Los incendios de Australia potenciarán aún más el cambio climático

Australia sigue ardiendo y los incendios no paran de inyectar miles de toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera. ¿como impactarán en el clima?

Mario Picazo

Mario Picazo

En unas semanas se han inyectado millones de toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera

VÍDEO: AUSTRALIA ARDE COMO NUNCA

Como cada año, Australia arde de manera natural, aunque entre 2019 y este inicio de 2020 la temporada de incendios ha sido la más activa que se recuerda. A parte del gran impacto que los incendios están teniendo en la población, la vegetación o los animales del país, la comunidad científica alerta sobre el potencial impacto que pueden tener en el clima a nivel global.

Dentro de las grandes nubes de humo que generan y vemos invadiendo la atmósfera australiana, hay millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) que acabarán amplificando el efecto invernadero, ayudando a aumentar aún más la temperatura global del planeta. 

Desde 2019 imágenes de satélite como esta de incendios afectando el extremo oriental del estado de Nueva Gales del Sur, Australia han sido habituales. Fuente: Aqua MODIS, NASA

La ciencia ha hablado estas últimas semanas para poner sobre la mesa los factores relacionados con el cambio climático que están ayudando a potenciar esta situación extrema.

Hay millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) que acabarán amplificando el efecto invernadero

A parte del impacto que pueda tener el aumento de la concentración de gases como el CO2 en la atmósfera, el humo que generan los cientos de incendios que se registran a diario, están oscureciendo los cielos no solo en Australia, sino también al otro lado del mundo.

Las imágenes de satélite que vemos a diario muestran una amenazante neblina que se extiende por América del Sur y acaba dando la vuelta al mundo, reduciendo de manera dramática la calidad del aire.

Algunos científicos apuntan, que las oscuras partículas sólidas que surcan los cielos del hemisferio sur, podrían depositarse sobre el hielo de Antártida, reduciendo sus propiedades de reflectividad solar y aumentando el ritmo de deshielo.  

Los incendios del sudeste de Australia han arrojado a la atmósfera cerca de 400 millones de toneladas de carbono

Los científicos han estado haciendo números, y hasta la primera semana de enero de 2020, se calcula que solo los incendios del sudeste de Australia, en torno a Nueva Gales del Sur, han arrojado a la atmósfera cerca de 400 millones de toneladas de carbono.

El dato, proporcionado por Pep Canadell, científico principal de la agencia de investigación nacional de Australia y director ejecutivo del Proyecto Global de Carbono, es preocupante. Según el diario The Guardian, esa estratosférica cantidad de carbono, equivale a todo el carbono emitido en un año por el Reino Unido.

Pero el COque llega a la atmósfera no se elimina tan fácilmente, y según cálculos del Global Carbon Project, de una tonelada de que se inyecta hoy en la atmósfera terrestre, dentro de 100 años quedarán 330 kilos, y en 1000 años unos 100 kilos.

Esta imagen del sistema GEOS-FP usando MODIS (Terra/Aqua) muestra la distribución global de aerosoles el 9 de enero de 2020. Polvo (naranja), sal de mar (azul), nitratos (rosa) y carbono (rojo). Desde el sur de Australia se aprecia la estela de humo que recorre gran parte del Pacífico sur, llegando incluso hasta el Atlántico. Fuente: NASA

Uno de los principales problemas es que estos meses, el humo que contiene todo ese dióxido de carbono, e incluso otros gases que contribuyen al efecto invernadero, ha llegado a niveles bastante altos de la atmósfera (estratosfera). Hemos visto imágenes de pirocúmulos que han estado inyectando material sólido y gaseoso como el CO2 a más de una docena de kilómetros de altura.

Eso ayuda a qué el gas se acabe mezclando bien y se transporte a bastante distancia. Una vez en la atmósfera sigue sumando, ya que atrapa energía y ayuda a seguir aumentando la temperatura a la vez que provoca olas de calor y más sequía en algunas zonas del planeta. Conclusión, que los incendios que hoy arden en Australia, ayudarán a que se produzcan más y posiblemente más grandes en un futuro. 

Los devastadores incendios de Australia han generado espectaculares pirocúmulos como el que se aprecia en esta imagen. Estas grandes nubes de desarrollo vertical, ayudan a inyectar partículas y gases como el dióxido de carbono a gran altura llegando incluso a la estratosfera. Fuente: NASA

A parte de los gases que aportan los incendios, también hay que sumar la quema de vegetación. Lo que más ha ardido son eucaliptos, aunque también pino, grandes extensiones de matorrales y arbustos y hasta algunas zonas de selva subtropical en el estado de Queensland.

Lo que tarde toda esa vegetación, ese gran sumidero de carbono en regenerarse tras los incendios, será crucial, ya que si lo hace en un periodo de tiempo razonable como apunta Guillermo Rein, profesor de ciencias del fuego en el Imperial College de Londres, el impacto del carbono emitido sobre el clima será menor. 

Incendios activos en Australia el 21 de enero de 2020. Fuente : Australian Bureau of Meteorology.

Hay teorías varias sobre el futuro de los incendios, pero a este paso, podrían competir con las emisiones derivadas directamente de la actividad humana, para convertirse en la principal fuente de emisiones de gases efecto invernadero. Ese escenario, a su vez podría aumentar la frecuencia de incendios, y potenciar lo que los científicos llaman un ciclo de retroalimentación positiva.

Lo cierto es que aún es pronto para saber si los incendios en Australia acabarán siendo una fuente neta de carbono o si las zonas calcinadas volverán a regenerarse para ayudar a secuestrar el exceso generado.

El nuevo clima que vivimos impacta a los incendios, y los incendios pueden potencialmente afectar al clima, pero ??la verdad es que aún no tenemos claro donde y cuando se alcanzará ese punto de equilibrio si es que realmente, se acaba alcanzando.