Medusas del Mediterráneo: identifica las más venenosas

Javier Vegas

Javier Vegas

Durante el verano, nuestras costas se llenan de unos animales marinos poco deseados y que en ocasiones obligan a cerrar playas. Las hay más o menos peligrosas, por eso, desde eltiempo.es te contamos cuáles son las medusas del Mediterráneo más comunes y las más venenosas.

Cotylorhiza tuberculata

Es una de las medusas más populares en el Mediterráneo y la podemos encontrar desde finales del verano hasta el otoño. Tiene una gran sombrilla que puede llegar a medir hasta 40 centímetros de diámetro. Son muy comunes en el Mar Menor y su peligrosidad es baja. Sus cortos tentáculos hacen que sus efectos no pasen de urticaria leve y picor. Si no eres alérgico no requieren asistencia médica.

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Rhizostoma pulmo

Se trata de una medusa que suele verse de forma solitaria. Mide alrededor de 50 centímetros, aunque puede llegar a medir 1 metro. Suelen estar cerca de los costas del Mediterráneo y se pueden ver desde la primavera hasta el otoño. Su peligrosidad es media y se pueden producir irritaciones no solo por el contacto directo. Aún así, no produce cuadros dermatológicos graves.

Chrysaora hysoscella

Esta medusa llamativa es de color blanco amarillento con bandas de color pardo. Habita tanto en el Mediterráneo como el Cantábrico y destacan sus 24 tentáculos que pueden llegar a los 5 metros. Su peligrosidad es elevada, pudiendo causar picor y quemazón al principio y posteriormente lesiones eritematosas y edema.

Aurelia aurita

Es una de las medusas del Mediterráneo más comunes y llegan a las costas en grupo arrastradas por las mareas. Mide entre 10 a 15 cm de diámetro y tiene una baja peligrosidad.

Velella velella

Se trata de una medusa pequeña que no suele medir más de 10 centímetros. Cuenta con una cresta transparente con tonos azules y verdes. Se suelen acumular en la costa después de temporales arrastrada por el viento. Es inofensiva para el hombre.

Aunque estas son las medusas del Mediterráneo más comunes, las más peligrosas de España las podemos encontrar en zonas de la costa gallega o Cantábrico, normalmente porque se desplazan de los Océanos donde habitan. Es por ejemplo el caso de la Physalia physalis, que mide unos 30 cm pero sus tentáculos pueden superar el metro. La peligrosidad es muy alta, y el contacto con el veneno de los tentáculos puede llegar a producir un shock neurógeno debido al fuerte dolor.

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