Junio: el mes de las tormentas y el calor

El mes de junio ha estado a lo largo de los siglos marcado por las fuertes tormentas que han sido capaces de provocar graves daños.

Eltiempo.es IA

Eltiempo.es IA

El mes de junio ha estado a lo largo de los siglos marcado por las fuertes tormentas que han sido capaces de provocar graves daños

Seguro que la percepción que tenemos de este mes es la de días de calor no excesivo. Invita a pasear y a disfrutar del aire libre tomando los primeros helados de la temporada. Lo cierto es que se trata un mes mucho más virulento de lo que podamos pensar.

A lo largo de la historia ha estado caracterizado por tormentas fuertes que han sido capaces de provocar cuantiosos daños.

El 1 de junio de 1634 una avenida del río Cidacos en Calahorra (La Rioja) provoca inundaciones y grandes deterioros. También un 1 de junio, pero de 2008, unas lluvias de hasta 118l/m2 provocaron inundaciones en Getxo (Bizkaia), que también las sufriría un 2 de junio de 1913.

Un hecho singular se marcó el día 3 de 1983 cuando una nevada sorprendió a los vecinos de Soria, León y Zamora. Por estas mismas fechas de 1523 una plaga de langosta, empujadas por los vientos del norte de África, asolaba las cosechas de La Rioja.

Las granizas y sus pérdidas

El 5 de junio de 1972 el pedrisco provocó en algunas zonas mediterráneas pérdidas por 750 millones de pesetas.

El 6 junio 1904 una fuerte granizada en Madrid anegó calles, dañó edificios y causó varias víctimas

Más reciente fue la granizada de Calamocha, en Teruel, que un 21 de junio de 2013 dejó 51 l/m2 en una hora y bolas de hielo del tamaño de una nuez. Este mismo día se registra una severa granizada en las comarcas castellonenses del Alto Palancia y Plana Baixa.

Los espesores de granizo alcanzan hasta 10 cm y el tamaño de pelotas de ping-pong.

El de 9 junio de 1899 una granizada en Madrid de 50cm de espesor y granizos de 200 gramos, provocó la rotura general de cristales y tejas.

El 20 de junio de 1604 un rayo impactó contra Santa María del Mar en Barcelona haciendo arder la veleta

Un mes cada vez más cálido

En los años más recientes, un problema que ha ido en aumento, es el número de episodios de calor extremo.

El 19 de junio de 2003 se alcanzó una máxima de 38ºC en Pontevedra-Mourente. El 21 de junio de 2011 una ola de calor en Canarias, deja máximas de 41,2ºC en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) y 41,9ºC en Tías (Lanzarote). Otros observatorios llegaron a alcanzar los 40ºC.

En el archipiélago balear el 25 de junio de 2001 se alcanzaron máximas históricas: 41,4ºC en el aeropuerto de Palma, 40ºC en Orient Son Vidal, 39,6ºC en Santa Maria Son Borreó, 39,5ºC en Marratxí Sa Cabaneta, 39,2ºC en Campanet Son Estrany y 39ºC en S’Arracó.

El de 28 junio de 2004 se alcanzó una temperatura máxima absoluta de 40,4 ºC en Madrid-Torrejón.

Hace tan sólo dos años algunos observatorios alcanzaron su máxima temperatura. Fue el 29 de junio de 2015, cuando Andalucía registró 44ºC en Linares (Jaén) y 43,6ºC en Andújar (Jaén). También se alcanzaron máximas en la zona centro, con 40ºC en Barajas, 36ºC en Colmenar Viejo, 39,3ºC en Madrid-Retiro, 41,4ºC en Almagro (Ciudad Real) y 40,8ºC en Ciudad Real.

Dada la peculiaridad de este mes y sobre todo, la gran actividad eléctrica que tiene, hizo que Benjamin Franklin llevara a cabo un peligrosísimo experimento. Ató a una cometa  un alambre y la puso a volar durante una tormenta. Quería demostrar que los rayos eran electricidad, y lo consiguió, por suerte, sin quedar electrocutado.

Lo que nos espera el mes de junio de 2017 aún no lo sabemos con seguridad.  Lo que tenemos que tener claro, es que si hay tormentas, no hay que volar cometas.

VER MÁS: IMPACTANTES IMÁGENES DE LA LUNA DE FRESA DE JUNIO