La contaminación del aire es más nociva de lo que creíamos para la salud

Un nuevo informe de la OMS sobre contaminación recomienda recortar a la mitad la concentración permitida de algunos gases nocivos para la salud.

Mario Picazo

Mario Picazo

La OMS acaba de aprobar nuevas medidas para reducir a la mitad la emisión de algunos contaminates que provocan graves problemas de salud

Cerca de 7 millones de personas mueren cada año por alguna patología relacionada con la contaminación del aire. Es un dato alarmante y más si se compara con las muertes causadas por el Covid-19 ya que es más de 2 veces superior al de las defunciones registradas a nivel global durante la pandemia que arranco ya hace año y medio.

Los datos que utiliza la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la toma de decisiones, muestran cómo el riesgo de morir por los efectos de la contaminación del aire, es incluso mayor de lo que se creía. De hecho, morir por inhalar aire contaminado está a la par con otros grandes riesgos para la salud como fumar o comer alimentos no saludables. 

La OMS recomienda reducir a la mitad la emisión de ciertos gases y partículas que emitimos como consecuencia de la quema de combustibles fósiles.

La COP26 punto de inflexión para conseguir reducir los niveles de contaminación

El uso desmesurado de combustibles fósiles es la principal causa de que aumenten los contaminantes y más en zonas urbanas donde los niveles de estos gases suelen ser excesivamente elevados. Los países con recursos económicos más limitados suelen ser los que sufren en mayor grado el impacto de la contaminación en la salud de sus habitantes. 

Coincidiendo con la Cumbre del Clima, la COP26 que se celebra en Glasgow este próximo mes de noviembre, la OMS urge a los 194 países implicados que reduzcan las emisiones de contaminantes para mejorar la calidad del aire y reducir el calentamiento global.

Los últimos datos que baraja la OMS muestran como con niveles de contaminación más bajos de lo que se pensaba antes, podemos sufrir serios problemas de salud

Las personas que padecen problemas cardíacos y pulmonares han visto como con el paso de los años, con niveles mucho más bajos de lo que se pensaba anteriormente, pueden sufrir problemas de salud considerables. Las partículas en suspensión diminutas que pueden llegar a los pulmones, son difíciles de evitar y al final son las que más nos pueden complicar la salud.

La industria y la movilidad detrás de gran parte de la contaminación que se emite

Gran parte de esa contaminación sólida llega de vehículos y calefacciones de gas. Pero las partículas nocivas también se liberan al aire por otras vías, o incluso se forman en el aire al reaccionar con otras sustancias químicas.

Las fuentes de contaminación de las partículas son múltiples. Desde pinturas a líquidos de limpieza o disolventes hasta el desgaste de neumáticos o frenos en la carretera. Eso significa que hasta los coches eléctricos que no emiten gases contaminantes eléctricos pueden aportar partículas al aire que respiramos.

Los principales problemas de contaminación, y sobre todo de partículas PM2.5 lo encontramos en nuestras grandes ciudades.

Las nuevas medidas que plantea adoptar la OMS reducen a la mitad el máximo recomendado para la exposición a partículas diminutas llamadas PM2.5 (son partículas finas de 2,5 micras o menos de diámetro). Estas se producen mediante la quema de combustibles en la generación de energía, la calefacción doméstica y los motores de los vehículos.

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Nuevas pautas a seguir para reducir el impacto de la contaminación en la salud

Las pautas a seguir que se plantean como una referencia para los políticos medioambientales, grupos de defensa y académicos. Cuando se apliquen cambiarán las concentraciones recomendadas de seis contaminantes que se sabe tienen efectos nocivos para la salud. Son dos tipos de partículas, las ya mencionadas PM 2.5, las   PM 10, y gases como el ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono.

Si bien los países ricos de Europa, Asia y América del Norte han logrado avances en la mejora de la calidad del aire en los últimos años, la OMS dice que, a nivel mundial, más del 90 por ciento de la población del planeta respira aire con concentraciones de PM2.5 que superan los niveles recomendados en las últimas pautas publicadas en 2006.

Según la OMS, a nivel global más del 90 por ciento de la población respira aire con concentraciones no recomendables de partículas PM2.5

Este tipo de partículas finas pueden penetrar profundamente los pulmones y pasar al torrente sanguíneo, lo que implica efectos contraproducentes tanto respiratorios como cardiovasculares. Los expertos advierten que la contaminación del aire se ha relacionado entre otras con enfermedades de tipo cardiaco, diabetes, cáncer y muerte prematura. 

La OMS resalta que reducir las emisiones de contaminantes que afectan nuestra salud, no solo implica evitar muertes directamente relacionadas con la mala calidad del aire, también supone un paso adelante para frenar el cambio climático de origen humano.