Marte podría tener un océano de agua líquida bajo su superficie

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Marte no deja de sorprendernos. Un grupo de investigadores ha anunciado la detección de lo que parece ser un océano de agua líquida bajo la superficie del planeta rojo. Aunque no quiere decir que estemos más cerca de encontrar vida allí…

Un lago bajo el polo sur

La detección ha sido posible gracias a MARSIS, un radar de baja frecuencia que está analizando la superficie de Marte, equipado en la nave Mars Express. Tiene la capacidad de penetrar el hielo presente en los polos y analizar lo que pudiese haber debajo. Eso ha permitido que un grupo de investigadores haya concluido que en el polo sur podría haber un lago subterráneo. Se encontraría a una profundidad aproximada de 1,5 kilómetros y tendría un tamaño aproximado de 20 kilómetros.

Concepto artístico de la sonda Mars Express.
Crédito: Nave: ESA/ATG medialab; Marte: ESA/DLR/FU Berlin

Sin embargo, es poco probable que sea un entorno propicio para la vida. En teoría, no está compuesto de agua pura, ya que la temperatura en la profundidad a la que se encuentra ronda los -68ºC. Por lo que, si fuese agua pura, estaría completamente congelada. Es necesaria una gran cantidad de sales para reducir su punto de congelamiento. Especialmente como para que se mantenga en estado líquido a pesar de una temperatura tan baja.

En otros lugares de Marte se han encontrado sales de magnesio, sodio y calcio. Por lo que es razonable suponer que podrían ser estos mismos elementos los responsables de que ese lago se mantenga en estado líquido. Por sus condiciones, no sería un lugar propicio para la vida tal y como la conocemos. Pero es un paso prometedor para la búsqueda de vida en el planeta rojo. Porque es posible que pueda haber otros lagos con condiciones más favorables.

La detección del lago

Pero, ¿cómo es posible detectar un lago bajo la superficie de Marte? Ha sido necesario 3 años de observación con el instrumento MARSIS para poder llegar a esta conclusión. En total, 29 observaciones, realizadas desde mayo de 2012 a diciembre de 2015. En ellas se muestra una región, más brillante que las demás, en el hielo del polo sur. El funcionamiento es relativamente fácil de visualizar.

Esta secuencia de imágenes muestra la región de estudio y las observaciones de radar con las que se ha concluido la existencia del lago.
Crédito: NASA/Viking; THEMIS/JPL-Caltech/Arizona State University/ R. Orosei et al.

El radar envía una señal a la superficie. En función de con qué materiales se encuentre, al rebotar lo hace de una manera u otra. Emite un brillo diferente según qué material sea el que se ha encontrado a su paso. Ese reflejo es más brillante cuando procede de agua líquida, a diferencia de roca o hielo. Eso es lo que se ha observado en este caso. Pero, lejos de asumir directamente que se trataba de agua líquida, los investigadores quisieron considerar otras posibilidades.

La primera y más evidente, por extraño que pueda parecer, es suponer que se trata de un error en la medición de los instrumentos. Porque ese brillo aparecía en algunos pasos sobre la región, pero no en otros. La explicación, sin embargo, estaba en el propio funcionamiento del instrumento. Antes de transmitir los datos a la Tierra, para su análisis, realizaba diferentes correcciones de píxeles para reducir la cantidad de información a transmitir.

Un lago que podría ser una revolución… o no

Eso provocaba que, en el proceso, la intensidad de ese brillo pudiese ser reducida por el instrumento. Fue necesario recurrir a un método diferente de almacenamiento, en el satélite Mars Express, para poder almacenar los datos con más fidelidad. Fue ahí cuando, finalmente, se hizo evidente que lo que se estaba viendo no era un simple error instrumental. Si esto hubiese tenido lugar en la Tierra, no hubiera tenido mucho más recorrido.

Imagen del Polo sur de Marte en el año 2000.
Crédito: NASA/JPL/MSSS

Es decir, en nuestro planeta, esa lectura habría sido asociada inmediata, e inconfundiblemente, con la presencia de agua líquida. Pero, ¿en un planeta árido como Marte? No era una opción tan atractiva. Así que se consideraron diferentes alternativas que pudiesen explicar la presencia de ese brillo. Como, por ejemplo, la posibilidad de que hubiese una capa de dióxido de carbono en las capas más altas del hielo.

Aunque descartaron esas posibilidades al ver que el brillo producido no encajaba con lo que cabría esperar si fuese así. Sin embargo, esto no quiere decir que esté completamente confirmado que haya un océano de agua líquida bajo el hielo del polo sur de Marte. Todavía quedan algunas dudas en el aire. Aunque, si finalmente se confirmase, estaríamos ante un descubrimiento que nos ayudaría a comprender mucho mejor cómo es el planeta rojo.

Las dudas razonables

Uno de los principales escollos para la confirmación es que no todas las señales concuerdan. La NASA también tiene otra nave en órbita de Marte. Se trata de la Mars Reconnaissance Orbiter. También tiene la capacidad de analizar la superficie del planeta rojo y puede observar los polos. En sus observaciones, no han encontrado señales que puedan atribuirse a la presencia de un lago. ¿Qué quiere decir?

Imagen del rover Curiosity en Marte.
Crédito: NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems

Es posible que, simplemente, la longitud de onda que usa el radar de la MRO no llegue a esas mismas profundidades. O quizá el brillo que se produce sea diferente. En ese sentido, este descubrimiento les servirá para volver a analizar la región con mucho más detalle. Ya que ahora saben exactamente en qué lugar deben centrar sus observaciones. Quizá en poco tiempo tengamos una confirmación adicional de la existencia de este posible lago.

Quedan solo dos cuestiones en el aire. Por un lado, ¿cuál es la profundidad de este lago? No hay una estimación exacta, pero sí un mínimo posible. Tiene que tener, al menos, diez centímetros de profundidad. Si fuese menos, no podría ser detectado por MARSIS. Esto lo convierte en la mayor cantidad de agua descubierta hasta la fecha en Marte, con una diferencia abrumadora. Si se confirma su presencia, nuestra comprensión de la habitabilidad, en el presente, de Marte, cambiará por completo. Aunque, por ahora, no se ha encontrado vida en el planeta rojo…