Los cambios bruscos de temperatura en la oficina pueden ser saludables

Javier Vegas

Javier Vegas

Esta temperatura en la oficina podría ayudar a combatir algunas enfermedades. ¡Toma nota!

Aunque los cambios bruscos de temperatura nos pueden provocar catarros, un estudio afirma que cuando las temperaturas en el exterior están ligeramente por encima o por debajo de las que se consideran ideales, puede ser beneficioso para nuestra salud.

Los extremos no son buenos, y si la temperatura en la oficina es demasiado baja, ten por seguro que no te librarás de un buen resfriado.

Sin embargo, un estudio liderado por Wouter van Marken Lichtenbelt, profesor de la Universidad de Maastricht (Holanda), asegura que la exposición diaria a entornos con temperaturas ligeramente por encima o por debajo de nuestro «confort» podría combatir algunas enfermedades.

El estudio considera ideales las temperaturas situadas entre los 21 y los 22 ºC. A temperaturas ligeramente superiores o inferiores el metabolismo se acelera y el organismo consume más energía, ayudando a combatir dolencias metabólicas como la diabetes y la obesidad.

Temperaturas ligeramente inferiores a 21 grados y superiores a 22 grados pueden ser beneficiosas

El frío leve puede ayudar a las personas que padecen diabetes de tipo 2 al influir en el metabolismo de la glucosa. Los diabéticos analizados y que habían pasado frío intermitente en el trabajo mostraban una sensibilidad a la insulina un 40% mayor, unos resultados muy similares a los que producen los medicamentos.

[destacado name=»El tiempo en primavera 2017″]

El estudio, publicado en la revista Building Research & Information (Información e Investigación de Edificios), afirma que la temperatura en la oficina debería ir variando. Al fin y al cabo en nuestro lugar de trabajo pasamos una gran parte de nuestra vida, y nuestra salud lo agradecerá.

VIDEO: LOS SITIOS MÁS FRÍOS DEL MUNDO