Las mejores rutas para disfrutar de los colores del invierno

Cinco rutas para disfrutar de la conducción en invierno sin alterar el paisaje gracias a una alternativa de movilidad sostenible.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Cinco rutas para disfrutar de la conducción en invierno sin alterar el paisaje gracias a una alternativa de movilidad sostenible

El invierno nos regala estampas inigualables que no podemos encontrar durante el resto del año. Unos meses en los que contemplar los paisajes en su máximo esplendor, perderse en medio de entornos rurales con su olor a leña y tierra mojada y adentrarse en las montañas cubiertas por mantos blancos.

Por eso, te recomendamos cinco rutas en coche para que disfrutes mientras viajas de los colores que nos deja esta estación. Rutas que podrás disfrutar sabiendo, además, que no alteras el paisaje, ya que te proponemos una alternativa de movilidad sostenible que te permitirá recorrer todos estos rincones reduciendo las emisiones producidas por tu coche.

AutoGas: la alternativa de movilidad sostenible

El AutoGas está considerado como un combustible alternativo -mezcla de propano y butano- que presenta emisiones casi nulas. Debido a sus mínimas emisiones, es la alternativa en la evolución hacia una movilidad sostenible.

Te recomendamos que si quieres disfrutar de los auténticos colores del invierno -el blanco impoluto de las laderas de las montañas, el verde de sus frondosos bosques y el azul de un cielo libre de emisiones- te decantes por este tipo de carburante alternativo respetuoso con el medio ambiente. Además, te permitirá viajar de una forma económica, ya que ofrece un ahorro de gasto de carburante de hasta un 40% respecto a los carburantes convencionales.

Repostar AutoGas tampoco es complicado, puesto que existen más de 550 puntos de suministro en España.

Ten en cuenta, además, que no es necesario cambiar de coche para poder utilizarlo. Existen dos formas de disponer de un vehículo de AutoGas: adquiriendo uno nuevo, o transformando un vehículo de gasolina. Es posible utilizar AutoGas haciéndole una sencilla adaptación en uno de los más de 800 talleres transformadores que existen en España. 

Rutas en coche para disfrutar en invierno

Desde el sueño de pisar cimas de altas montañas nevadas hasta resguardarte en un cálido refugio abandonado o trasladarse por un momento a Siberia sin salir de España. Os presentamos cinco rutas -todas ellas incluidas en la Guía Repsol- para que podáis disfrutar de los mejores paisajes durante este invierno.

1 – Cumbres nevadas de Vall de Boí Taüll

Si quieres jugar a convertirte en Heidi y Pedro durante unos días, escápate a Vall de Boi, uno de los sitios invernales más impresionantes en pleno Pirineo de Lérida.

Desplázate hasta la Alta Ribagorça y no olvides meter en el coche tus raquetas de esquí, te permitirán caminar más fácilmente por las laderas de este conjunto de valles y sierras de escarpadas montañas. A tu paso podrás contemplar pequeños arroyos congelados, bosques de pino negro nevados -con sus finos álamos y sus elegantes abedules- y cascadas repletas de carámbanos.

Adéntrate en la ribera Sant Martí, con sus más de 200 lagos, sus cumbres y sus refugios invernales. Deja tu huella sobre el denso manto de nieve que se estanca en la rivera de los ríos durante los meses del invierno y déjate llevar por el silencio de la naturaleza nevada.

Si te gusta esquiar, puedes desplazarte hasta la estación de esquí de Boí Taüll, que con sus más de 43 pistas esquiables, es uno de los rincones favoritos de los aficionados a este deporte.

Vall de Boí

La rivera del río Sant Martí en la Vall de Boí, un inicio perfecto para principiantes.

2 – La ‘Siberia’ soriana 

Si eres de los que les gustan los extremos, te animamos a adentrarte en la Siberia española. No te preocupes, no tendrás que irte muy lejos: podrás encontrarla en pleno Soria. Desplázate hasta Candilichera, escenario en donde se grabó Doctor Zhivago emulando precisamente los escenarios del Moscú Bolchevique.

