Los restos del cohete chino caen en el Índico, en el entorno de las Maldivas

El cohete chino Long March 5B se desintegró casi por completo al entrar en la atmósfera y cayó finalmente en el Océano Índico.

Mar Gómez

Mar Gómez

El cohete chino Long March 5B fuera de control se desintegró casi por completo al entrar en la atmósfera y cayó finalmente en el Océano Índico sin causar daños

VÍDEO: ASÍ FUE EL LANZAMIENTO DEL COHETE CHINO LONG MARCH 5B

El mundo ha estado expectante en los últimos días ante la caída de los restos de un cohete chino fuera de control que finalmente ha entrado en nuestra atmósfera en la madrugada de este domingo 9 de mayo de 2021.

Los restos del cohete han caído finalmente en el Océano Índico, en el entorno de las Islas Maldivas, al sur de la India, sin ocasionar ningún daño. El cohete chino se desintegró casi por completo en el momento en el que entró en la atmósfera de la Tierra.

Punto en donde ha caído el cohete Chino.

Se trata de los restos del cohete Long March 5B, en concreto de su etapa central que se usó para construir la estación espacial china Tianhe.

Algunas previsiones situaban la caída cerca de las costas de Portugal, pero finalmente han sido las aguas del Índico quien ha protagonizado el fin de este evento seguido por millones de personas.

Ahora esta parte del cohete, separada ya de la estación espacial, ha descendido 80 kilómetros de altura y los expertos aun no pueden determinar con exactitud dónde ni cuando caerá. Intentan transmitir calma ya que la mayor parte de chatarra espacial suele caer en el mar y prevén que pueda desintegrarse y romperse en pequeños pedazos, peor la incertidumbre es tal que aun no pueden confirmar ni desmentir nada.

Las posibilidades de que una persona sea alcanzada por un desecho espacial es de aproximadamente 1 entre varios billones

Dada la órbita del objeto, los posibles puntos de aterrizaje están en cualquier lugar de una banda de latitudes «un poco más al norte que Nueva York, Madrid y Beijing y tan al sur como el sur de Chile y Wellington, Nueva Zelanda».

El incidente se produce aproximadamente un año después de que otro cohete chino similar cayera a la Tierra, aterrizando en el Océano Atlántico, pero no antes de que, dejara un rastro de escombros en la nación africana de Costa de Marfil.

El cohete chino fuera de control Long March 5B el día de su lanzamiento
El cohete chino Long March 5B el día de su lanzamiento

Las dimensiones (20 toneladas y 50 metros de altura) de este cohete chino fuera de control hacen que sea uno de los objetos más grandes que reentre en la Tierra de forma descontroladaasi que no se descarta que pueda colisionar en suelo terrestre. La posibilidad de que caiga en una rea poblada es baja pero o despreciable.

La reentrada podría ocurrir el 9 de mayo a las 04.00 horas minutos hora española (con seis horas de margen de error), según las últimas proyecciones.

¿Por qué no podemos saber dónde va a caer exactamente este cohete chino fuera de control?

Aunque se esta mencionando que podría caer en una u otra localización, la realidad es que no se puede determinar el punto de caída ni el momento preciso ya que esto depende de cómo interactúe el cohete con nuestra atmósfera.

Este va a entrar a una velocidad elevadísima y se ira poco a poco frenando, pero la atmósfera no es totalmente homogénea ni uniforme.

La atmósfera se contrae y expande por la influencia que nuestra estrella, el Sol, ejerce sobre ella. De este modo en las zonas que recibe mayor radiación solar se expande y en las que recibe menos, se contrae. Además la densidad atmosférica varia, aumentando a medida que nos acercamos a la superficie terrestre y hay variaciones locales de densidad.

¿Es normal que entren restos de cohetes a la atmósfera de la Tierra?

Hemos tenido otros casos de entrada de restos de cohetes a la atmósfera de la Tierra. En 1979, la estación espacial estadounidense SkyLab de 77 toneladas se desintegró sobre Australia Occidental, afectando a la ciudad costera de Esperance.

El Cosmos 954 fue un satélite de reconocimiento lanzado por la Unión Soviética en 1977. Un fallo impidió que el reactor  que llevaba el satélite se separase del resto de la nave, lo que provocó al año siguiente que con la reentrada en la atmósfera se esparciesen residuos nucleares por un amplio sector del norte de Canadá.

En noviembre de 2015, en España se registraron varias colisiones de basura espacial. A principios de mes, en Mula y Calasparra (Murcia) y en Elda (Alicante). Algo más tarde, el 7 de noviembre, en Pozorrubio de Santiago (Cuenca) un joven agricultor encuentra un material metálico no identificado que también pudo ser de basura espacial, de 20 kg.

