¿Por qué el hielo es tan resbaladizo? La ciencia tras los deslizamientos y resbalones

¿Cuál es la verdadera ciencia detrás de ese escenario tan incómodo y que puede ocasionar accidentes en peatones y coches?

Mario Picazo

Mario Picazo

Esta es la principal causa de muchos deslizamientos que vemos durante los meses más fríos del año

Durante estos días vamos a ver cómo peatones y conductores luchan para evitar resbalones y deslizamientos tanto en calles como calzadas. Pero, ¿qué hace que esas superficies de hielo se vuelvan tan resbaladizas? Para muchos, puede parecer un hecho, el hielo resbala al igual que el agua moja, pero, ¿cuál es la verdadera ciencia detrás de ese escenario tan incómodo?

En realidad, no hay una respuesta definitiva a esa pregunta, pero si existe un consenso importante entre los científicos. La principal razón por la que el hielo es resbaladizo es la presencia de una capa muy delgada de agua que descansa sobre la superficie sólida que se encuentra debajo.

El hielo puede ser especialmente peligroso si no utilizamos el calzado adecuado, pero ¿que hace que sea tan resbaladizo?

Pero el agua, no es esa agua con la que normalmente estamos familiarizados, tiene una textura pegajosa y algo almibarada. Esta descripción, puede hacer que sea incluso más confuso entender el mecanismo que hay detrás de un resbalón sobre hielo, pero la ciencia ha argumentado y mucho sobre la verdadera causa de que las superficies de hielo sean resbaladizas. 

Entre las teorías propuestas, hay una que establece que cuando pisamos hielo, o cuando se coloca algo de peso sobre la superficie del hielo, la presión ejercida hace que la capa superior de hielo se derrita. Esto crea una película delgada de agua que causa el efecto resbaladizo que experimentamos.

Sin embargo, esta teoría ha sido cuestionada por científicos del centro de investigación de Polímeros del Instituto Max Plank de Alemania. Afirman que no puede producirse por ese motivo, dado que la presión tendría que ser enorme para experimentar este tipo de efecto.

Una teoría, quizás más prominente, argumenta que la delgada película de agua que se encuentra sobre el hielo es el resultado de la fricción. Cuando nuestros zapatos, botas o neumáticos golpean el hielo, el calor de la fricción hace que el hielo se derrita, dejando una capa delgada de agua en la parte superior.

Esta y otras teorías podrían explicar por qué el hielo termina con una capa delgada de agua en la parte superior, pero ¿es esa agua realmente la causa de que la superficie sea tan resbaladiza?

Según un estudio reciente realizado por un grupo de científicos franceses, el agua que se encuentra en el hielo no es solo agua, es una mezcla de agua y hielo triturado en pedazos extremadamente pequeños. Para comprender la composición real de esta mezcla resbaladiza, han utilizado un dispositivo de sonido de alta sensibilidad, capaz de capturar sonidos a nivel molecular.

Como otros estudios ya habían anticipado, han podido confirmar que la película delgada de agua que hay en el hielo, es fruto de la fricción. También han obtenido medidas aproximadas de la capa en cuestión, y por lo visto solo mide una centésima parte del grosor de un mechón de cabello.

Conclusión, esa capa ultra fina de agua fangosa que se asienta sobre el hielo, es responsable de todos los giros y deslizamientos que vemos en las aceras, carreteras y otras superficies durante los meses más fríos del año.

Como sugiere el equipo de investigación, decodificar las propiedades moleculares de esa capa de agua fangosa, puede ayudar a aliviar sus efectos resbaladizos en carreteras, calles y otras superficies. Otro importante aspecto que resalta el estudio, es reducir el impacto ambiental que tienen las toneladas de sal que se usan cada año para hacer desaparecer el siempre peligroso hielo de carreteras y calzadas.