Persianas contra el calor: ¿sí o no?

Eligiendo unas correctas persianas podrás aislar tu hogar hasta en un 94% del calor que llega del exterior durante el verano.

Noelia Hernández

Noelia Hernández

Con unas correctas persianas podrás aislar tu hogar hasta en un 94% del calor que llega del exterior

La llegada del verano va acompañada de una subida de las temperaturas. Refrescarse en la piscina o en la playa suele estar entre los planes preferidos para luchar contra el calor fuera de casa, pero el dilema es cómo combatirlo cuando permanecemos dentro de ella.

Es en estos momentos cuando cobra especial importancia uno de los elementos más comunes de cualquier vivienda, pero a los que normalmente no les prestamos la atención que se merecen: las persianas.

Al contrario a lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, sobre todo del centro y norte de Europa, en España es habitual que las ventanas de las viviendas cuenten con persianas. Más horas de luz y un clima más cálido las han convertido en un buen recurso para conseguir aislarlas del calor.

No vale cualquier persiana

Actualmente los materiales más utilizados son el PVC y el aluminio. Dentro de estos dos tipos, las primeras son las más comunes debido a su precio, pero con el inconveniente de que tienen ciertas carencias como aislante térmico y de ruidos.

Las de aluminio, a pesar de ser algo más caras, tienen a su favor la durabilidad y que bloquean mejor la entrada de luz. Al tratarse de un material más resistente, están preparadas ante cualquier inclemencia meteorológica.

Las persianas de aluminio tienen a su favor la durabilidad y que bloquean mejor la entrada de luz y el calor

Esto incluye no solo las altas temperaturas del verano, también aíslan del frío y aguantan sin sufrir daños fenómenos como el granizo. Ejemplo de ello son las persianas VELUX, capaces de detener un 95% del calor en verano.

Pero este punto no es el único importante. Si el mecanismo con el que se maneja la persiana no es el adecuado, la calidad de los materiales con las que esté construida no marcarán la diferencia entre unos u otros modelos. Lo mejor es optar por un sistema eléctrico. Además de la comodidad que ofrecen, permiten un mejor aislamiento del exterior

El mecanismo convencional, en el que se utiliza una cinta para bajar y subir la persiana, es necesario colocar un recogedor en la pared que normalmente es fuente de entrada del aire exterior.

Con un sistema eléctrico de persianas ganas en comodidad y aislamiento con el exterior

Mientras que los sistemas eléctricos se manejan con unos pulsadores con los que se evitan esos huecos. En el caso de VELUX, pueden accionarse utilizando directamente el pulsador o con un mando a distancia. 

Una vez seleccionada la persiana que cumple con todos los requisitos que evitan la entrada del calor, falta uno de los puntos más críticos: la instalación. Exigir que se haga correctamente es fundamental para que la inversión realizada merezca la pena.

Aunque como se explicaba más arriba los pulsadores eléctricos no suponen un problema en cuanto a entrada del aire exterior, hay otra opción más segura y ecológica. Se trata de usar la energía solar.

Una células fotovoltaicas, como las que integra VELUX en sus persianas, evitan tener que realizar cualquier instalación para accionar el sistema de subida y bajada. En este caso sí se tendría que usarse un mando a distancia.