Kiri, un árbol para salvar un planeta

Mar Gómez

Mar Gómez

De origen chino, este árbol conocido como Kiri o árbol emperatriz, presenta una serie de características que parece ser podrían ser de ayuda contra el calentamiento global, la desertificación y la contaminación de nuestro planeta.

Este árbol tan increíble pertenece a la especie Paulownia tomentosa y presenta una altura de 27 metros, un tronco entre 7 y 20 metros de diámetro y hojas de 40 cm de ancho. Vive hasta 100 años y puede crecer tanto en planicies como en montañas.

Hoy en día es catalogado como el “árbol de la vida” y entre sus características se encuentra la de resistencia al fuego, al frío y cualquier tipo de agresión. Sus grandes hojas, una vez que se descomponen, enriquecen el suelo dándole la capacidad de generar vida. Por ello, puede utilizarse en suelos poco fértiles ya que el nitrógeno de sus hojas aporta nutrientes al suelo al descomponerse. Además soporta bien el frío y el calor y resiste condiciones moderadas de sequía una vez desarrollado, de 1-2 años.

Por si esto fuera poco emite grandes cantidades de oxígeno y absorbe hasta diez veces más dióxido de carbono que otros árboles lo que le convierte en un firme aliado en la lucha contra el cambio climático.