La cruda realidad tras los vídeos adorables de animales

Los vídeos virales de adorables lémures como protagonistas no muestran la realidad que hay detrás. ¿Por qué deberíamos evitar compartir este tipo de publicaciones?

Javier Vegas

Javier Vegas

Los vídeos adorables de animales con lémures como protagonistas no muestran la realidad que hay detrás. ¿Por qué deberíamos evitar compartir este tipo de publicaciones?

Los lémures están en riesgo de desaparecer y la mayoría de especies en peligro de extinción

Si eres usuario activo en las redes sociales seguro que has visto algún vídeo con lémures como protagonistas. Uno de los más virales muestra un lémur de cola anillada que quiere que le rasquen la espalda. Cuando dos niños acuclillados a su lado dejan de hacerlo, el animal exige que le sigan frotando.

El video, publicado en YouTube fue grabado en la isla africana de Madagascar. Se hizo tan viral en redes sociales que posteriormente ha aparecido en programas de televisión. El problema es que realmente no es todo como parece en un principio.

A priori parece normal que el vídeo sea compartido, como la mayoría que circula por las redes sobre adorables animales. De hecho, no es habitual ver a un animal exigiendo que le rasquen la espalda una y otra vez.

Sin embargo, han surgido críticas por parte de animalistas, afirmando que existen graves amenazas que encaran los lémures. La organización Global Wildlife Conservation advirtió que estos primates de grandes ojos endémicos están en riesgo de desaparecer y la gran mayoría se encuentran en peligro de extinción.

A los investigadores les preocupa que estos videos adorables de animales alienten a los traficantes de la vida salvaje. Investigaciones han detectado alrededor de 28,000 lémures como mascotas domésticas y National Geographic informó que incluso algunos hoteles de Madagascar mantienen lémures como mascotas como un medio para atraer huéspedes.

A los investigadores les preocupa que este tipo de videos alienten a los traficantes de la vida salvaje

Vídeos como este crean la falsa impresión de que animales amenazados y en peligro de extinción podrían ser una mascota, solo por ser «bonitos y graciosos». Sin embargo, como animales salvajes que son, no pueden alejarse de su habitat. Se exponen a enfermedades que no contraerían en circunstancias normales y pueden volverse agresivos con la edad, por lo que sus propietarios terminan matándolos.

Hace 20 años, la población de lémures de cola anillada se estimaba en más de 750.000 ejemplares. Actualmente viven menos de 5.000. Ahora el mensaje que se pretende transmitir es el de evitar compartir este tipo de vídeos en las redes sociales y comprender la cruda realidad.

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