La contaminación del Mar Menor se observa ya desde el espacio

El astronauta Pedro Duque publica una foto de la costa murciana donde se aprecia la delicada situación del mar Menor.

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El astronauta Pedro Duque publica una foto de la costa murciana donde se aprecia la delicada situación del mar Menor

Una foto tomada desde la Estación Espacial Internacional de la costa murciana muestra el estado actual del mar Menor. A simple vista se puede apreciar un tono verdoso en contraste con el azul profundo que posee el mar Mediterráneo.

La instantánea, publicada por el astronauta Pedro Duque esta semana, ha puesto de manifiesto la delicada situación de las aguas de la laguna salada. “En el caso del mar Menor, el color verdoso se debe más a la eutrofización – proliferación masiva de algas y fitoplactón – que a la contaminación en sí”, explica Pedro García, director de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE).

En el caso del mar Menor, el color verdoso se debe más a la eutrofización que a la contaminación en sí

El Mar Menor tiene una extensión de 180 metros cuadrados, una profundidad máxima de hasta seis metros y dispone en total de más de 70 kilómetros de costa. Es la laguna salada más grande de Europa.

Desde la plataforma Pacto por el Mar Menor explican que esta eutrofización se produce cuando existen nutrientes en el agua procedentes de la agricultura intensiva de la zona, como nitratos o fósforos. Esto aumenta la producción de fitoplancton y microalgas y el agua se enturbia.

“Las algas, las fanerógamas del fondo y otros organismos, al no recibir la luz, mueren. A la vez, las microalgas tampoco reciben la luz por su alta densidad y empiezan a morir también. Cuando se descomponen aumenta la actividad bacteriana que consume oxígeno; por lo tanto se produce anoxia (falta de oxígeno) que a su vez provoca la mortandad de otros organismos (moluscos, crustáceos, peces) que no viven en el fondo”, detallan desde la plataforma.

Una contaminación prolongada

La laguna salada ha padecido los efectos de la agricultura masiva durante los últimos sesenta años. Las actividades agrícolas, sumadas al desarrollo urbanístico de sus costas han provocado que se hayan disparado los niveles de nutrientes vertidos al mar Menor.

La laguna salada ha padecido los efectos de la agricultura masiva durante los últimos sesenta años

Según destacan desde el Instituto Español de Oceanografía, el ecosistema de la laguna había tenido la capacidad y mecanismos suficientes de resistencia ante esa presión. Sin embargo, las investigaciones desarrolladas en 2015 demostraron que se estaba creciendo de manera exponencial el fitoplancton superando así los umbrales de resilencia.

“Este boom fitoplanctónico causó la extinción de la luz por debajo de los niveles mínimos para la fotosíntesis y crecimiento de los macrófitos bentónicos, situación que perduró durante más de nueve meses, causando la desaparición del 81% de la superficie ocupada por la vegetación, es decir, de la mayor parte de la superficie del fondo de la laguna. De esta forma la vegetación ha sido sustituida por fondos de sedimentos desnudos con muy elevada carga orgánica y niveles de anoxia”, destacan desde el IEO en nota de prensa.

Situación actual del Mar Menor

Las medidas que se adoptaron desde que dieran las alarmas sobre el estado de la laguna, poco a poco, van dando resultados.

La situación actual es bastante parecida a la del año pasado aunque ligeramente mejor. Esta mejoría se debe en principio a un sobre todo a un proceso natural pero también es cierto que los aportes superficiales los que llegaban a través de las ramblas han disminuido muchísimo en el último año como consecuencia de la destrucción por parte de la confederación hidrográfica de la red de salmueroductos y del cierre progresivo de desaladoras ilegales”, detalla Pedro García, director de ANSE.

Además, desde la asociación denuncian que la mayor parte de las actuaciones en origen como las modificaciones en las prácticas agrícolas y otra serie de acciones, siguen pendientes.

“El control adecuado del uso de nitratos, la creación de setos agrícolas, la posible prohibición de abonos de liberación rápida se contemplaron en un decreto de medidas de emergencia y muchas no se han aplicado todavía. Por ejemplo el gran filtro verde que anunció la consejería de agricultura”, avisa García.