¿Por qué el verano 2018 está siendo menos cálido en España?

Este verano de 2018 esta siendo menos caluroso que muchos otros que hemos vivido en años recientes. Noches placenteras, días poco sofocantes y tormentas refrescantes aunque en ocasiones devastadoras. ¿que ha cambiado?

Mario Picazo

Mario Picazo

Muchos aún recordamos lo intenso que fue el verano de 2017 cuando en pleno mes de junio ya se registraba la primera ola de calor. Este verano de 2018 no se está pareciendo nada al anterior ni a los de años pasados, y es que metidos como estamos ya en la segunda quincena de julio, la más calurosa del verano, de momento las temperaturas medias que se están registrando desde comenzó la estación estival son inferiores a la media habitual de las últimas décadas.

Durante algunos periodos del arranque del verano hemos vivido la incursión de masas de aire más frías de lo habitual por el noroeste peninsular. Mientras, el aire cálido del norte de África no ha llegado a afectarnos con la habitual frecuencia de pasados veranos.

A estas anomalías negativas de temperatura hay que sumar la formación de intensas tormentas, sobre todo en zonas del norte peninsular. En algunas comunidades se han registrado inundaciones, riadas y considerables granizadas con efectos negativos para diferentes zonas agrícolas.

Anomalía de temperatura durante casi todo el mes de julio. Gran parte de Europa salvo España se ha visto afectada por valores superiores a la media. Una anomalía térmica que también se ha extendido por América del Norte y Asia.

Y mientras en España disfrutamos de un verano menos tórrido de lo que últimamente estamos acostumbrados a vivir, gran parte de la mitad norte de Europa pasa por todo lo contrario. Las olas de calor y una preocupante sequía se suceden desde las Islas Británicas pasando por Holanda, Bélgica, Francia, y Suiza hasta los países Escandinavos y Bálticos. Observar el mapa de isotermas y precipitación del viejo continente hoy casi al revés de lo normal, llama poderosamente la atención.  Pero, ¿qué está causando esta situación no habitual?

Las incursiones de aire más frío de lo habitual han ayudado a mantener el ambiente menos caluroso y más tormentoso en muchas zonas de España

Las anomalías meteorológicas que estamos viviendo en España y otras zonas de Europa este verano están ligadas a cambios en la circulación atmosférica habitual. Una buena parte de la meteorología que nos afecta en verano tiene relación con señales atmosféricas más lejanas que de alguna forma pueden influir en circulaciones más próximas como la del Atlántico, Mediterráneo o norte de África.

Anomalía de temperaturas a 850 hPa el martes 24 de julio. Se observa claramente la extensa zona de anomalías positivas que afecta al norte de Europa, y todo lo contrario en el sur.

Oscilaciones como la del Ártico (AO) o el Atlántico Norte (NAO) afectan al tipo y la trayectoria de las masas de aire que nos afectan. No incluyo el fenómeno Niño/Niña porque no afecta a España tanto como a otras zonas del planeta y además ahora mismo se encuentra en modo neutro, aunque con cierta tendencia a convertirse en Niño durante el otoño.

Como se comportan estas dos oscilaciones depende entre otros factores de las temperaturas del agua del mar y sobre todo en el caso de la AO, del deshielo del Ártico, que en tiempos recientes cada año presenta una situación diferente debido a que hay menos hielo y este se deshace antes y a mayor velocidad.

Anomalías de temperatura del mar hasta el 15 de julio de 2018. Un Atlántico norte más frío de lo habitual puede haber ayudado a favorecer la circulación atmosférica que nos ha afectado en España.

De momento, en lo que llevamos de verano, si se ha observado que ha habido una robusta cuña anticiclónica afectando a gran parte del noroeste de Europa. Un patrón que no solo ha provocado el ascenso térmico en muchos países del norte del continente, también ha favorecido la escasez de precipitaciones.

Mientras, el sur de Europa, incluyendo gran parte de España, ha disfrutado de un arranque de verano menos caluroso de lo habitual con precipitaciones ocasionalmente intensas. La incursión de aire más frío desde el Atlántico, asociado a un patrón de corriente de chorro favorable para esa configuración, ha mantenido las temperaturas medias más bajas con precipitaciones más copiosas en algunas comunidades. A la vez, ha limitado la incursión de viento de componente sur que suele impulsar masas de aire recalentadas desde el desierto del norte de África acompañadas de la clásica calima.

Corriente de chorro polar y subtropical el martes 24 de julio.

También hay que apuntar que la corriente de chorro polar no ha seguido una trayectoria habitual durante las últimas semanas. A la vez, la corriente de chorro subtropical que aparece atravesando parte de España en el diagrama inferior, ha sido más intensa en ocasiones, limitando la entrada de masas de aire muy cálido desde el sur.

Predicción de altura geopotencial a 500 hPa para (a) 22 al 26 de julio y (b) 27 al 31 julio. Los colores rojos que se extienden por gran parte del norte de Europa reflejan la tendencia de continuidad de la actual anomalía positiva térmica.

Las predicciones apuntan a que es bastante probable que este patrón de temperaturas más elevadas de lo habitual en el norte de Europa y más bajas en el sur, nos acompañe hasta el inicio del mes de agosto debido a la persistente cuña anticiclónica antes señalada. De ser así, por lo menos aquí en España habremos pasado sin grandes sofocos, una de las quincenas más tórridas del verano, la segunda de julio.