También en ese mismo año y mes, reentró a 65 km al sur de la costa de Sri Lanka WT1190F, un fragmento de basura espacial de  entre 1 y 2 metros.

Otro caso fue el de Salyut 7 y Kosmos 1686, la última de las estaciones espaciales de la URSS, con la Kosmos 1686, una nave espacial acoplada a ella, ambas sin tripulación. Cayeron el 7 de febrero de 1991 sobre la ciudad argentina de Capitán Bermúdez. En total, cayeron hasta casi 40 toneladas de basura espacial. No produjo daños ni heridos.

Otros caso destacado y bastante drámatico fue el del OV-102 Columbia, una nave espacial que estuvo 16 días en espacio exterior. Tripulada por 9 astronautas, se detectó un humo procedente de la nave que se produjo en el despegue. Tras esos 16 días, se intentó hacer volver a la tripulación y a la nave intacta, pero no fue posible. Se despedazó dejando gran cantidad de residuos en los entornos de Dallas (Texas) y los 7 tripulantes fallecieron. Dejó 100 toneladas de residuo espacial. Este accidente se produjo el 1 de febrero de 2003. 

La basura espacial ¿un riesgo para el ser humano?

Según la NASA, hay más de 20.000 trozos de residuos más grandes que una pelota de béisbol orbitando alrededor de la Tierra y más de 500.000 que son algo más grandes que el tamaño de una canica. Hay, además, más de 100.000.000 de partículas de tamaño menor de 1 mm.

Desecho espacial

Estas partículas viajan a más de 28.000 km/h. En total, suman unas 7.000 toneladas de desperdicios, de los cuales la NASA estima que caen una pieza cada día a la TIerra, lo que supone entre 50 y 100 toneladas al año de residuos que impactan en nuestro planeta. 

¿Por qué unos objetos se desintegran en la atmósfera y otros no?

Cuando un objeto o cuerpo entra en la atmósfera puede hacerlo de dos maneras: con una entrada incontrolada como la de algunos desechos espaciales, bólidos u objetos astronómicos o la entrada controlada de una nave espacial u objeto que puede ser guiado.

Los objetos que entran en una atmósfera experimentan resistencia atmosférica, que ejerce una presión mecánica sobre el objeto, y el calentamiento aerodinámica causado sobre todo por la compresión del aire frente a ese objeto y por la resistencia o fuerza de rozamiento. Estas fuerzas actúan en conjunto y pueden causar que pierda algo de masa o que se desintegre por completo dependiendo del tamaño. Algunos objetos con menos resistencia a esa compresión pueden, incluso, explotar. 

Es por ello que los vehículos espaciales tripulados deben disminuir su velocidad y ralentizarse para que puedan desplegar paracaídas o frenos neumáticos.

Para la Tierra, la entrada en la atmósfera se produce a una altitud de unos 100 km sobre la superficie en lo que se conoce como línea de Kármán, que es básicamente un intento de definir un limite entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior, algo que tiene bastante base en términos de legalidad y medidas reglamentarias.

¿Dónde debemos entonces estrellar de forma segura la basura espacial?

En un esfuerzo global por reducir los desechos espaciales, muchos equipos de misiones satelitales son capaces de maniobrar con seguridad a los satélites retirados de vuelta a la atmósfera de la Tierra para que ocurra una de dos cosas. Para los satélites que orbitan cerca de la Tierra, los operadores reducen la órbita de un satélite dado de baja para que vuelva a entrar naturalmente en la atmósfera dentro de 25 años (conocido como la «Regla de los 25 años»).

A medida que el satélite comienza a caer hacia la Tierra y pierde altitud, la compresión y la fricción en la densa región de la atmósfera más cercana a la Tierra genera mucho calor y este quema la mayor parte de la maquinaria satelital.

desecho espacial

O, si el satélite tiene suficiente combustible, puede volver a través de la atmósfera y estrellarse contra el océano. Esta ubicación del Océano Pacífico tiene muchos nombres, Punto Nemo (que en latín significa «nadie») y el Polo Oceánico de Inaccesibilidad.

Pero, a medida que se lanzan más y más satélites y naves espaciales, ¿la órbita terrestre se convertirá en un peligroso lugar lleno de chatarra? Las agencias espaciales de todo el mundo están trabajando para asegurarse de que eso no suceda. Desde 1988, Estados Unidos ha tenido una política oficial para minimizar la creación de nuevos desechos orbitales. Las agencias espaciales rusas, japonesas, francesas y europeas también tienen políticas de mitigación de desechos y se están haciendo varias cosas para reducir el problema de los desechos espaciales. 

basura espacial

Las etapas superiores de los vehículos de lanzamiento y algunos satélites se están colocando en órbitas inferiores para que vuelvan a entrar en la atmósfera y se desintegren lo antes posible.