José María Lorente, el primer gran divulgador del clima

Con motivo del Día Mundial de la Meteorología, hoy 23 de marzo, repasamos la figura de José María Lorente, nacido en este día en 1891 y uno de los pioneros de la comunicación y divulgación de la climatología en España.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Con motivo del Día Mundial de la Meteorología, hoy 23 de marzo, repasamos la figura de José María Lorente

José María Lorente, meteorólogo y divulgador.

José María Lorente, meteorólogo y divulgador.

Hoy 23 de marzo se celebra el Día Mundial de la Meteorología. Una fecha que el destino quiso que coincidiera con el aniversario del nacimiento en 1891, en la madrileña Puerta del Sol, de José María Lorente uno de los pioneros en la comunicación, estudio y divulgación de la meteorología y climatología en España.

“José María Lorente es un referente”, señala Fernando Aguado, miembro de la Asociación Meteorológica Española, quien resalta la importancia de su figura y sus trabajos.

José María Lorente fue monaguillo antes que fraile. Tras doctorarse en Ciencias Exactas, ejerció de profesor en varios centros en los que adquirió las herramientas necesarias para comunicar adecuadamente. Tras este periodo, entró a formar parte del cuerpo de Ayudantes de Meteorología del Servicio Meteorológico Nacional con destino al Observatorio Aerológico de Izaña en Tenerife.

Lorente comenzó los registros y estadísticas de las precipitaciones caídas por cuencas

Su afán de conocimiento le llevó Alemania y Suiza, países en los que se dedicó a estudiar la meteorología, los métodos y avances en este campo que se desarrollaban en centroeuropa. Entre viaje y viaje, ejercía su labor como responsable de la sección Biblioteca del Facultativo Meteorólogo. Es en esta época cuando demuestra su capacidad dada la minuciosidad de su trabajo.

Medición de lluvias y calendario meteoro-fenológico

“A diario llegaban a su mesa las más variadas consultas que le enviaba el Director o los diversos centros y dependencias. Lorente, informaba sobre el alcance de heladas, componente meteorológica en plagas o epidemias, bases para el desarrollo de la Hidrología, urbanismo, problemática medioambiental e infinidad de cosas más. Era el hombre enterado, conocedor del último dato en una época en que la información científica era difícilmente difundida, sobre todo en los años  de la II Guerra Mundial”, detallaba Alberto Liné Escardó en la revista Tiempo y Clima en Julio de 2003.

Entre otras muchas iniciativas, José María Lorente comenzó los registros y estadísticas de las precipitaciones caídas por cuencas que se publicaban de manera oficial en el Calendario Meteoro-Fenológico. Una publicación de la que fue uno de los fundadores e impulsores junto a otros profesionales.

Se anticipó al futuro en temas como los modelos actuales de predicción y  el cambio climático

Además, en 1943, cuando se funda el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, también se incluye la sección de Meteorología Aplicada que sería dirigida por Lorente. Puesto desde el que contribuye con numerosas investigaciones, publicaciones y revistas.

Periodista y comunicador

Pero su labor no se limitó al estudio o la investigación. Durante toda su dilatada carrera colaboró en varios diarios gracias a la obtención durante su juventud del carnet de periodista. Estos periódicos fueron entre otros El Debate, Ya, La Vanguardia, en los que realizaba columnas y charlas sobre el tiempo en las que firmaba en ocasiones con el seudónimo de Meteor.

En esta línea, entre sus grandes contribuciones a la comunicación, consiguió llevar al gran público los temas hídricos y el estado de los embalses gracias a sus explicativos trabajos. Destacar también su contribución obcecada para intentar evitar las muertes por caídas de rayos, que se contabilizaban por más de cien en un año. Su mapas, predicciones y localización de regiones más afectadas por estos fenómenos fueron fundamentales para reducir los fallecimientos por tormentas eléctricas.

“Si su personalidad científica la hubiéramos de sintetizar en pocos rasgos, quizá nos quedáramos con éstos: su rigor, su claridad y el anticiparse en muchas cosas a los tiempos. El rigor era exigencia permanente para él, así como la honradez científica”, detallaba Alberto Liné Escardó.

“De su claridad cuanto se diga es poco; basta pasar la mirada por cualquiera de sus trabajos. Y en muchas cosas se anticipó al futuro, en sus intuiciones, en temas como el papel de la circulación general en su enlace con los modelos actuales de predicción, en todo lo relativo al cambio climático y otras muchas cosas màs”, decribe de José María Lorente la revista Tiempo y Clima.