Islas de Calor Urbano: ¿Por qué necesitamos refrescar nuestras ciudades?

Para el 2030 está previsto que el 70% de la población mundial viva en una zona urbana. En nuestras ciudades el calor se intensifica a un ritmo nunca visto, pero ¿que podemos hacer para refrescarlas?

Mario Picazo

Mario Picazo

Cada vez nos amontonamos más en nuestras ciudades mientras el mundo rural se va despoblando. Es una tendencia al alza que llevará al 70% de la población global a vivir en zonas urbanas para el 2030. Con miles de millones de humanos viviendo, trabajando o simplemente disfrutando en las grandes ciudades, tenemos que ir pensando YA en las medidas que vamos a tomar a corto y medio plazo para que estas no se conviertan de manera exponencial en chimeneas de calor y contaminación.

New York Tilt Shift Sun Light Rays Desktop Wallpaper

A medida que aumenta la población de una ciudad, los habitantes del lugar suelen tener la costumbre de modificar su superficie de manera radical. Es habitual ver como se remplazan superficies naturales cubiertas por ejemplo de vegetación, por pavimento, ladrillos y otros materiales de construcción que absorben energía y retienen el calor. Crece la ciudad y aumenta lo que se conoce como la ¨isla de calor urbano¨, una zona urbana donde habitualmente se registran las temperaturas más elevadas. Se le llama isla, porque habitualmente la distribución de las temperaturas decrece desde el centro de la ciudad hacia la periferia, dando a la distribución de las isotermas una forma como concéntrica a modo de isla.


Imagen1

Normalmente la intensidad y tamaño de la isla de calor urbano va muy ligado a la densidad de población de la ciudad, ya que a más población más calor. Pero no es todo solo sobre el aumento térmico, si sube la temperatura urbana, también lo hacen los costes energéticos, la contaminación del aire y el número de enfermedades relacionadas con las olas de calor.

Al aumentar la población urbana a nivel global habrá más coches en la ciudad, pero también supondrá tirar más de aire acondicionado en verano para enfriar los edificios, mientras que en invierno también aumentará el uso de las calefacciones. Todo ello supone un aumento de gases contaminantes, algunos de los cuales son capaces de absorber radiación y sumar algunas décimas de grado más al calor que también emiten edificios, calles u otras estructuras sólidas de la city.

contaminacion-trafico-madrid

Aunque algunas ciudades han conseguido reducir sus niveles de contaminación durante las últimas décadas, cada vez se calientan más, y muchas si experimentan una peor calidad de aire. Ese aumento térmico de las ciudades está sumando de forma contundente al calentamiento global del planeta cuyo impacto se deja sentir en muchos otros rincones no necesariamente urbanos.

creation-toit-vegetal-centre-ville

Arquitectos y diseñadores urbanos están juntando fuerzas a nivel global para hacer que nuestras ciudades sean más eficientes energéticamente hablando, aunque las buenas intenciones en bastantes ocasiones se topan con el muro de algunos políticos que piensan más en el mero beneficio económico del desarrollo urbano, que en el impacto medioambiental y de bienestar que este pueda tener para sus habitantes.

La lista de estrategias a implantar puede ser larga pero entre ellas destacan estás cinco:

  1. Aumentar la cobertura de árboles y vegetación para reducir la temperatura de la superficie urbana y del aire. Con ello se pretende aumentar las zonas de sombra y el enfriamiento mediante el proceso de la evapotranspiración. Por otra parte, la vegetación también ayudaría a que no se pierda agua de lluvia al retenerla en la superficie y así de paso evitar la erosión del suelo.

Urban Crop

  1. Potenciar la cobertura vegetal en techo y fachadas de edificios para mantener los edificios más frescos en verano cuando la isla de calor urbano llega a ser más extrema. Los llamados techos verdes, techos ecológicos o techos ajardinados también ayudan a retener agua de lluvia, refrescar el ambiente y absorber ciertos gases como el dióxido de carbono.

mur-vegetal

  1. Instalar techos frescos para reducir el calor. Este tipo de cubiertas reflejan mejor la radiación solar, ya sea por el material del que están fabricados o por su color más claro. Al igual que con los techos verdes, este tipo de techos frescos ayudarían a reducir de manera considerable el consumo energético de muchos edificios.

pvc-roofing-polyvinyl-chloride-bolt-construction-roofing

  1. Usar pavimentos frescos hechos de materiales más eficientes y pintados de colores que absorban menos radiación solar. En las grandes urbes cada vez hay más aceras y calles asfaltadas que absorben grandes cantidades de energía. El simple hecho de utilizar un cemento más claro a la hora de cubrir una zona peatonal o un parking restará grados a la isla de calor urbano.

Sharon Chen and Ana Paula Werle of EETD Heat Island Group taking measurements on the cool pavement solar-reflective coatings in the Bevatron parking lot.

  1. Hacer que la ciudad crezca con ciertos criterios sostenibles de manera que su nuevo diseño respete las zonas verdes y que la orientación de los edificios construidos favorezca la reducción de la isla de calor urbano. Un sistema de transporte adecuado también ayudaría a disminuir el tráfico urbano y por lo tanto la emisión de gases que pueden absorber energía y sumar al global de la isla urbana.

1200px-Tram_Barcelona

Nuestras ciudades necesitan reducir la intensidad de su incontrolable isla de calor y algunas ya están tomando las medidas pertinentes para hacerlo. Un reciente estudio llevado a cabo por científicos de la facultad de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de California en Los Ángeles, confirma que, de continuar el crecimiento urbano al ritmo actual, los centros de grandes ciudades como Los Ángeles se convertirán en auténticos hornos.

Desde que empezaron los registros oficiales de temperatura allá por el 1878 hasta la actualidad, la temperatura media anual de la ciudad ya ha aumentado cerca de 4.5oC. También aumentarán los días de calor extremo, que en el caso de Los Ángeles se produce cuando la temperatura máxima supera el umbral de los 35 grados. Hoy muchos núcleos urbanos de la ciudad ya experimentan hasta 50 días de calor extremo al año, pero en un futuro esa cifra podría oscilar entre 100 y 150 días.

 

Screen Shot 2018-05-31 at 10.13.14

Proyección de temperatura en la zona metropolitana de Los Angeles, California, EEUU para el 2041-2060. Algunas zonas de la ciudad experimentarán más de 100 días de claro extremo al año.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha propuesto reducir la temperatura media anual de la ciudad más de 1.6 oC en los próximos 20 años. Entre las iniciativas llevadas a cabo, llama la atención la de recubrir las calles de algunos barrios con una pintura blanca que refleja muy bien la radiación del sol y consigue bajar la temperatura de la zona entre 2 y 3 grados.

1523372114843

Pintando las calles de blanco en Canoga Park, Los Ángeles.

Por algún sitio tenemos que empezar si queremos reducir el calor de nuestras grandes urbes.