¿Podemos viajar en el tiempo? Te sorprenderá…

¿Es posible viajar en el tiempo? Lo cierto es que ya lo estamos haciendo: viajamos a una velocidad de una hora por hora.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

¿Es posible viajar en el tiempo? Lo cierto es que ya lo estamos haciendo: viajamos a una velocidad de una hora por hora

Nuestro pasado está repleto de momentos que, seguramente, muchos querríamos revivir. La construcción de las pirámides, el nacimiento de la Antigua Roma… O incluso ir mucho más atrás. Ver la época de los dinosaurios. Otros, por su parte, quizá prefieran ir muy hacia delante. Descubrir si la Humanidad se convertirá en una civilización espacial… Pero, ¿es posible viajar en el tiempo?

Lo cierto es que ya  lo estamos haciendo. Viajamos a una velocidad de una hora por hora. En física, el tiempo es una dimensión más. Así, decimos que nuestro mundo está compuesto por cuatro dimensiones. Tres son espaciales. Es decir, en las que te puedes mover: arriba-abajo, adelante-detrás, izquierda-derecha. La cuarta es el tiempo. Seguro que has escuchado el término con el que nos referimos a las cuatro como una única unidad: el espacio-tiempo.

Son dos conceptos inseparables. No podemos expresar algo que sucede en las tres dimensiones sin indicar el tiempo. Por ejemplo, si tú avanzas dos metros hacia delante, hay un momento inicial (el de salida), y un momento final (el de llegada a tu destino). Si se produce un terremoto podemos indicar de forma precisa la información necesaria para describirlo. Por un lado, la espacial (dónde), y por otro, la temporal (cuándo).

Todo esto es, como quizá sepas, algo que debemos al genial Albert Einstein. Ese científico alemán que puede que, incluso, haya sido responsable de provocarte algún que otro dolor de cabeza intentando comprender la teoría de la relatividad. En este artículo no voy a hablar sobre ella (bueno, un poco, pero prometo que no será mucho), pero hay que decir que su trabajo nos sirve, precisamente, para responder a esta pregunta.

Viajar hacia el pasado

Ya hemos establecido que estamos viajando en el tiempo. La pregunta más inmediata es, ¿podemos cambiar esa velocidad? ¿Podemos viajar más rápido o más lento? La respuesta es que sí, pero con matices… Si lo que queremos es viajar al pasado, las cosas se vuelven bastante complicadas, aunque no imposibles. Matemáticamente hablando, no hay nada que nos impida expresar que un objeto está viajando al pasado.

Sin embargo, en el campo práctico, tanto tú como yo (como cualquier persona) sólo puede viajar en el tiempo hacia delante. Eso sí, hay algunas propuestas sobre cómo podríamos viajar en el tiempo hacia el pasado, con ciertas limitaciones. Por ejemplo, podríamos utilizar un puente de Einstein-Rose. O, como los conocemos popularmente, un agujero de gusano. Allá por 1935, Albert Einstein y el físico Nathan Rose propusieron que podrían existir agujeros de gusano en el espacio-tiempo.

Tanto tú como yo (como cualquier persona) sólo puede viajar en el tiempo hacia delante

De momento no hemos encontrado ninguno. De hecho, ni siquiera estamos completamente seguros de cómo funcionarían. Pero supongamos que son reales. Un agujero de gusano es, básicamente, un túnel que conecta dos puntos lejanos del espacio-tiempo. Para ilustrarlo, siempre me gusta recurrir a este ejemplo: coge una hoja de papel y dibuja dos puntos, uno en cada esquina. ¿Cuál es la forma más rápida de ir de un punto a otro?

Viajando en el espacio-tiempo hacia el pasado

La respuesta más común suele ser una línea recta que una ambos puntos. Es cierto si nos ceñimos a la superficie del papel. Pero hay una forma mucho más rápida de viajar entre ambos. Podemos doblar el papel sobre sí mismo y hacer que ambos puntos se toquen, así que el viaje sería casi instantáneo. Un agujero de gusano viene a ser, de forma muy similar, el resultado a doblar una hoja de papel, pero aplicado al propio cosmos.

