Escalofriantes sonidos del espacio: ¿qué son?

Repasamos algunos de los escalofriantes sonidos del espacio, recopilados por la NASA.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Halloween, la mejor fecha para hablar de los escalofriantes sonidos del espacio. Pero, ¿es que existen sonido en el espacio?

Como seguramente sepas, no hay aire en el espacio. Por tanto, no existe un medio a través del que emitir el sonido. Así que lo que la NASA ha hecho, para crear esta recopilación de los escalofriantes sonidos del espacio, es recurrir a otras alternativas.

A lo largo de los años, diferentes naves han vagado por el espacio del Sistema Solar, analizando diferentes objetos. No solo se han tomado fotos, también se han capturado emisiones de radio.

Esas emisiones de radio pueden transformarse en ondas de sonido. No quiere decir que, si estuviésemos en el espacio, pudiésemos escucharlos, claro está. Pero nos permite observar que el nombre de la colección no es ni mucho menos inapropiada.

Hay de todo, algunos parecen aullidos, otros simplemente resultan tenebrosos, pero todos tienen en común un mismo origen. Proceden de diferentes fenómenos astronómicos.

Algunos parecen aullidos, otros simplemente resultan tenebrosos, pero todos proceden de fenómenos astronómicos

Pero no son solo una distracción para celebrar Halloween. El proceso de transformar ondas de radio en sonido tiene, en ocasiones, su propia utilidad. Es una técnica conocida como sonificación. Permite visualizar mejor datos que de otra manera podrían ser más complicados de entender.

De hecho, hay algunos dispositivos que quizá te resulten familiares, por haberlos visto en series o películas. Es el caso de un contador geiger, que mide en forma de sonido la cantidad de radiación en un lugar.

Aplicaciones de la sonificación

Hay instrumentos muy variopintos que usan esta técnica. Por ejemplo, en el paracaidismo es habitual utilizar un altímetro auditorio. También hay termómetros auditorios. Los relojes emiten sonido cada hora; algunos incluso tienen un segundero que emite sonido a cada segundo. O un sonar, que se utiliza para poder analizar la superficie bajo el agua e impedir choques con posibles elementos cercanos.

En tiempos más recientes, probablemente el caso más popular es el de las ondas gravitatorias de LIGO. No tienen nada que ver con los escalofriantes sonidos del espacio, ni mucho menos. Sin embargo, esos sonidos tienen también un origen muy diferente. Son el resultado de la transformación de ondas en la fábrica del espacio-tiempo a un medio acústico, y normalmente, también, elevadas en tono para poder hacerlas audibles por el ser humano.

Es el caso de la primera detección de ondas gravitatorias. En aquel momento, dentro del marco de un anuncio histórico, se publicó también el sonido que producía la colisión de dos agujeros negros. El resultado fue ampliamente difundido por medios de todo el mundo. Está en el vídeo que acompaña a este texto, justo debajo. Ese «trino» repetido cuatro veces (dos veces en diferentes frecuencias). Es el instante, apenas una fracción de segundo, que indica el momento de la fusión de ambos agujeros negros.

Algunos de los escalofriantes sonidos del espacio

La colección de la NASA no incluye ondas gravitatorias. Está formada por sonidos procedentes de diferentes instrumentos y momentos, recopilados y transformados a lo largo de los años. Hasta donde sabemos, el más antiguo parece ser de 1996, cuando los científicos de la NASA utilizaron la técnica de sonificación para transformar los datos de la sonda Galileo al acercarse a Ganímedes, el satélite más grande de Júpiter.

Repasemos algunos de los más interesantes que se pueden escuchar. Juno: Crossing Jupiter’s Bow Shock marca el momento en el que la sonda Juno atravesó el arco de choque de Júpiter. El arco de choque es la región en la que el viento solar, que viaja a velocidades supersónicas, se ve ralentizado y calentado por la magnetosfera del planeta más grande del Sistema Solar. Es algo parecido a la rotura de la barrera del sonido en la Tierra.

Kepler: Star KIC 12268220C Light Curve Waves to Sound transforma la curva de luz de la estrella KIC 12268220C (que forma parte de un sistema binario en el que las estrellas se eclipsan, desde nuestra perspectiva) en sonido. La frecuencia es mucho más aguda que la de Kepler: Star KIC 7671081B Light Curve Waves to Sound, si bien es exactamente el mismo fenómeno, pero aplicado a una estrella diferente.

Hay muchos más escalofriantes sonidos del espacio

Pero hay otros que también resultan muy interesantes. Chorus Radio Waves within Earth’s Atmosphere es el resultado de interpretar como sonido las ondas de radio detectables en la atmósfera de nuestro planeta. Voyager: Interstellar Plasma Sounds transforma las ondas de plasma del medio interestelar, medidas por las sondas Voyager, en un sonido tenebroso, que bien podría pasar por una extraña cacofonía.

Radar Echoes from Titan’s Surface es el resultado del estudio por medio de radar de la superficie de este satélite de Saturno. Podría pasar por una suerte de melodía creada por algún ordenador de los años 80 o 90. No menos interesante es Speeding through Titan’s Haze. De hecho, este se aproxima mucho a un sonido real. Es una reconstrucción de las muestras de sonido tomadas por la sonda Huygens, en su descenso a través de la atmósfera de Titán.

Un viajero a bordo de la sonda, en el descenso hasta la superficie del satélite, habría escuchado algo similar a lo que se recoge en ese clip. Beware of Jupiter’s Largest Moon Ganymede es una reconstrucción de las emisiones de radio que emite el satélite más grande de Júpiter. En definitiva, en estas fechas tan marcadas, los escalofriantes sonidos del espacio, recopilados por la NASA, son un complemento perfecto. ¡Feliz Halloween!