Incendios forestales: ¿Cuál es el riesgo en España ahora?

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Portugal sufre estos días un incendio forestal dramático. Pero, ¿cuál es el riesgo en España de que ocurra una situación similar?

INCENDIOS FORESTALES: ¿QUÉ HACER PARA EVITARLOS?

Cada verano se sufre el mismo problema; montes secos que arden con facilidad y que las altas temperaturas ayudan a desarrollarse. Más del 90% de los incendios forestales que se producen se deben a la mano del hombre, bien sea de forma negligente o intencionada. Tan sólo un pequeño porcentaje a causas naturales como los rayos.

Desde el pasado sábado Portugal está sufriendo un devastador incendio que afecta a la zona de Pedrógão Grande. Han fallecido más de 60 personas y cientos de hectáreas han sido calcinadas. Las altas temperaturas por encima de 40ºC y el viento han sido unos factores fatales.

La meteorología es clave en los incendios

Todos sabemos que con el calor el riesgo de incendio aumenta. La vegetación se seca, no tiene nada de humedad, y es mucho más fácil de quemar. Existen otros factores como la humedad y el viento que ayudan a que el riesgo de incendio se dispare. En conjunto, se dice que estas tres variables meteorológicas son pésimas cuando se unen los tres-treinta” esto es: viento de más de 30 km/h; humedad por debajo del 30% y temperaturas por encima de 30ºC.

La temperatura, la humedad y el viento son las variables meteorológicas más importantes en el riesgo de incendio

Aunque puede parecer una contradicción, en ocasiones las primaveras muy húmedas suelen desembocar en grandes incendios forestales. Con las lluvias se produce un gran crecimiento vegetal que cuando llega el verano se seca. Tenemos mucho material susceptible de quemarse.

Otro factor que no ayuda demasiado es la secuencia de varios meses cálidos y con bajas precipitaciones, pues seca la vegetación poco a poco y cuando llega el calor está tan baja de humedad que arde fácilmente.

Durante las tareas de extinción, también hay que estar muy pendientes de la dirección del viento, porque puede ir empujando las llamas en un sentido  y otro, lo que puede suponer o no la evacuación de municipios o la colocación en el territorio de los bomberos.

¿Cómo se presenta este verano en España?

Este año venimos arrastrando meses muy cálidos, tanto que ya hemos sufrido la primera ola de calor y aún estamos en primavera. Esta situación es fatal para nuestros montes, pues cada vez están más secos y son más susceptibles de arder.

Las altas temperaturas que se prevén este verano y la sequedad que venimos arrastrando dibujan un verano fatal

Un caso paradigmático comenzó este pasado invierno. Las fuertes nevadas del interior de Valencia hicieron que muchos árboles, debido al peso, se partieran. Hoy están tirados en el suelo lo que para muchos es una futura hoguera, mientras que otros expertos optan por no limpiar el monte de esa materia vegetal seca pues aporta nutrientes al suelo y sirve de refugio y alimento a otros animales.

La mano del hombre detrás del fuego

Pese a que hablamos de incendios forestales y de riesgo, debemos tener presente que la gran mayoría se deben a pirómanos o a negligencias. Un bosque puede estar muy seco, pero si no hay una barbacoa al lado, o alguien que tire una colilla, lo más probable es que nunca llegue a arder.

En este sentido debemos concienciarnos de la enorme responsabilidad que tenemos en la protección de nuestros bosques. El grave daño que podemos cometer por una negligencia, nos tiene que hacer replantearnos cualquier actuación fuera del sentido común.

Este año 2017 no se prevé nada bien, y la situación que sufre Portugal pese a que aún estamos en primavera, nos tiene que servir de ejemplo.

Este año, todos deberíamos estar concienciados de que por un error podemos acabar con bosques centenarios y por en riesgo la vida de cientos de personas que trabajan en la extinción del fuego.

Las zonas de límite son las más peligrosas

Dentro del mundo de la lucha contra incendios, se utiliza habitualmente el concepto «interfaz urbano – forestal«, que sería esa zona de límite entre las casas y los árboles que muchas veces se unen.

Es muy importante, que las casas que se encuentran rodeadas de bosque, hagan un perímetro alrededor de sus hogares, a modo de cortafuegos. En muchas ocasiones, las casas que vemos calcinadas no tenían ninguna zona limpia de vegetación que ayudara a las llamas a a detenerse.

Además, estas zonas son puntos en los que frecuentemente suelen comenzar algunos los incendios, pues es relativamente fácil que de la barbacoa de un patio, salte una chispa al otro lado.

 

La lucha contra el fuego nos involucra a todos, y comienza en evitar que haya un incendio.