Algunos de esos agujeros de gusano podrían permitirnos viajar en el tiempo en ambos sentidos. Para ello, necesitaríamos acelerar una de las entradas del agujero hasta llegar casi a la velocidad de la luz. Después, deberíamos devolverlo a su posición inicial. Todo esto, mientras el otro extremo de este túnel cósmico permanece completamente estacionario. Al hacerlo, logramos que el extremo acelerado envejezca mucho más lentamente gracias al efecto de la dilación del tiempo.

Pero este método nos plantea diversos problemas. El más evidente de todos es que necesitamos una forma de crear agujeros de gusano. Ni siquiera hemos logrado observarlos, así que es difícil pensar en crearlos. Además, nuestro viaje al pasado estaría limitado al momento de la creación del agujero. Es decir, no podríamos viajar al pasado hasta ver la construcción de las pirámides. El otro problema, suponiendo que lográsemos crearlo, es acelerar uno de los extremos hasta casi la velocidad de la luz.

Viajando al futuro

Así que no podemos plantearnos viajar al pasado. No con nuestra tecnología actual. Es posible que una civilización mucho más avanzada fuese capaz de manipular agujeros de gusano. Pero, ¿qué hay de viajar al futuro? Lo cierto es que podemos hacerlo. Técnicamente ya estamos viajando al futuro (a esa velocidad de una hora por hora). Pero es posible viajar más rápido, gracias a algo que llamamos la dilación del tiempo.

La dilación del tiempo es un efecto que ya predijo Einstein en su teoría de la relatividad. En esencia, el tiempo pasa más rápido para un reloj que está en movimiento que para uno que está quieto. Podría ser un reloj, o una persona. Además, la fuerza de la gravedad también afecta a la dilación del tiempo.

Cuanto mayor sea la gravedad, mayor será la diferencia en el paso del tiempo. Los agujeros negros, por ejemplo, producen una dilación del tiempo enorme. A su alrededor sería fácil viajar en el tiempo…

La dilación del tiempo es un efecto que ya predijo Einstein en su teoría de la relatividad

Quizá un caso de dilación del tiempo que conozcas sea el de los GPS. Cuando utilizas un GPS, hay 24 satélites sobre tu cabeza que están triangulando tu posición. La forma en que se triangula la posición es, simplemente, midiendo el tiempo que tarda en enviarse y recibirse información desde tu posición.

Los satélites se mueven a más de 14.000 kilómetros por hora, y el tiempo pasa un poco más rápido. 8 microsegundos por día. Así que, para evitar que se produzca un desajuste, la tecnología a bordo de los satélites se encarga de reajustar el reloj constantemente.

Dilación temporal a la máxima potencia

Así que, ¿qué pasa si nos llevamos este efecto al extremo absoluto? No podemos viajar exactamente a la velocidad de la luz. Es imposible llegar al 100%, pero podemos viajar al 99,9% (con tantos 9 tras la coma como quieras). Si nos subiésemos a una nave espacial capaz de moverse a esa velocidad, ¿qué sucedería? Aunque para ti, en la nave, el tiempo parecería pasar de manera normal, el tiempo en la Tierra iría mucho más rápido.

Por ejemplo, tras un año de viaje. Al 99,99% de la velocidad de la luz, en la Tierra habrán pasado 70 años. Podemos utilizar otros ejemplos. Si quisiésemos ver la tierra dentro de mil años, podríamos hacerlo viajando a cierta velocidad durante un tiempo (habría que hacer el cálculo). Pero solo es una respuesta teórica. ¿Podemos llegar a viajar a esas velocidades? Lo cierto es que no lo sabemos. De momento no tenemos la tecnología necesaria para lograrlo.

Todavía nos quedan muchas cosas por comprender. La teoría de la relatividad descarta la posibilidad de viajar al pasado. Sin embargo, es sólo una teoría. Quizá en el futuro descubramos alguna forma de viajar en el tiempo hacia atrás. Otra manera de saber si es posible lograrlo es encontrar viajeros en el tiempo que pueda haber entre nosotros. Ya ha habido intentos en este sentido. El más celebre fue una fiesta de Stephen Hawking en 2009. Solo para viajeros del tiempo. Y, no, no acudió nadie…