Piel de gallina sin motivo y con calor: por qué te pasa

La piel no solo se eriza ante sensaciones de frío o emociones intensas, puede ser un síntoma de un golpe de calor

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La piel de gallina es una reacción del cuerpo que durante años ha fascinado a los expertos. Ya sea como reminiscencia de nuestros ancestros, por el frío del ambiente, o por sensaciones como el miedo o el amor, esta reacción del cuerpo puede producirse durante todo el año. Pero, ¿por qué ocurre exactamente?

La piel de gallina es una respuesta del organismo ante cambios bruscos de temperatura en el ambiente o como consecuencia de emociones intensas. Por ello, aunque en verano la sensación sea muy calurosa, al entrar en un coche con aire acondicionado muy fuerte o en un establecimiento, puede ponérsenos la piel de gallina debido al contraste térmico. En reflejo también denominado piloerección.

La piel de gallina es una forma rápida de proporcionar algún tipo de alivio a corto plazo

Con esta reacción corporal, el organismo pretende incrementar el volumen de aire entre el exterior y el interior del cuerpo para aislarlo del frío de manera inmediata.

Además, como un vestigio evolutivo de nuestra especie, la piel de gallina eriza el pelo, lo que significa que ante emociones muy intensas como el miedo o la agresividad, al levantarse el vello corporal, el individuo quiere mostrar una mayor intimidación y ferocidad. Por ejemplo, como hacen los gatos.

Regulador de las células madre

Por su parte, ahora un reciente estudio realizado por expertos de la Universidad de Harvard asegura que las células responsables de la piel de gallina también son importantes para regular las células madre y en la regeneración del folículo piloso y vello que cubre el cuerpo.

«En este estudio, identificamos un nicho interesante de dos componentes que no solo regula las células madre en estado estacionario, sino que también modula el comportamiento de las células madre de acuerdo con los cambios de temperatura exterior«, apunta Ya-Chieh Hsu, investigador experto en biología regenerativa y uno de los autores del estudio.

Según los científicos, esta reacción es fundamental para conseguir la regeneración de los tejidos en función del entorno, como los cambios de temperatura bruscos de calor y frío.

“La piel de gallina es una forma rápida de proporcionar algún tipo de alivio a corto plazo. Pero cuando el frío dura, esto se convierte en un buen mecanismo para que las células madre sepan que tal vez es hora de regenerar el nuevo pelaje «, detalla Hsu.

Piel de gallina y golpes de calor

Pero estos no son los únicos motivos por los que se puede erizar nuestra piel. Al tratarse de un termoregulador de la temperatura corporal, la piel de gallina puede ayudarnos a detectar el agotamiento por calor.

Generalmente, un golpe de calor implica una temperatura corporal de más de 40ºC, por eso, entre otros síntomas, puede darnos una sensación de frío unida a la aparición de la piel de gallina. Esto se produce debido a que nuestro cuerpo se confunde y considera que tenemos que aumentar aún más la temperatura, como si hiciese frío.

Por eso, si aparece piel de gallina asociada a calambres musculares, dolor de cabeza y abdominal, confusión, náuseas o desorientación es muy probable que se trate de un golpe de calor.

VÍDEO: CONSEJOS PARA EVITAR UN GOLPE DE CALOR

Cómo prevenir un golpe de calor

Mantente hidratado: Bebe agua regularmente para mantener tu cuerpo fresco y prevenir la deshidratación. Evita el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que pueden contribuir a la deshidratación.

-Busca lugares frescos: Durante los días calurosos, busca lugares con aire acondicionado o ventiladores para refrescarte. Si no tienes acceso a estos, trata de pasar tiempo en espacios sombreados o más frescos, como parques con árboles.

-Viste ropa adecuada: Opta por ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables. Esto ayudará a que tu cuerpo se mantenga fresco y permitirá que el sudor se evapore más fácilmente.

-Evita la exposición directa al sol: Limita tu exposición al sol, especialmente durante las horas de mayor calor, que suelen ser entre las 11 a.m. y las 4 p.m. Si necesitas salir, utiliza protector solar, sombreros de ala ancha y gafas de sol para protegerte.

-No realices actividades físicas intensas: Durante los días de calor intenso, evita realizar ejercicios vigorosos al aire libre. Si deseas hacer ejercicio, elige las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves.

-Presta atención a los grupos de riesgo: Las personas mayores, los niños pequeños y aquellos con problemas de salud preexistentes son más vulnerables al calor. Mantente atento a su bienestar y ayúdalos a mantenerse frescos e hidratados.

-Conoce los síntomas de un golpe de calor: Estar informado sobre los signos de un golpe de calor es crucial. Estos incluyen mareos, confusión, piel enrojecida y caliente, pulso rápido y dolor de cabeza. Si experimentas alguno de estos síntomas, busca ayuda médica de inmediato.