Lo que nos espera: olas de calor más cálidas y mortales   

Un nuevo estudio indica que el calentamiento global provocará olas de calor que causarán miles de muertes en el futuro.

Eltiempo.es IA

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Un nuevo estudio indica que el calentamiento global provocará olas de calor que causarán miles de muertes en el futuro

Un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet es claro: prevé que el número de fallecidos a consecuencia del calor crecerá exponencialmente hasta llegar a las 151.500 víctimas.

El aumento de efectos observados en los seres humanos a consecuencia de los desastres relacionados con el clima se ha atribuido en gran medida al aumento de la población expuesta.

El calentamiento global ha podido tener una influencia más o menos marcada, pero no cabe duda de que cada vez más población vive en zonas de riesgo.

Actualmente en Europa ocurren unas 3.000 muertes al año por desastres meteorológicos. En el año 2100 esa cifra podría subir hasta 152.000, y la mayoría, más del 90% se atribuirían directamente al calor.

En definitiva, y como ya se anunció hace unos meses en la revista Nature Climate Change, en el futuro tendremos olas de calor más letales.

Las víctimas del calor en Europa

Los escenarios de futuro muestran un gradiente latitudinal.  Las víctimas serían más, cuanto más hacia el sur de Europa. Allí, la tasa de mortalidad prematura debido a condiciones climáticas extremas es de alrededor de 700 muertes anuales por cada millón de habitantes.

Medidas de adaptación urgentes

Las proyecciones del estudio muestran un rápido aumento del número de muertos debido a desastres. Si no se aplican medidas de adaptación, este número podría aumentar hasta 32.500, tal y como advierten los expertos.

El aumento de la población y la ocupación de zonas que sufrirán los impactos del calentamiento global hará que, al final de este siglo, cerca de dos tercios de los europeos podrían estar expuestos a un desastre meteorológico. En la actualidad son poco más del 5%.

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Por el contrario, el número de defunciones debidas a las olas de frío se reducirá drásticamente. El balance total seguirá siendo negativo.

Ya hemos vivido estas situaciones

El verano del 2003 fue el más mortífero conocido. Las altas temperaturas por encima de 40ºC durante varias semanas en varios países de Europa, especialmente Francia, provocaron una auténtica catástrofe.

El verano del 2003 fue el más mortífero, con más de 6.500 víctimas en España atribuidas al calor

Según las últimas estadísticas publicadas, en ese año fallecieron 14.802 personas entre el 1 y el 15 de agosto, lo que supuso una sobremortalidad del 55%. Fueron sobre todo personas mayores y enfermos con patologías previas.

En España el Centro Nacional de Epidemiología cifró en 6.500 el número de fallecimientos atribuibles al calor. En Portugal la cifra alcanzó las 1.316 personas.

Se calcula que en total fueron cerca de 35.000 los fallecidos por toda Europa. Este dramático episodio ha sido una de las peores catástrofes naturales que nunca antes haya afectado al viejo continente.

¿Cómo mata el calor?

Aunque pueda resultar curioso, la mayoría de los fallecidos con altas temperaturas no son a consecuencia de golpes de calor. Cuando vivimos situaciones de calor extremo, el cuerpo comienza a resentirse.

Esto sucede especialmente cuando la temperatura del aire supera los 37ºC, que es más o menos la temperatura corporal. En estos ambientes el cuerpo no puede refrescarse.

A esta situación se une que las noches tropicales, que suelen ser cálidas o muy cálidas y no permiten descansar. A partir del tercer día y falta de descanso, se empiezan a producir fallos nerviosos, psíquicos y orgánicos.  Algunas personas pueden incluso no tener sed, aunque ya estén deshidratadas.

Son especialmente vulnerables los ancianos, niños y enfermos, ya que pueden no sentir el malestar. El desenlace acaba siendo fatal. Durante la ola de calor de 2003 la mayoría era población de más de 75 años que estaba sola en casa.

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