A pesar de su reducido tamaño, no te costará encontrarlo. Perteneciente a la comarca de Campo de Gomara, Candilichera está a menos de veinte kilómetros de la capital. Sus campos vacíos y su estepa cerealista entre el Duero y las sierras de la Pica y Deza convierten a este espacio en un lugar verdaderamente gélido durante los meses de invierno, protagonista de algunos de los récords de temperaturas mínimas alcanzados en los últimos años.

El invierno es, sin duda, una buena oportunidad para ‘camuflarte’ entre los algo más de cincuenta habitantes que residen en esta localidad. Saborea su gastronomía local y resguárdate del frío al borde de sus humeantes chimeneas.

Si eres de los que resiste bien las bajas temperaturas, adéntrate en las estepas de Gomara, visita el pantano de la Cuerda del Pozo, San Leonardo de Yagüe o Covalera y disfruta de sus paisajes ‘siberianos’.

Moncayo, los Montes Urales españoles

3 – Termas islandesas en Orense

Tampoco hace falta irse a Islandia para disfrutar de un buen baño termal al aire libre en un entorno gélido. Si quieres saber lo que se experimenta en el interior de una terma humeante, coge tu coche y adéntrate en Ourense. Pregunta por A Chavasqueira, el más famoso complejo termal de Galicia a orillas del río Miño.

Aléjate del turismo convencional y ríete del frío en invierno. Sumérgete en estos baños termales, que te permitirán relajarte en aguas que manan a 63ºC. Da igual la temperatura que haya en el exterior, en estas termas, sin duda, no pasarás frío.

Aprovecha además las virtudes medicinales de las pozas, gracias a sus aguas fluoradas, sódicas, bicarbonatadas y sulfuradas. Todo envuelto en un entorno vestido de madera que te resguardarán del frío exterior. Piérdete en este escondido lugar y demuestra que el bañador no está permitido sólo en verano.

Termas de A Chavasqueira

Termas de A Chavasqueira

4 – Cascadas del Ézaro

Las cascadas son siempre un espectáculo para los sentidos; pero en invierno adquieren una magia superior. Emergiendo entre montes nevados se encuentran las cascadas del río Ézaro, inmersas en el escenario emblemático del Monte Pindo, en A Coruña, Galicia.

Desplázate hasta este escenario a los pies del Atlántico para disfrutar de una sucesión de saltos que sortean tramos helados, nutridos por la nieve derretida, durante los meses de invierno.

Son numerosas las leyendas en torno a los bosques y cuevas de este tesoro biológico coruñés. Pero, sin duda, nos quedamos con su última cascada. La más espectacular, no sólo por sus 40 metros de altura, sino porque es la única de Europa que cae directamente al mar.

Durante época de deshielo y fuertes precipitaciones, el fuerte caudal origina una gran humareda de agua pulverizada que se llega a divisar desde mar adentro. Un espectáculo para la vista.

Fervenza do Ézaro

5- Rincón finlandés en Rascafría

¿Se pueden encontrar escenarios cien por cien invernales en Madrid? La respuesta es sí. No hace falta viajar al norte de España para disfrutar de paisajes nevados y rincones de postal navideña. Muchos, están a la vuelta de la esquina. Sólo tienes que encontrarlos.

En varios municipios de la sierra madrileña podrás refugiarte del frío en una perfecta escapada rural con olor a leña.

Coge el coche y dirígete a Rascafría, un paraje donde crecen los abetos, abedules y chopos que rápidamente se llenan de nieve cuando empiezan a caer los primeros copos en la sierra.

Uno de sus mayores secretos es el bautizado como Bosque Finlandés, un espacio creado a orillas de un pequeño lago artificial que te transportará directamente al país nórdico durante el invierno. Aquí podrás encontrar una idílica cabaña y pasear por el Puente del Perdón, situado frente al Real Monasterio de Nuestra Señora de Santa María de El Paular. 

Aguas abajo del Bosque Finlandés se localiza el lugar donde se alzaba el molino utilizado durante siglos por los monjes del monasterio para fabricar papel.