Las teorías conspiratorias de la creación del Sistema Solar

Conspiración, intriga y misterio en torno al origen del Sistema Solar. ¿Con qué teoría de estas cinco te quedas?

Jorge Robles

Jorge Robles

En el anterior post introdujimos la idea de lo problemático que resulta obtener un teoría unificada sobre la creación del Sistema Solar, sobre todo, porque además de justificar la conservación del momento angular del sistema y la presencia de planetas sólidos y de gigantes gaseosos, también debe justificar la formación de los satélites de estos planetas y validar la ley de Bode), que relaciona una serie matemática con la distancia al sol de los planetas de nuestra sistema.

Sin más introducciones, vamos a intentar las 5 grandes teorías que existen sobre la creación de nuestro Sistema Solar.

Las 5 teorías del origen del sistema solar

 

1 – Teoría de la ACREACIÓN.

Esta teoría asume que el Sol pasó a través de una densa nube interestelar, de la que emergió rodeado de un “envoltorio” de polvo y gas.

Imaginativo, sencillo, brillante, pero … bastante frágil. Así se explica bien la formación del Sol pero no aclara como se crearon los planetas ni el porqué de los satélites, tampoco justifica la Ley de Bole y termina obviando la conservación del momento angular. La formación del Sistema Solar no debe de ser tan “simple”.

2 – Teoría de los PROTO-PLANETAS.

Los proto-planetas son cuerpos celestes considerados embriones planetarios, de tamaño similar a nuestra luna. Esta teoría también asume que en un principio debía de haber una densa nube interestelar, pero de forma “repentina” (ese “porque sí” que a veces nos gusta a los físicos) se debió de producir un “cúmulo estelar”, que es algo así como una reunión de cuerpos celestes atraídos por su gravedad mutua.

Estos cúmulos no son homogéneos y podría ser que las zonas más densas (más “pobladas”) se uniesen para formar estrellas. Se trataría de un proceso muy violento y caótico donde cada cuerpo celeste aportaría una velocidad de giro muy aleatoria, sumando o restando “giro” a la estrella resultante, que finalmente debería de presentar una baja velocidad de rotación.

La lentitud de nuestro Sol estaría así bastante bien explicada. Por otro lado, los planetas se crearían en las zonas menos densas del cúmulo, que serían atrapados por la gravedad de la gran estrella central. Su menor tamaño posibilitaría una rotación mucho más rápida

Esta teoría ya parece algo más completa, aunque no explica por qué el movimiento de los planetas está confinados a un plano o por qué sus rotaciones presentan el mismo sentido.

VER TAMBIÉN: Tormentas solares: ¿por qué se producen?

3 – Teoría de la CAPTURA.

Que viene a ser casi una versión mejorada de la anterior teoría, aportando la particularidad de que nuestro Sol interactuó con una proto-estrella cercana (una estrella en formación) y pudo sustraerle cierta cantidad de materia estelar.

La baja velocidad del Sol se debería a que su formación es anterior a la de los planetas. La presencia de planetas terrestres se justificaría por colisiones de proto-planetas en las cercanías del Sol, mientras que los gigantes planetas gaseosos y sus satélites se pueden explicar como condensaciones de la materia proveniente de la proto-estrella “saqueada”.

Esta teoría sí tiene visos de “conspiración”, al “tomar prestada” materia de una proto-estrella cercana. A mí personalmente me agrada, no parece una idea desacertada que en esa expansión del universo hubiese algún tipo de interacción entre las distintas partes.

4 – Teoría LAPLACIANA MODERNA.

Esta teoría tiene un nombre propio y un calificativo que parece denotar cierta “actualidad”.

Laplace (astrónomo, físico y matemático francés) en 1796 sugiere que el Sol y los planetas se formaron en una nebulosa en rotación que se enfrío y se colapsó.

En este enfriamiento la materia se condesó en anillos concéntricos alrededor de una gran masa central que terminaría convirtiéndose en nuestro Sol, mientras que los planetas se formarían al evolucionar los anillos exteriores. La debilidad de esta teoría se encuentra en que no es capaz de explicar la baja velocidad de rotación del Sol.

Así la versión “moderna” añade el supuesto de que inicialmente en esa condensación central existía granos de polvo sólido, que gracias al rozamiento ejercido, frenaron la rotación del Sol. Al disminuir la rotación del Sol este podría haber aumentado su temperatura y evaporado ese polvo inicial.

El último añadido hace que esta teoría resulte más “elegante”.

5 – Teoría de la NEBULOSA MODERNA.

Se ve que el apelativo “moderna” se puso de moda entre este tipo de teorías. Esta última teoría se basa en las observaciones de estrellas jóvenes, que se presentan rodeadas de densos discos de polvo que llegan a ejercer de freno.

Al concentrarse la mayor parte de la masa en el centro del sistema las áreas exteriores se van separando y no se frenan tanto. La densidad de este disco debe de ser lo bastante alta como para permitir la formación de los planetas y lo suficientemente baja como para que la materia “residual”, que debe formar estos planetas, pueda ser expulsada hacia el exterior del Sol.

No está mal. De esta teoría me gusta que se basa en la observación de sistemas similares, quizás sea la más empírica.

Bueno, estas son las grandes teorías. Ninguna satisface del todo a los astrónomos y es fácil que gracias a nuevas observaciones (están en marcha varios proyectos de gran envergadura), se consoliden nuevas teorías o quizás nuevas versiones más completas de las aquí expuestas, quizás pasando de “moderna” versión 2.0 y superior.

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