El intenso frío dispara el consumo de sal en carreteras

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las duras condiciones del invierno ha provocado un aumento del consumo de sal para el deshielo en las zonas más afectadas.

Las nevadas de las últimas semanas, las olas de frío y las bajas temperaturas han provocado que las las condiciones de las carreteras no sean las mejores por culpa del hielo en la calzada.

Debido a las duras condiciones de este invierno,en regiones como Ávila o Segovia se ha consumido mucha más sal de lo habitual ya sea sal en roca o en forma de salmuera (una solución líquida con un 23% de sal y 77% de agua). Duplicando el gasto para el adecuado mantenimiento de las vías en invierno.

“La sal de deshielo no tiene ninguna condición especial salvo que al ser utilizada para deshielo su grado de pureza obviamente no es el mismo que para otros usos de carácter industrial o alimentario”, señalan desde Desde AFASAL, la organización que agrupa a los productores de sal de España y Portugal,

“En el mantenimiento de las carreteras, la sal en roca se utiliza de forma curativa para fundir la nieve o el hielo una vez en la vía. Por su parte, la sal en salmuera de forma preventiva se reparte antes de la caída de precipitaciones o heladas”, señala Carlos García, investigador de la empresa Collosa que está investigando sustitutivos de la sal para deshielo.

Variación climatológica

Según los datos se utilizan anualmente entre 300.000 y 500.000 toneladas de sal para deshielo dependiendo de la dureza de la climatología cada invierno. Entorno a un 7% de la producción total de sal en la península que abastece al 90% de la red de comunicaciones tanto en autopistas, carreteras nacionales, autonómicas y provinciales.

Somos muy optimistas con los resultados con los desechos del azúcar  daña hasta en un 95% menos los vehículos

De los 6 millones de toneladas de sal que se producen en España es el 30% es sal marina, otros 2,0 millones lo son en forma de salmuera, 0,8 millones proceden de sal de mina, y el resto corresponde a sal flotada y sal vacuum. De ellos, el 50 % se destina a la industria, el 4% se dedica a la industria alimentaria, tratamiento de aguas y también exportaciones y el 7% a la sal de deshielo.

“Los productores han incorporado modernos sistemas de gestión logística, asegurando su disponibilidad dónde y cuándo sea necesaria. Previene o derrite la nieve de forma eficiente, hay disponibilidad siempre y es accesible fácilmente”, señalan desde AFASAL.

Alternativas a sal en carretera

Pero la sal no es la única solución. Existen otros sistemas o métodos para evitar la congelación de las vías. Desde los más tradicionales a los más pioneros. En esta línea se encuentra el proyecto de hormigón electrificado desarrollado en Nebraska, EE.UU. Este sistema añade a la mezcla del hormigón virutas de acero y partículas de carbón en hasta un 20%.

Hormigón eléctrico para deshielo

Hormigón eléctrico para deshielo

La composición permite conducir la electricidad que derrite el hielo y la nieve. “Este sistema no es rentable para construir carreteras enteras usando hormigón conductivo, pero puedes usarlo en ciertos lugares donde siempre hay hielo o los puentes que siempre se congelan primero, porque están expuestos a los elementos en la parte superior e inferior”, señala Chris Tuan, ingeniero civil y diseñador del modelo.

Suelo radiante

Un sistema con unos principios similares al hormigón electrificado es la construcción del suelo radiante. Un método que instala tuberías de fluido caliente bajo puntos concretos de la calzada o de la vía para evitar su congelación.

“Calentar la calzada mediante tuberías de fluido precalentado no es una solución nueva.  Ya existen soluciones similares aplicadas en grandes puentes y aeropuertos, cuyo elevado coste no es un impedimento para su implantación”, destaca la empresa CARTIF en su web.

“El siguiente reto que tenemos en el suelo radiante en carreteras por delante es conseguir un sistema más económico y con una eficiencia energética mayor. Esto sólo se podrá alcanzar si se aborda el problema desde distintos frentes”, destacan.

Remolacha y azúcar

Por otro lado, existen otras iniciativas que utilizan otros elementos para desarrollar sustancias que eviten la congelación de las vías. En esta línea, existen investigaciones que han analizado el comportamiento de los deshechos de la industria alimentaria, de la industria del vino, de la remolacha o de la industria del azúcar.

“Hemos estudiado diversas sustancias y pueden ser alternativas pero seguimos investigando. Somos muy optimistas con los resultados con los desechos del azúcar, que es más eficaz y eficiente que la sal y daña hasta en un 95% menos los vehículos y los elementos metálicos de la vía”, señala el experto Carlos García.