¿Por qué hace calor a mediodía y tanto frío por la noche?

Mañanas de sol y noches de heladas, ¿por qué últimamente hay tanta diferencia de temperatura entre el día y la noche? Aquí te lo explicamos.

Irene Santa

Irene Santa

El frío nocturno contrasta con solazo y temperaturas muy agradables a mediodía. Esta es la explicación.

Existe un término específico para definir la diferencia de temperatura entre la noche y el día: la amplitud térmica. Numéricamente se obtiene como la resta de la mínima al valor máximo diario.

La clave de todo esto está en el anticiclón que nos proporciona una situación de gran estabilidad en España, sin lluvia, sin viento y con mucho sol.

El calor del sol

Con altas presiones, el cielo está mayormente despejado o poco nuboso estos días en nuestro país, excepto en las regiones donde se están formando nieblas, que además son muy persistentes.

Las grandes amplitudes térmicas son típicas de la primavera y también con el anticiclón invernal.

El sol de enero también calienta y, según avanza la mañana, los termómetros van subiendo hasta quedarse con máximas muy agradables en las horas centrales del día para ser invierno, ya que en general los valores superan los 10ºC y están por encima de lo normal para estas fechas del año en la mayor parte del país.

Las noches más despejadas son más frías

El mismo cielo despejado que ayuda a que la insolación haga subir los termómetros por el día, facilita que la temperatura baje rápidamente al caer el sol, ya que las nubes contribuyen al «efecto invernadero» no permitiendo que escape la radiación.

En esta época del año, las noches son muy largas y, con tantas horas de enfriamiento, se suelen registrar las mínimas más bajas del año en nuestro país.

La atmósfera se enfría porque la superficie terrestre pierde calor durante la noche, por lo que el aire más cercano al suelo es el primero en enfriarse y luego lo hace el aire que se sitúa más arriba.

Así se forman las llamadas inversiones térmicas, en la que la distribución de la temperatura no sigue su patrón habitual en el que el aire es más frío cuanto más arriba está, sino que la temperatura es más alta según se asciende.

Las inversiones térmicas son signo de estabilidad y su existencia está vinculada con los episodios de alta contaminación en las ciudades, ya que el aire cálido en altura actúa como una tapadera o barrera física que no permite la dispersión de los contaminantes.

Un ejemplo de inversión térmica puede apreciarse estos días en la Comunidad de Madrid. El pasado martes en Aranjuez, al sur de la región y a unos 540 metros de altitud, se registró una mínima de -4.0ºC, mientras que en el Puerto de Navacerrada, a casi 1900 metros de altura la mínima que quedó en 5.2ºC.