Lluvia de estrellas, bólidos y superluna

Las Alpha Aurígidas del 28 de agosto al 5 de septiembre, el bólido del 28 de agosto, y la superluna del 29 de agosto… te contamos todo lo que te has perdido en el cielo… ¡y lo que no te puedes perder!

Eltiempo.es IA

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¿Te has perdido las Perseidas? No has sido el único, el estado del cielo nos ha impedido a muchos disfrutar de su espectacular caída en el mes de agosto… Pero una lluvia de estrellas se acaba para empezar otra: las Alpha Aurígidas empezaron el 28 de agosto y se podrán disfrutar hasta el 5 de septiembre. Su máximo se espera esta misma noche de fin de agosto, pero parece que verlas no será fácil: la tasa horaria cenital es de 6 meteoros/hora, habrá luna llena y el satélite estará cerca de su máximo de luminosidad (en torno a un 93%), y las nubes lo complicarán aún más si cabe en el norte y este peninsular. Aún así, si tienes la oportunidad, mira hacia la constelación de Auriga para ver si hay suerte:

Y hablando de fenómenos astronómicos, no nos podemos olvidar de informaros del bólido que la pasada noche del 28 de agosto, sobre las 22:15 hora peninsular española, se pudo ver desde zonas del sur, centro y este de España, y que finalmente cayó sobré Senés (Almería). Una roca procedente de un asteroide impactó contra la atmósfera a una velocidad de casi 74.000 km/h y como consecuencia del choque se produjo una espectacular bola de fuego.

El Complejo Astronómico de La Hita, situado en la Puebla de Almoradiel (Toledo), registró el paso de este bólido:

Además, si estos días te has fijado un poco, observarías que la luna estuvo más grande de lo habitual, ¿por qué? La noche del 29 al 30 de agosto se produjo una superluna, un fenómeno que se debe a la apariencia que toma el satélite, que puede observarse un 16% más grande y un 30% más brillante. Esto se debe a una coincidencia: la luna llena alcanza su máximo tamaño (plenilunio) en la constelación de Acuario solo un día antes del perigeo, el punto de máximo acercamiento a la Tierra.

Cuando la Luna brillaba en todo su esplendor, el satélite se encontraba 50.000 kilómetros más próximo que cuando se ubica en el apogeo, el punto más lejano de su órbita. Se trató de la tercera superluna de 2015, después de las de febrero y marzo. Una brillante despedida para el mes de agosto.

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