La temperatura de la nariz refleja tu nivel de estrés

El calor localizado en las diferentes partes de la cara tiene una relación con la tensión, el trabajo mental y el estado de ánimo

Cuando se nos pone la cara colorada, suele significar que nos encontramos en un estado de nerviosismo. Ahora, un reciente estudio ha demostrado que la temperatura que se registra en la nariz también refleja nuestra actividad mental, estado de ánimo e incluso tensión.

El trabajo, publicado recientemente en la revista científica Human Factors, concluye que cuando una persona se concentra por completo y focaliza su atención en una tarea, su ritmo respiratorio varía, el flujo sanguíneo fluye mejor en la corteza cerebral y varía la temperatura del rostro, especialmente en los senos de alrededor de la nariz.

“Al unir nuestra experiencia en bioingeniería, factores humanos y aprendizaje automático, hemos desarrollado una mejor comprensión de cómo los cambios físicos asociados con las cargas de trabajo se manifiestan como síntomas fisiológicos y cómo estos síntomas se traducen en los parámetros que podemos medir «, explica Sarah Sharples, investigadora principal de estudio y profesora en la Universidad de Nottingham en Reino Unido.

Según destacan los expertos la medición de la carga de trabajo sin necesidad de interrumpir a las personas en sus tareas ha sido un desafío. «Los resultados preliminares son prometedores. La termografía facial es la menos intrusiva y ha demostrado ser un método excelente para estimar la carga de trabajo mediante un monitoreo fisiológico no invasivo y no intrusivo”, detalla Adrian Marinescu, otro de los científicos participantes en el trabajo.

Ademas recuerdan que las preguntas y las demandas cognitivas excesivas a un operador concentrado pueden traer descuidos, olvidos y derivar en errores con trágicos resultado en función de la responsabilidad de la tarea.

Más concentración, nariz fría

Durante el transcurso de la investigación, realizada con multitud de cámaras térmicas, los expertos esperaban observar cambios notables pero no tan definitorios ni precisos. “La correlación directa entre la carga de trabajo y la temperatura de la piel era muy impresionante y contra-intuitiva, no estábamos esperando ver la cara cada vez más fría. Con esta forma precisa de estimar la carga de trabajo, podemos desarrollar métodos que ayudarán al operador en momentos de máximo estrés «, subraya Alastair Campbell Ritchie del Bioengineering Research Group.

Los resultados de este trabajo servirán entre otras cosas para mejorar la seguridad de profesiones con mucho estrés y tensión laboral como el sector aeroespacial en el que la seguridad es un factor principal.

El perfeccionamiento de este sistema ayudará a identificar un estrés laboral excesivo y a evaluar como puede reaccionar el trabajador a las diferentes demandas mentales de las tareas que realiza.