiales cuantiosos. La dimensión de este escenario generado por el fuego, no parece tener precedentes, y muchos se preguntan si una situación como la actual, podría registrarse en otras zonas del planeta también propensas a incendios de gran magnitud, entre ellas España.

Distribución de los incendios en Australia el 2 de enero de 2020. La mayor concentración se registra en el estado de Nueva Gales del Sur, en el sudeste del país. Fuente: NASA

Para ello tendríamos que analizar, que ingredientes han causado los incendios de estos últimos meses en Australia y si se podrían reproducir en una escala similar de tamaño e intensidad en otras zonas como por ejemplo la península ibérica. Las condiciones geográficas donde se producen, el clima y la meteorología del lugar e incluso los medios disponibles para combatir los incendios son algunos de los principales factores que pueden condicionar su magnitud. A parte habría que sumar el factor causa, ya que en unos países hay más incendios naturales que provocados y viceversa.

Los grandes incendios del sudeste de Australia, vistos desde el satélite japonés Himawari8. Fuente: NASA

El clima no ha ayudado con los incendios en Australia, pero tampoco lo esta haciendo en otras zonas del planeta como Norteamérica o Europa donde las temperaturas medias son cada vez más elevadas. Aunque Australia es un país propenso a los incendios, la intensidad de la sequía y de las olas de calor esta pasada primavera (septiembre a diciembre), ha favorecido y mucho que se hayan producido incendios tan devastadores sobre todo en la recta final de la primavera y arranque del verano. Cada vez hay más olas de calor, más sequía, el verano es más largo y también la temporada de incendios. En ese apartado, la península ibérica, es decir España y Portugal, también vive una amplificación de las condiciones atmosféricas que pueden favorecer los grandes incendios

Otro ingrediente meteorológico que hay que incluir es el viento. Los grandes incendios vividos estas últimas semanas en Australia se han visto magnificados por episodios de intenso viento. Viento que en muchos casos soplaba del oeste, un viento seco procedente del gran desierto que alberga el país y que además se calienta y reseca al llegar a la costa este. Precisamente uno de los estados más afectados por el fuego y el humo, ha sido Nueva Gales del Sur, situado en el sudeste de Australia donde se encuentra la ciudad más grande, Sydney. En esa región e incluso más al norte, la orografía es más abrupta, con grande montañas y cañones que hacen aún más errático el comportamiento del fuego.

Los grandes incendios del sudeste de Australia, han generado impresionantes nubes de fuego también conocidas como pirocúmulos. Fuente: NASA

La península ibérica a diferencia de Australia es más pequeña, las dos regiones están rodeados de agua, pero en el caso de España, el agua está bastante más cerca en todo su territorio. Esto puede ayudar a que las siempre refrescantes brisas procedentes del océano o mar, lleguen a aliviar el fuego en solo unos días. En el sudeste de Australia, han vivido muchos días con vientos del oeste (tierra a mar) y pocos con vientos del este desde el océano a la costa. Esa situación meteorológica, ha extendiendo la actividad de muchos de los incendios semanas y semanas. A parte se han juntado otros elementos climáticos anómalos, que han amplificado aún más las condiciones atmosféricas adversas.

España vivirá intensos incendios en el futuro pero difícilmente llegarán a tener la magnitud y extensión de los de Australia

La península en ocasiones vive episodios de viento más local del sur en su costa norte, de poniente en el Mediterráneo o del este en Canarias. Todos pueden tener un efecto similar al de los vientos del oeste en Australia. Aunque es viento recalentado y seco, suelen ser episodios de más corta duración y por lo tanto de menos impacto. Sin embargo, durante los meses de verano, el viento sur, cálido, seco y calimoso que llega del norte de África, puede en ocasiones disparar el riesgo de incendios durante periodos de tiempo más largos y además con condiciones meteorológicas muy adversas. A eso hay que sumar que en España, la compleja orografía dificulta y mucho la labor de extinción de algunos incendios. 

Uno de los peores episodios recientes de incendios devastadores, se produjo en la península ibérica en octubre de 2018. El paso del huracán Leslie arrastró fuertes vientos de componente sur procedentes del norte de África. Fuente: eltimpo.es

Finalmente, como todos los países que viven incendios, los dos, Australia y España, tienen medios importantes para combatir el fuego. En el caso de Australia los medios son mayores porque la extensión del país es mayor, pero quizá habría que empezar a plantear disponer de más medios sobre todo en aquellos países más vulnerables al cambio climático, donde los incendios de gran dimensión, van a ser cada vez más frecuentes.

España es y será por lo tanto, un país de grandes incendios, las condiciones geográficas y de futuro clima así lo dicen.  Sin embargo, es difícil que lleguemos a vivir una oleada de incendios que duran tanto en el tiempo y que abarcan tanta superficie como los vividos en Australia en tan poco tiempo. Sería como ver arder toda la comunidad de Aragón y la de La Rioja en solo unas semanas. Independiente de que no vivamos el infierno de Australia, mejorar las predicciones estacionales antes de la temporada de incendios y especialmente la gestión de la limpieza del monte para evitar que estos se hagan más fuertes, es fundamental y ahora aún estamos a tiempo, ¿o no?.