¿Cómo se forma la nieve? Ingredientes necesarios

¿Por qué hay veces que vemos nevar pero no cuaja en el suelo? Tiene una explicación. ¡Atentos!

Javier Vegas

Javier Vegas

La nieve es, sin duda, uno de los fenómenos meteorológicos más complicados de predecir. A la dificultad de saber con exactitud la cantidad y momento en que caerá la precipitación, se suma el cálculo de la cota de nieve.

Una diferencia de 100 metros de altitud puede ser suficiente para que en un punto esté lloviendo y, a una mayor altitud, nieve. Además, este es solo uno de los numerosos factores que influyen a la hora de predecir una nevada en un punto concreto.

Si ya de por sí es complicado detallar si va a nevar, saber si va a cuajar mucho la nieve en un momento concreto es una ardua tarea. Sin embargo, sí que existe una explicación científica de por qué en unas zonas cuaja y en otras no.

como se forma la nieve

Cuando caen los primeros copos de nieve se crea una capa de agua. Dependiendo de la intensidad, temperatura y humedad con la que caiga, permitirá crear nuevas capas. En función de la termoconductividad del agua, hará que se funda y no cuaje.

La nieve cuaja más fácilmente en unas superficies que en otras

Dependiendo de la superficie donde caiga el copo, la nieve se mantendrá con facilidad. Por ejemplo, cuando vemos coches cubiertos de nieve con frecuencia se debe a que se trata de un material que no conduce el calor tan bien como el agua. Sin embargo, el asfalto no suele llegar a blanquear habitualmente.

¿Cómo se forma la nieve?

Al igual que la lluvia y el granizo, la nieve proviene del vapor de agua que forman las nubes. Sin embargo, esta última se forma cuando la temperatura es baja en la atmósfera.

La nieve no es otra cosa que un fenómeno meteorológico. Consiste en la precipitación de pequeños cristales de hielo que se producen en las nubes. Generalmente están constituidos de ‘microgotas’ de agua a baja fusión, es decir, son producto del líquido sometido a temperaturas bajo cero.

como se forma la nieve

La nieve en altura comienza como un cristal diminuto o incluso una pequeña partícula de polvo. Cuando hay mucha humedad en el aire, la condensación permite que estas comiencen a juntarse.

Si en lo alto de la atmósfera la temperatura es lo suficientemente fría, estas pequeñas gotas comenzarán a congelarse formando los copos de nieve. Sin embargo, durante el camino pueden atravesar aire más cálido o frío, el causante de que llegue al sueldo en forma de agua o nieve.